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Obras Literarias


Enviado por   •  9 de Junio de 2014  •  2.273 Palabras (10 Páginas)  •  270 Visitas

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La Eneida:

Eneas, huyó de Troya tras haber sido quemada por los aqueos. Se llevó a su padre y a su hijo a rastras, y su mujer le seguía a pocos pasos. Pero ella pereció en la oscuridad.

Eneas, desesperado, embarcó con otros supervivientes en busca de una nueva tierra. Su enemistad con Juno (Esposa de Júpiter, Diosa reina del olimpo y madre de muchos dioses) le llevó a navegar errante durante mucho tiempo.

En su viaje llega a las costas del norte de África, en Cartago. Allí habitaba la reina Dido, que se enamoró de él por obra de Cupido (el regordete angelito del arco y la flecha hijo de Venus), para que olvidara a su difunto marido; entonces lo retuvo por largo tiempo.

El reino era hospitalario y todos los troyanos querían quedarse en Cartago, pero Eneas sabía que era en Italia donde debía fundar su imperio.

Tras su marcha, Dido hostigada e instigada por las malvadas arpías (Criaturas horrendas con cabeza de mujer, cuerpo de pájaro, excelentes cantoras pero sumamente malvadas) se suicidó en una pira con la espada de Eneas maldiciendo por siempre a su amado, haciéndole jurar venganza a su pueblo para que destruyera a los hijos de su padre, los futuros romanos. (De esta forma se crea el cuadro que justifica la eterna enemistad entre dos pueblos hermanos, el de Cartago y el de Roma, que se sacaron mutuamente la mugre en las guerras púnicas).

Igual que muchos héroes griegos (Orfeo, Hércules, Odiseo y últimamente Xena) nuestro héroe Eneas, en su camino debe descender a los infiernos, allí se encuentra con su padre, ya muerto, quien le revela que fundará un imperio floreciente, (Roma).

Eneas llega al Lacio, donde gobernaba el rey Latino (así se llamaba, no es que haya nacido por estas tierras). Este rey tenía una hija que se llamaba Lavinia quien tenía que casarse con Turno, que era líder de una banda de revoltosos llamados “Rútulos”.

No obstante al Rey Latino al consultar el oráculo, se le había profetizado que un hombre llegado del mar (Eneas, lógicamente) se casaría con su hija y crearía un gran imperio.

Entonces Turno y Eneas se declararon la guerra por causa de la bella princesa (Que naturalmente prefería a Eneas) y empezaron a batallar durante un buen tiempo.

A Eneas lo ayudaba Venus (Diosa del Amor) pero Turno era ayudado por Juno. Júpiter (Dios del rayo, Padre y Rey de todos los Dioses) no se animaba a otorgar la victoria a ningún bando, por tanto la guerra se extiende y se extiende.

Al final, Eneas mata a Turno en un combate y consigue la mano de Lavinia. Final feliz y de paso fundan un reino que algún día se convertirá en Roma.

La Divina Comedia:

EL INFIERNO:

Perdido Dante en la selva oscura, una pantera, un león y una loba le interceptan el paso. Beatriz (la gracia o sabiduría divina) envía en su ayuda a su poeta favorito, Virgilio, que le ampara y se le ofrece como guía.

Después de pasar el Aqueronte penetran en el infierno. Recorren los nueve círculos concéntricos infernales, que van estrechándose en forma de un inmenso embudo, donde están los condenados sufriendo penas horribles.

La cúspide de este cono invertido coincide con el centro de la tierra. En lo más profundo del anfiteatro infernal se halla Lucifer. Dante y Virgilio interrogan a los condenados, que sufren penas terribles en relación a sus culpas.

En esta descripción del infierno, dante pinta episodios de una grandeza incomparable. Es el compendio de todo cuanto en la edad media se imaginó sobre los suplicios de ultratumba. Citamos, por su especial patetismo, la escena de Francesca de Rímini y el Conde Ugolino condenado a devorar a sus propios hijos.

Dante se encentra en el infierno con personajes históricos y contemporáneos, con amigos y enemigos, sobre los que lanza su tormento y su juicio implacable.

EL PURGATORIO:

Por la puerta de san pedro ascendieron a un monte, lugar donde se purifica el espíritu. Es el purgatorio, compuesto por nueve círculos o grados en forma crónica. Por ellas suben las almas, y en cada círculo se purifican de un pecado.

En la grada más alta se encuentra la entrada al paraíso. Para entrar en el purgatorio las almas se reúnen en la desembocadura del Tiber.

Guarda la puerta catón símbolo de la moral pagana. Dante describe las penas de los condenados con esperanza.

EL PARAISO:

Llegan al paraíso. Encuentra a Beatriz y Virgilio desaparece, ya que, como pagano, no puede acompañarle a la tercera mansión. Beatriz y dante son transportados a las mansiones celestiales, formadas por nueve círculos, donde los bienaventurados gozan de la inefable presencia de dios.

Cada círculo es una esfera que envuelve otras inferiores. En el octavo cielo ve a los espíritus triunfantes: “La Virgen María”, el “Arcángel San Gabriel”, los bienaventurados. El noveno o cristalino representa a las jerarquías angélicas.

Luego viene el empíreo, pero a Dante le faltaron las fuerzas al querer expresar directamente la visión a Dios.

Beatriz ocupa su trono celestial, y a los ruegos de San Bernardo, consigue el poeta vislumbrar la luz eterna de la esencia divina. Beatriz resulta divinizada por la fantasía de Dante como en sus poesías de la Vita Nouva.

EDIPO REY DE SOFOCLES:

El rey Edipo envía consultar al oráculo de Apolo a Delfos, a su cuñado Creonte, sobre una terrible epidemia que asolaba la ciudad de Tebas.

Le enviado especial llega al poco tiempo con la respuesta de solución y es que: para librase de la calamidad había que buscarse los homicidas del rey anterior, Layo, castigándolos con la muerte o con el destierro.

Edipo, que se había casado con Yocasta, viuda de Layo y hermana de Creonte, no conoció a su antecesor y pide que le faciliten detalles del asesinato de que se trata, averiguando que layo pereció en el camino de Delfos a manos de unos ladrones, cuando de ahí regresaba, según declaro entonces el único sobreviviente de los hombres que formaban la escolta.

Hace luego el rey venir a su presencia al viejo adivinador ciego Tiresias, para que le ayude a descubrir al homicida, pero este se niega tercamente a participar en el asunto y accede solo cuando se ve menospreciado y hasta insultado por el rey, se encara con el, le acusa de ser el asesino de layo y le predice espantosas

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