Paula

PAULA

Me había quedado de ver con Paula esa tarde, una tarde nublaba como días antes, eran las 6:30 de la tarde yo había llegado 15 minutos antes; un tanto nervioso aunque fuera ella una de mis mejores amigas, el salir con ella me hacía sentir algo raro, había noches en las que soñaba con ella; Paula y yo recostados en un campo enorme con los rostros y la ropa humedecida pero al despertar me entraba la duda del porque existía en mis sueños y del porque en ese sentido.

Eran las 6:45 y aun no llegaba Paula, habíamos quedado de vernos 1 calle antes de la suya, enfrente de un parque. Existía una paz en aquel lugar que empecé a recordar los sueños extraños con una de mis mejores amigas; de repente escuche unos pasos que se dirigían hacia mí, se me empezó a acelerar el corazón, me sudaban las manos y susurraba:

-¿Quien será?-

-Tal vez sea una persona que venga a despejarse a este lugar que contiene una tranquilidad increíble o… -¿Sera Paula?-

Con esta pregunta se me acelero aun más el corazón, de repente sentí una mano en mi hombro, me gire hacia esa persona y la vi…unos tenis converse negros, unos jeans ajustados que para mi dejaban poco a la imaginación una blusa blanca con el ultimo botón desabrochado dejando a la vista un poco su busto donde mi mirada no se aparto durante 5 o 10 segundos, luego subí la mirada, sus labios delgados y un tanto marcados con gloss transparente, cabello suelto, tenía un aroma un tanto excitador del que me fascino.

Paula me pidió perdón por haber llegado tarde al cual yo respondí con una enorme sonrisa

-No te preocupes… ¿Nos vamos?- ella asintió con la cabeza y empezamos a caminar.

Mientras íbamos caminando me tomo del brazo y empecé a sudar, hablaba un poco nervioso y ella me miro fijamente; me miro sin decir ni una palabra y se volteo marcando en su expresión una sonrisa satisfactoria. Decidimos ir al cine a ver una película, el cine quedaba a 15 minutos caminando así que deje el carro por su casa y decidimos caminar eran ya las 7:30 y entramos, ella no quiso comer nada, al igual que yo y simplemente fuimos directamente a la sala, una sala vacía donde a lo mucho había 3 o 4 parejas de novios dispersos en toda la sala, Paula me insistió en sentarnos hasta arriba. Aun faltaba 5 minutos antes de que empezara la película, seria, y un poco distraía veía a las parejas de novios que había en la sala y me tomo de la mano y me dijo:

-¿Que necesito para que alguien se fije en mi?- yo guarde silencio y pensando en buscar una respuesta objetiva sabiendo que no había respuesta alguna porque no le faltaba nada, era perfecta; se apagaron las luces y su cabeza la colocó en mi hombro, empezamos a ver la película cuando sentí su mano entre mi entre pierna y no la quito de ahí en todo el rato.

Salimos y yo con la sensación de su mano en mi cuerpo me tenía con una enorme duda así que de regreso íbamos en silencio, llegamos a su casa y me invito a pasar, jurándome que no había nadie en su casa al cual le dije que no porque era un poco tarde, pero ella insistió y me convenció. Entre, me ofreció algo de beber al cual accedí, empezamos a platicar cuando me dijo:

-Quiero mostrarte algo pero se encuentra en la parte de arriba-

Me tomo de la mano y subimos a su cuarto. Me senté en su cama, cerró la puerta con seguro como si no quisiera que me fuera de ahí, por ningún motivo me tenía que ir. Se sentó a mí lado me miro fijamente y me beso, labios con labios, pecho con pecho y yo impactado de tal escena continúe lo que ella había empezado, sentía como su respiración cálida la sentía en mi rostro pensé: -Que labios tan dulces y tiernos-

Y me deje guiar, tomo mi mano i la coloco n su cadera, cuando menos acordaba ya estábamos abrazados cuerpo a cuerpo, sentía su corazón latir tanto como el mío, dejamos de besarnos nos miramos fijamente y le pregunte del porque de todo esto y únicamente se me abalanzó me tomo del cabello tiernamente y empezó a besarme desde la oreja con una dulzura como solo ella podía hacerlo, bajando poco a poco hasta llegar a mi camisa, empezó a desabrochar uno a uno de mis botones dejando al descubierto mi pecho, y siguió besando poco a poco. Ella por su cuenta se quito la blusa permitiéndome ver algo espectacular, algo que jamás creí que pasaría, los vidrios de aquella habitación

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