Mi nombre es James Robinson. Un chico que solía vivir en una ciudad al este de Seattle, en una ciudad llamada First Hill.

CAPÍTULO I

Mi nombre es James Robinson. Un chico que solía vivir en una ciudad al este de Seattle, en una ciudad llamada First Hill.

Mi vida siempre había sido normal. Simplemente un chico de 17 años. No fui ni el más rápido, ni el más listo, mucho menos el más fuerte. Simplemente un chico normal. Mi madre era maestra en una escuela de tiempo completo, un poco al norte de la ciudad y la veía muy poco tiempo, solamente en las noches y fines de semana. Mi padre un empresario que casi siempre estaba ausente; solía viajar mucho tiempo y muy seguido. Se ausentaba por semanas, se quedaba unos días en casa, y luego volvía a viajar. No tuve hermanos, solamente un perro, pastor americano, al cual nombre como Jeff. Probablemente el perro más fiel que he conocido.

Nunca fui muy sociable, así que mis amigos no eran abundantes. Solamente mi mejor amigo Mike, que era como mi hermano. Vivía no muy lejos de mi casa. A un par de calles solamente, cruzando la tienda de electrodomésticos y el supermercado.

Mi abuelo, que también vivía en mi casa, era un veterano militar. Había servido en el ejército toda su vida, pero debido a una lesión en la cabeza, se retiró del servicio. Luego del incidente al que nadie pudo dar razón, había perdido la cordura. Se mantenía contando historias del área 51, y cosas así, las cuales nunca presté mucha atención; tenía la idea de que todo lo que me contaba, eran cosas que había sacado de alguna película de ciencia ficción, rumores y cosas así. Siempre vivía con un diario forrado en sus manos, el cual no dejaba en paz. El diario tenía una apariencia normal; revestido de cuero, un extraño dibujo en la portada, al cual nunca presté mucha atención, y un listón rojo que servía de separador. Pocas veces lo vi escribiendo en él. Tenía la curiosidad de verlo, pero siempre que lo intentaba, me regañaba, así que poco a poco puse menos atención en el asunto.

Después de mi mejor amigo, mi abuelo y mi perro. Yo permanecía casi todo el tiempo solo en la casa, ya que mis padres estaban en el trabajo. Creo que a ellos no les importaba mi soledad, ya que desde pequeño me habían dejado al cuidado de mis abuelos. Pero desde que mi abuela murió a causa del cáncer de riñón que se le fue detectado demasiado tarde, las tardes luego de venir de la escuela eran muy calladas y solitarias. Así que mis padres decidieron comprarme un cachorro para hacerme un poco de compañía. Pocas veces salimos de paseo con mi familia. Ya que mi padre estaba siempre de viaje, lo que menos quería era llegar de uno y salir a otro. Pero aun así yo era feliz, ya que nunca me faltaba nada, tenía mi computadora, mi celular, mi consola de videojuegos con muchos títulos a mi disposición.

Mis gustos siempre habían sido los de cualquier adolecente. Escuchaba indian rock, EDM, un poco de pop y música clásica. Siempre me han gustado los videojuegos, así que la mayoría del tiempo que me mantenía solo, me pasaba horas jugando frente al televisor con mi consola. Hubo una ocasión en la cual pasé 18 horas seguidas, puesto a que había comprado el último juego de mi saga de videojuegos favorita más reciente. También tenía el gusto de la lectura; me encantaba leer, pero por cuestiones de tiempo casi nunca lograba terminar un libro. Aun así me fascinaba leer.

En cuanto a películas y televisión prefería las series infantiles, documentales sobre la guerra, comedias. En fin, creo que un gusto bastante peculiar en cuanto lo que me gustaba ver. Casi nunca veía las noticias, me parecían bastante aburridas y deprimentes. Tampoco leía los diarios, así que mi conocimiento de lo que estaba pasando venia solamente de internet.

No solía creer muchas cosas provenientes de internet, ya que muchas veces me había topado con noticas virales falsas, como “El fin de la humanidad está cerca”, a la cual yo nunca le presté importancia, ya que en ocasiones anteriores, varias personas habían divulgado noticias similares como “Según Expertos Se Acerca El Fin Del Mundo” o cosas así a las cuales yo no le tomaba interés.

Yo era feliz con mi ignorancia acerca de los acontecimientos que pasaban en el mundo. Solamente me enteraba de temas relevantes por medio de lo que oía hablar en la escuela. Pero al igual que en internet, no creía del todo lo que escuchaba.

Si

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