Libro: Sexualidades en México de Szasz Ivonne y Lerner Susana

Resumen

Noelia Michelle Flores González 553759
Libro: Sexualidades en México de Szasz Ivonne y Lerner Susana

En este libro que expone a grandes rasgos las nociones de lo que, para nuestros antepasados, era vivir la sexualidad, su proceso de entendimiento, cómo se les educaba y prohibía en este aspecto del ser humano en la era prehispánica.

De acuerdo con Durán, los jóvenes debían cuidar de sus impulsos sexuales: continencia. Se complicaba aún más debido a que les mandaban a casas para estudiar a ser guerreros (hombres) y amas de casa (mujeres). Los premios entre estos dos eran desiguales: Mujeres obtenían un matrimonio favorable mientras que hombres ganaban un acto sexual que podía ser uno a uno o con varias mujeres.

Así mismo, ellas, a diferencia de los hombres, no aspiraban al matrimonio o conseguir un buen partido para esposo. Aspiraban a posiciones de dirigentes en templos a través de la vocación religiosa en lugar de tomar papel como compañeras sexuales.

Si las mujeres elegían ser esposas, en el acto sexual previo al matrimonio el valor de la virginidad tomaba parte al punto de exhibir las sábanas con las manchas de sangre que verificaban que eran mujeres puras y fieles a sus esposos. De lo contrario, las familias del esposo armaban escándalo debido al enojo de que la mujer no fuera virgen y éstas se categorizaban como mujeres alegres con lo que perdían cierto nivel de respeto.

Sin embargo, en las culturas mayas, las casas de los jóvenes impartían “clases” para enseñarles qué se debía hacer en el acto sexual y en el caso de los otomíes se permitía tener relaciones sexuales antes del matrimonio con la persona a desposar para reafirmar el lazo o “encuadrar con la persona”. Por último, los nahuas preferían casarse con las mujeres experimentadas, aquí no se involucraba el estigma de pecado.

La poligamia en hombres se basaba en el poder que éste llegaba a tener, hay registros de “principales señores” que mantenían hasta 30 esposas, las cuales cada una administraba una parte de la vida diaria, por ejemplo, una se encargaba de hacer las comidas, otra de hacer las compras del día, de educar, de entretener al esposo y al igual éste “regalaba” esposas a hombres de poder cercano para hacer acuerdos de alianza. En tal caso de que  el hombre no tuviera una mujer a la cual poseer, automáticamente se imposibilitaba para hacer su vida, pues involucraba no comer porque no podía cocinar lo que llevaba a varios estar esperando a casarse. El matrimonio asignaba estatus.

Por otro lado, el erotismo se entendía como tener una vida sexual activa pero lo suficiente, por ello, las parejas procuraban dormir por separado en ocasiones. A la mujer se le prohibía dormir con cabello suelto, sin maquillaje en el cuerpo para no incitar a hacerlo. Se pensaba que el exceso de actividad sexual ocasionaba que el hombre perdiera productividad sexual, procrear hijos con enfermedades o discapacidades vistas como calamidades e incluso atraer la peste y la hambruna.

Por último, dentro de las concepciones de estas culturas, la palabra violación hacia referencia a la falta de fidelidad o respeto a los derechos que un hombre o una mujer faltaba hacia su pareja, así como usar violencia al momento de cometer el acto sexual, es decir, que unas de las personas involucradas no quisieran o se resistiese a participar y comúnmente había dos opciones: comunicar el hecho en la comunidad para exhibir a la persona o excusar a la pareja y seguir con la vida diaria.

...