Odontología EL HOMBRE MÁS RICO DE BABILONIA

Universidad Autónoma De Baja California

[pic 1]

Escuela de ciencias de la salud valle de las palmas

Ensayo: El hombre más rico de babilonia

Comunicación oral y escrita taller

Yessenia Ceseña Casas

212-1

Odontología

EL HOMBRE MÁS RICO DE BABILONIA

Como primer punto, el libro es muy interesante, aparte de que tiene una historia bastante particular, nos enseña cómo es posible organizarnos y administrarnos para ser mejores en nuestra vida más que nada económica, así como también te enseña valores como la dedicación, el respeto, la constancia, entre otros. En lo personal, es una motivación para poder ser mejor día a día y claro conseguir mi ejército de monedas.

 La historia de este libro nos habla de un señor llamado Arkadac. Este hombre era el más rico de babilonia, días tras día él se hacía más rico a pesar de que gastaba mucho en sí mismo, en su familia y aparte era un hombre generoso y admirable entre lo más pobres por más que gastara su fortuna se acrecentaba cada día más. Un día Basir y su amigo Kobi van a ver a su viejo amigo Arkadac, estos al ver su gran riqueza no se podían explicar como de ser tan iguales, llegaron a ser tan diferentes a comparación de Arkadac, ellos miraban que él no trabajara más y que aun así era inmensamente rico.

Ellos al estar tan sorprendidos le preguntaron cómo había empezado a ser tan diferentes, a lo que él hombre les contesto que si el dinero no les alcanzaba para vivir en algunas ocasiones como decían, era por qué habían olvidado aprender las reglas que permiten acceder a la riqueza, o las habían pasado por alto. Dicho esto sus amigos le dijeron que si les decía estas reglas y que les explicara cual era ese secreto. Arkadac era miembro de una familia pobre y numerosa se dio cuenta que si quería obtener algo, lo tendría que conseguir con su propio esfuerzo, les comenzó a decir lo que su profesor les decía de que el estudio tenía dos niveles: Las cosas que ya hemos aprendido y que ya sabemos; y la formación que nos muestra cómo descubrir las que no sabemos.

 El desde joven se percató de todas las cosas buenas que podían dar la felicidad y muchas de ellas eran obtenidas con la riqueza. Ahí se dio cuenta que la riqueza es un poder que hace posibles muchos deseos. Fue en ese punto cuando él se propuso que conseguiría su parte de ese poder, para lógralo tuvo que estudiar mucho y claro dedicarle el tiempo necesario, de cómo trabajaba en una sala de archivos donde escribía, les relato de como trabajaba con empeño pero que nunca le alcanzaba para realizar su tan anhelado sueño.

Después de contarle como en sus años de juventud encontró trabajo, les platico de como un día fue Algamish, un rico prestamista, para pedir la trascripción de una ley y como esta era una ley muy extensa, Arkadac le dijo que la haría durante toda la noche si prometía enseñarle cómo volverse rico, el acepto. A la mañana siguiente las tablillas estaban terminadas, el rico pesimista muy contento le dijo que cómo él había cumplido su parte del trato, él también la cumpliría, le dijo que le alegraba que aunque estuviera viejo le interesara lo que tenía que decir ya que muchas veces los jóvenes los despreciaban por creerlos inútiles.

Al decirle esto se acercó a Arkadac y le dijo en voz baja, -retén las siguientes palabras para que tu esfuerzo no haya sido en balde: "Encontré el camino de la riqueza cuando decidí que una parte de todo lo que ganaba me tenía que pertenecer. Lo mismo será para ti. Si te quieres hacer rico, tus ahorros te deben rendir y estos rendimientos rendirte a su vez. Cada moneda es un esclavo para ti, tiene que trabajar sin descanso y recuerda, una parte de lo que tú ganas es tuyo y lo puedes conservar. No debe ser menos de una décima parte, sea cual sea la cantidad que tu ganes”-.

El año para Arkadac paso rápido y no le faltaba dinero como siempre y como toda tentación tenía ganas de gastarlo, aunque no sucedió hasta que al final del año le dio sus ahorros al fabricante de ladrillos para que comprara joyas en sus viajes y luego revenderlas. Algamish al enterarse de lo que Arkadac había hecho, lo regaño porque como le había dado su dinero, al fabricante de ladrillos para conseguir joyas porque esa no era la especialidad del señor, le dijo que ese dinero ya lo había perdido definitivamente y para la sorpresa de Arkadac así fue, después de unos días el fabricante de ladrillos regreso con puras baratijas y pues como dice el texto "Los consejos son una cosa que se da gratuitamente, pero toma tan sólo los buenos. Quien pide consejos sobre sus ahorros a alguien que no es entendido en la materia habrá de pagar con sus economías el precio de la falsedad de los consejos."

Después del suceso tan infortunado Arkad volvió a ahorrar el 10%de sus ingresos y otro año más tarde regresó Algamish a preguntarle cómo le había ido en está ocasión. Ahora Arkad había invertido bien sus ahorros ya que se los prestó al herrero para que comprara hierro y esté le pagaba los intereses por el préstamo pero al preguntarle que había hecho con los intereses pagados, Arkad respondió que se había dado un gran festín. Algamish lo volvió a regañar argumentándole que cómo esperaba que esos intereses trabajaran para él si se los comía. Le dijo que debía de esperar en tener un gran ejército de monedas de oro que trabajaran para él para poder gozar de los beneficios.

...