Odio a los espejos
JOINYInforme20 de Abril de 2019
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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO[pic 1]
(UASD)
SUSTENTANTE:
Jaiser A. Sierra M. 100378626
TEMA:
Odio a los espejos
MATERIA:
Literatura Dominicana
SECCION:
LET 2470-02
PROFESOR:
Eulogio Javier
8 DE ABRIL DEL 2019
ODIO A LOS EPEJOS
Cuento La vuelta: síntesis.
Juan Ángel es un hombre qué a pesar de que su mujer había fallecido, toma la decisión de salir adelante y buscar un empleo, mientras estuvo leyendo un periódico encuentra una oferta de empleo y decide llamar, pero para obtener este empleo se solicitaban unas condiciones las cuales eran; ser un hombre joven y saber conducir, este al llamar se presenta, pero resulta que él no sabe cómo identificarse si es joven o viejo con apenas 30 años, el hombre tiene su licencia de conducir, sin embargo, está vencida, pero eso no es problema.
Cuando lo citaron para un día después, lo entrevistaron, preguntas frecuentes, pero no le dieron muchos detalles acerca del empleo, la cual Juan no se preocupa en preguntarle tampoco porque se vio atraído por su jefa y mucho menos preguntara después de que puso en su mano una manilla de papeletas de a mil. Siendo así le presentó a su secretaria Cecilia para que la acompañara a comprarse un nuevo luck.
Juan, desde un punto de vista estando en la oficina, observa cómo fue comprado, porque resultó que él vio una gran atracción hacia él por su jefa Esther una señora de 45 años, pues sin duda alguna aparentaba de mucho dinero, inspiraba confianza y por lo visto nada iba a ser fácil por su característica que él había determinado en ella, también cómo se reflejan sus emociones al verlo y el trato que le dio a su secretaria en ese entonces.
Al final de todo esto, el objetivo fue llegar a ser un masajista sexual y a través del tiempo terminaron encariñados él y su jefa la señorita Esther. Hasta que un día Juan se siente triste y deprimido en el momento de conducir, no pensaba nada más que dejar el acelerador pisado diciendo. Es tan placentero dejar el acelerador pisado que siento embriagarme: Pero según entendí que esta situación vino por consecuencia de que su jefa pensaba que él estaba con otra, y no era así, era por el cambio tan radical que dio su vida tan rápido y sin embargo él no le había comentado aún de su última relación sentimental.
Esa misma noche mientras conducía, ve esas luces y cree que son luces de un pueblo y decide detenerse donde llega a reconocer a una mujer la cual era María Isabel, su mujer que había muerto en una yola en alta mar, se imaginó todo en ese momento de su amigo, al bajar del coche se lo robaron al mismo momento y luego no sabía cómo contarle a Ana, pero era que Juan se había descarrilado en esa misma madrugada.
Una vez Ángel despierto le dice a Ana Esther, su jefa, que lo siente que se habían robado el coche, pero simplemente él dijo que lo siente y que ojalá sólo hubiese sido eso, pero al fin del cuento resulta que estaba muerto.
A través de este cuento, nos damos cuenta de que cuando el sueño se instruye en nosotros, sustituye la realidad.
TECNICAS NARRATIVAS:
Es frecuente señalar como una de las técnicas narrativas fundamentales del cuento, La vuelta de Eulogio Javier, indica cómo la narrativa del escritor utiliza técnicas normalmente definidas como; cuento literario, cuento realista, cuento gótico, cuento rosa o relatos románticos y detectivesco. Este cuento es narrado en 1ra, 2nd y 3ra persona.
IMFORME DE LOS DEMAS CUENTOS
Confesar las Almas, confesar los cuerpos.
En este cuento nos daremos cuenta como el sueño amarra a un hombre, puesto que, movido por motivo de los celos, llega a investigar a su mujer, pues sospecha que ella lo traiciona con un sacerdote.
Pero antes de empezar a narrar el cuento, tenemos que darnos cuenta de que los sueños son manifestaciones mentales de imágenes, o más sonidos, como pensamientos y sensaciones en un individuo durmiente, y normalmente relacionadas con la realidad, en este caso, el hombre estaba muy seguro de lo que pensaba de su mujer Anibelka, porque muchas veces cuando soñamos qué algo pasa es una señal o puede ser una señal de una realidad.
El señor sacerdote identifica diciendo que en la realidad nada es posible, porque Anibelka, es una mujer casada y luego dice que tal vez en los sueños todo sea posible, vuelve y justifica que él es Sacerdote.
además, percepciones sobre la realidad y los sueños y de su contenido erótico sexual, el cuento nos enfrenta al tema de la doble identidad, este sacerdote en su vida o más bien en toda su vida, no tenía secretos, hubiese podido hacer que sí que haya uno, pero todo a su debido tiempo, este tanto al colaborar con los ricos como con los pobres no tenía ninguna indiferencia para ambas sociedades.
Anibelka, debería mejorar su actuación, pues que algunos de sus amigos, le han contado ellos que cuando son infieles llegan más cariñosos a la casa. En el fondo sus esposas inocentemente lo agradecen, pues causa beneficio al matrimonio. En cambio, nibelka, se obstaculiza cada vez más odiosa, más apática menos receptiva. Lo extraño, lo verdaderamente extraño, es que sólo tenía sospechas, pero ni una sola pista.
La interrogó al respecto, con la finalidad y el deseo de que lo deje si lo está haciendo, pues no me gustaría llegar a la verdad, es mi mujer y yo la quiero, y la única respuesta que he recibido son sus lágrimas. Me tranquiliza aun cuando sé que es una película bastante ensayada. Mi temor a la verdad, puerta de la angustia, me fuerza casi a creerle, si no fuera por la negativa suya a cumplir con sus deberes conyugales.
Resulta que Anibelka y su esposo estaban teniendo citas con el psicólogo, acerca de la terapia matrimonial después. Al principio fueron a la iglesia. El fracaso allí estaba previsto, pues los consejos de un cura acerca del matrimonio suelen ser teatrales. A esto le sumo mi indisposición. No estaba definitivamente seguro, el hombre los sueños de su mujer, según sus investigaciones oníricas, es un cura. Sólo soñó una vez, luego no ha tenido concentración ni ánimo para soñar. Por eso decidieron ir a la terapia. Supo de inmediato que no daría resultado, no tenía fe, la terapeuta no podía simular su carácter inseguro. Era, para mí resultaba una ventaja; no para él, para su instinto, una mujer bastante joven, con unos ojos muy expresivos.
Entonces se le ocurrió algo que me pareció excitante, porque además resultaría escandaloso. Salieron de allí, Any, y salieron. Envió enseguida la nota y ya empiezan a ver la fantasía creada por él. El sacerdote existe y no es un sueño. La nota fue recibida por él, y allí está la muestra, ha venido.
Todo está normal, me parece. Recordaba anoche haberle reprochado a Justina el haber dejado que se acabara el agua del botellón, y hoy vio ahí, todavía, el botellón vacío. Es decir, estaba en la realidad. Las lámparas colgadas del techo, como trapecistas mitológicos, siguen ahí y son también reales, ahí también las sillas, reales. No es habitual cargar con muebles a los sueños. Algo extraño sí ocurrió al levantarse. Una nube espesa de mosquitos le esperaba a la salida del mosquitero. El verbo no es exagerado, lo esperaban, pues cuando salió de la cama la nube lo escoltó hasta el baño, no exagero, y se paró justo en la puerta.
El asistir y allí todavía la esperaba, dichoso porque su destino quizá sea esperar; dichoso ante la disyuntiva del encuentro o la espera sin fin. Los ojos de los espectadores no eran capaces de asegurar que veían lo que veían, el escaso pelo que le circulaba al sacerdote, se erizo, y al mismo tiempo cambió de color.
La otra cara
Al igual que en otros cuentos, en La Otra Cara existe una continua referencialidad y un deliberado juego con el tiempo. La referencialidad, es tan variada como sorprendente, parecería representar una radiografía de la evolución mental de ciertos personajes.
Este cuento relata cómo un hombre conoce parte de su futuro bajo una mata de mango sembrada por su abuelo que para ese entonces ha había muerto. Después de un largo tiempo jugando dominó con su tía Andrea, pasa esa linda chica (Maruja), la cual, en ese mismo momento se queda mirando y se asoma al juego.
Cuando la conoció una de esas extrañas ocasiones en que el destino, tal una mala noche, ha amanecido de mal humor y comienza, abusando de su ceguera, a repartir desgracias a diestra siniestra. A él, como ustedes muy bien saben, le tocó una disfruté con pasión y locura, palabras que deberían ser sinónimas.
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