Operadores Logísticos

Operadores Logísticos- Pieza Clave

Tras el proceso de fabricación, el principal agente de la cadena de suministro es el operador logístico, sin el cual el fabricante no podría mantener el ritmo de fabricación y la entrega de los automóviles. Aunque en España el transporte y, en general, la logística de vehículos representan un volumen de negocios de dimensión macroeconómico, el mercado del transporte de vehículos está muy acotado.

Los camiones, los vagones de ferrocarril, así como los buques utilizados en el transporte de vehículos poseen unas características específicas para este tipo de transporte, y no es posible emplear o intercambiar ningún medio de transporte reutilizándolo para este fin. Por este motivo, la oferta de transporte es inelástica. Se necesita tiempo para poder absorber los incrementos de transporte que el mercado demanda y que constituye unos de los mayores retos a lo que se enfrenta el operador logístico. Además, por sus propias características, el transporte debe adecuarse rápidamente al lanzamiento de nuevos modelos y a los picos de producción y demanda.

Para cubrir la compra de un vehículo encargado por un cliente en el concesionario, es necesario minimizar los tiempos de espera, así mismo, los clientes de los operadores que transportan elementos para los vehículos requieren una idéntica fiabilidad en toda cadena de suministro, ya que un retraso en una de sus partes repercute en el resto de los operadores pudiendo provocar un incremento de los retrasos por acumulación.

Obligaciones del Operador Logístico

L a complejidad y diversidad de actividades que conlleva la actividad logística se manifiesta en la variedad de operaciones a las que se puede comprometerse el operador logístico. La normativa sectorial del transporte, al referirse al almacenista- distribuidor, apunta alguno de estos aspectos al señalar que el operador logístico desarrolla entre otras, las siguientes actividades:

- Transporte y distribución de la mercancía.

- Depósito.

- Operaciones de ruptura de cargas,

- Manipulación,

- Administración,

- Control de existencias del número de bienes, clase, referencia, etc. Y de su estado, período de vigencia y caducidad, etc.

- Preparación de pedidos y de inventarios, etc., con carácter general, la presentación de servicios, logísticos conlleva en la mayoría de los supuestos, la asunción por parte del operador logístico de todos o alguno de los siguientes servicios:

• Recepción de los productos a las mercancías en la fábrica o almacén del cliente.

• Transporte desde dicha fábrica, hasta la plataforma dispuesta por el operador logístico o, en su caso, recepción del producto que es entregado por el cliente en dicha plataforma y la consiguiente labor de descarga:

 Almacenaje o depósito de la mercancía recibida en la plataforma,

 Control de las existencias,

 Preparación de pedidos, y

 Distribución de los pedidos a los puntos de entrega.

No se agotan aquí las infinitas posibilidades de prestación de servicios logísticos. De modo que el operador puede ofrecer por cuenta del cliente, otros servicios como:

- La reposición de lineales.

- La preparación de la documentación necesarias en función de la mercancía,

- El etiquetado y envasado de los productos para su venta,

- El despacho aduanero de la mercancía,

- La transmisión de las reclamaciones,

- La reparación de la mercancía dañada, y

- La participación en el proceso de manufactura del producto, etc.

Cada una de estas actividades requiere una estrecha colaboración y sin duda un flujo constante de información entre el operador logístico y su cliente:

Obligaciones del Cliente

Por lo que a las obligaciones del cliente se refiere, la más importante es la contraprestación que se obliga a abonar al operador logístico por los servicios comprometidos. La habitual complejidad de la relación jurídica logística- que impide, en ocasiones, determinar un precio inicial- ha originado la utilización de sistemas de fijación del precio que, aunque no son exclusivos del negocio jurídico logístico, si se adecuan a la prestación de estos servicios. El establecimiento de un precio o tarifa fijo constituye la modalidad más habitual (sobre todo en operaciones logísticas menores). Implica que le cliente abona al operador una cantidad fija por la prestación de los servicios logísticos. Esta cantidad resulta de aplicar un precio contractualmente acordado con respecto al:

• Números de espacios disponibles en el almacén.

• Número de referencias manipuladas,

• Peso de la mercancía transportada, y

• Número de pedidos preparados, etc.

El sistema de renumeración fija estará sujeto, con carácter general a cláusulas de actualización (índice de precios al consumo, incremento en los costos de combustibles, del costo laboral, etc.). También, usualmente el importe de la tarifa se condiciona a los volúmenes de la mercancía entregados al operador logístico., de forma que la variación de estos conlleva una modificación de la factura. Si por lo contra, el pago al operador logístico no implica el abono de una cantidad fija, puede hablarse, entonces de un sistema de precios variables (conocidos con los términos anglosajones cost plus u open book). ; Conforme al cual el cliente se compromete a abonar al operador logístico los costes reales en que éste incurra en la prestación del servicio, más una cuantía que suele consistir en un porcentaje o una cantidad fija, ambas constitutivas del beneficio del operador logístico. Además de la obligación del pago del precio convenido, pueden existir otras obligaciones del cliente. Así con frecuencia, éste se obliga a entregar al operador logístico un número o volumen mínimo de mercancías. Ello es así porque, en ocasiones para prestar sus servicios, el operador logístico debe destinar y afrontar importantes recursos e inversiones cuya amortización requiere

...