ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Medea


Enviado por   •  9 de Abril de 2013  •  Informes  •  2.329 Palabras (10 Páginas)  •  426 Visitas

Página 1 de 10

El pensamiento trágico necesita de los aspectos de la alteridad para reflexionar sobre lo mismo, y en este sentido, Medea de Eurípides no es la excepción. Lo Mismo y lo Otro se reproducen en el interior de la obra a través de múltiples sistemas de oposición: pasión y razón; femenino y masculino son algunos. Ahora bien, Medea llena de contenido un especio mediador entre estas categorías de forma tal que estas se confunden sin llegar a desaparecer.

En esta obra Eurípides creó la versión más shokeante, más física y psicológicamente violenta que cualquier otra versión: una mujer abandonada por su marido en una ciudad extranjera, apunto de partir al destierro, que finalmente realiza uno de los peores crímenes: asesina a sus hijos. A lo largo de la obra, para Bernad Knox, Medea está segura de que los dioses están de su lado. Ella aparece así como una figura heroica, como la asesina de sus hijos que escapa de las consecuencias de sus acciones, aparentemente con la ayuda de los dioses. Con la aparición final de Medea en el carro de Helio volando, pareciera que ella se transforma en algo más que un mortal. Desde las alturas, semejante a un dios, pone fin a la violencia, justifica su revancha, da órdenes para el funeral, lee el futuro, anuncia la creación de un culto. Esta transformación debió haber sido para que la audiencia piense que Medea no es sólo una mujer vengativa sino una figura que personifica algo permanente y poderoso en la situación humana, algo profundamente enraizado y universal. Para Knox, la obra, basándose en la realidad social de la época, trata sobre la erupción de fuerzas violentas trágicas en la naturaleza humana que han sido reprimidas y que al mostrarse, explotan violentamente. Unas de estas fuerzas son los males de las mujeres, hechos por ellas y hacia ellas .

Iriarte, al respecto dice que los griegos no sumieron como un hecho natural la capacidad reproductiva de las mujeres sino como una determinación divina por la cual debían depender de las mujeres. Para poder tener descendencia, debían tener que sufrir esta unión conflictiva. Entregada al hogar del marido mediante un pacto, la mujer procreaba hijos siendo una extranjera en el hogar. Los hijos pertenecían jurídicamente al padre. Él disponía si vivían, si se alimentaban, su libertad, si se vestían, etc, e incluso, podía asesinarlos. La relación que se establece con el vientre materno, entonces, sólo se expresaba como un tabú puesto que existía una ley por la cual dos hermanos por vía paterna podían casarse pero no sucedía igual si eran por vía materna.

Desde esta perspectiva, el crimen de Medea no se explica como un acto de desamor hacia sus hijos. Para el público de la época, las acciones de Jasón debían de ser comprensibles. Siendo Medea una extranjera, sus hijos podrían ser relegados socialmente. Casarse con la hija de Creonte, una princesa, les daría una mejor educación y acceso a un hogar más elevado. El acto de barbarie en la obra de Eurípides, no es que una persona asesine a su descendencia, sino que Medea, una madre, asuma como propio el principio paterno. Medea hace uso de un derecho que sólo le corresponde un hombre, por eso, y solo por eso, el acto es criminal. A causa de esto, Iriarte la califica de “esa bárbara que tuvo el tupé de adueñarse de su descendencia, del fruto de sus entrañas”. De esta forma, disponiendo del derecho a la vida de sus hijos, Medea encarna la figura amenazante de la madre que reclama para sí los privilegios del padre. Lo que no constituye sino una manera griega de expresar el siempre temido acaparamiento de la descendencia por parte de las mujeres.

Para terminar de entender este espacio mediador entre lo femenino y lo masculino que se abre en la obra, sin que lleguen a desaparecer ninguna, cabe tener en consideración el trabajo de Rodriguez Cidre sobre los lexemas que refieren a la idea deshonra, injuria y traición en esta obra. La mayor parte de las referencias sobre la deshonra son sobre Medea. La nodriza centra sus referencias a la deshonra en el abandono y desamparo en los que cae Medea. El coro sitúa la deshonra en el campo del exilio asimilándola a la degradación cívica que implica la pérdida de la polis. En Medea, en cambio, prevalece el sentido de injuria (acción deliberada contra la honra) . Además, es la única que relaciona la deshonra con la sustitución de lechos. Resulta sugestivo que los campos femeninos se detengan en la deshonra puesto que en la sociedad griega no se asociaba el status femenino a la honra.

¿Por qué Medea realiza semejante crimen? Una primera lectura de la obra tiende a considerar la cólera como el motor de la venganza de Medea. Rodríguez Cidre analiza los lexemas correspondientes al sema “cólera” en la Medea de Eurípides. En la obra se registran los lexemas JÓLOS (cólera que implica amargura y rencor); ORGUÉ (cólera como pasión). Las referencias de la nodriza, mediante el lexema JOLOS, construyen la imagen de una Medea encolerizada, lo cual coincide con las animalizaciones que de ella hace como un león, por ejemplo. Para la nodriza, la cólera no aparece como algo que le sobreviene a Medea sino que Medea tiene injerencia en ella, es un agente activo de la misma. Al enfatizar la nodriza el valor de rencor por sobre el de furia, se hace compatible idea de una Medea que trama una venganza. Las referencias de Medea planean una visión distinta. Ella no se presenta como una mujer encolerizada , que sufre un ataque de ira. Podría pensarse que la negativa de Medea de ser una mujer que actúa por cólera esté en relación con el mérito que sus acciones tienen ante sus ojos . Jasón, si bien tiene una perspectiva similar a la de la nodriza, se diferencia en varios aspectos (usa lexema ORGUÉ). Él refiere a la cólera de Medea, una cólera salvaje e inmanejable, en pasado. Para el, es a causa de esta cólera el destierro de Medea. Él, capaz de calmar reyes, no puede con ella. Cuando refiere a las cóleras del presente, usa el lexema JÓLOS, y la caracteriza al igual que la nodriza por el rencor y la amargura. Sin embargo, al finalizar la obra, Jasón deja de hacer referencia a la cólera, por lo cual pareciera que finalmente adopta el mismo punto de vista que Medea. Por último, el discurso del coro, presenta una evolución. Si bien comienza caracterizando la ira de Medea relacionándola con el ZUMÓS, para describir el estado en que Medea mata a sus hijos, usa el lexema JOLOS, enfatizando la amargura y el rencor. Sin embargo, también advierte un fuerte componente del phren. En efecto, que ella posea una naturaleza salvaje, un temple iracundo y arrebatado, no implica la ausencia de cierta mediación racional.

Esteban Bieda en “Medea, madre enfurecida” analiza los alcances del thymós en esta obra y sostiene que el

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (13.5 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com