La Sexualidad En Mexico

Sexualidad en México, dudas y responsabilidad

En una lucha por decidir si entregarles o no preservativos, los jóvenes mexicanos son los perdedores. Las dudas los atormentan y sólo cuentan con información distorsionada para resolverlas

Mientras los jóvenes observan discutir a sus padres sobre “la entrega de condones en las escuelas”, ellos no saben qué hacer. Cuando escuchan los debates entre instituciones y gobierno, prefieren encerrarse en su recámara y darle vuelta a sus propios problemas… muchos de ellos de índole sexual.

La polémica sobre lo que “les conviene o no les conviene a los jóvenes” no les proporciona las respuestas que buscan. En cambio, sí lo hacen sus amigos –tan inexpertos como ellos– o el inmenso mundo del Internet.

Y mientras la sociedad se disputa la decisión de entregar o no preservativos en las preparatorias, los jóvenes ya encontraron información a medias y ya practican la sexualidad. A escondidas, mintiendo a sus padres y, lo más probable, sin protegerse.

“No podemos ocultar estos temas a los jóvenes, necesitamos hablarlos como son, la sexualidad es algo natural y debemos darles herramientas para que la puedan ejercer de manera correcta y responsable”, dice Jorge Luis Núñez, director del Instituto Coahuilense de la Juventud.

Saltillenses, mejor informados

Laura Elena González, directora del Programa de Asesoría y Prevención del ITESM campus Saltillo, explica que la sexualidad, en todas sus dimensiones, es un tema muy importante para la juventud.

“Se trata de que los chicos aprendan a tomar decisiones, pero basadas en un conocimiento y en una profundización de lo que es la sexualidad, y en un desarrollo de autoconocimiento, autoestima y asertividad. En el Tec se les da la información que necesitan de acuerdo a su momento de vida, para que disipen dudas e inquietudes”.

La psicóloga asegura que no se debe prohibir ni asustar, sino ofrecer la información en todas las dimensiones que se relacionan con la sexualidad: física, afectiva, emocional, social y espiritual.

“No podemos estar manejando lo que es la sexualidad solamente desde el aspecto físico, porque es reducirla totalmente, y sí, abordar todas estas áreas con padres de familia, maestros y alumnos”, indica.

Los jóvenes “traen mil ideas en la cabeza que necesitan aclarar”, dice, por eso existe en el Tec un programa de consejería al que todos los alumnos tienen acceso. Además, se realizan con regularidad conferencias en las que ellos se sientan en confianza para preguntar sus dudas.

Este tipo de eventos también son organizados por el Icojuve a nivel estatal, explica Núñez, con el objetivo de educar a la población juvenil tanto en el aspecto físico como en el emocional, con temas como violencia en el noviazgo o identidad sexual.

“Brindamos capacitaciones a jóvenes para que no le tengan miedo al sexo, que es completamente natural, pero tiene que ejercerse de manera responsable, primero para no tener un embarazo a temprana edad, y segundo, para no contraer una enfermedad de transmisión sexual”.

Y parece ser que estos esfuerzos no han sido en vano, pues según una encuesta realizada por Vanguardia, los jóvenes saltillenses son capaces de hablar abiertamente sobre sexualidad y lo hacen, principalmente, con los propios padres de familia.

La guerra contra el condón

El titular del Icojuve recuerda que en el estado inició el programa “Condones de la Gente” hace más de tres años, aunque asegura que fue difícil implementarlo debido al rechazo de grupos conservadores.

“Es muy peligroso que enfrentemos a la sexualidad con tabús, mitos o restricciones”, comenta, “en ese sentido lanzamos un programa denominado ‘Condones de la Gente’, que no pretende única y exclusivamente dar un método anticonceptivo, porque está probado que si repartimos métodos anticonceptivos a diestra y siniestra, los jóvenes no los van a utilizar para lo que son”.

Núñez añade que en una encuesta realizada en 2005, se descubrió que la mayoría de los jóvenes coahuilenses conocían los métodos anticonceptivos, pero no sabían usarlos y no tenían, además, dinero para adquirirlos.

“El método anticonceptivo que más conocían era el condón, pero no sabían usarlo, porque no

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