Que El Comercio Sea Justo

CÓMO HACER QUE EL COMERCIO SEA JUSTO.

Si algún acuerdo comercial debería haber tenido éxito, tendría que haber sido el que se firmó entre México Estados Unidos y Canadá.

Toda vez que entre estos países existen vínculos combinados con su disparidad en cuanto a poder económico y político.

El libre comercio no ha funcionado en parte porque no lo hemos intentado, los acuerdos comerciales del pasado no han sido libres y justos. Han sido asimétricos pues abría los mercados de países en vía de desarrollo a mercancías procedentes de los países industrializados avanzados, sin que se diera una plena reciprocidad. Se mantuvieron multitud de barreras comerciales sutiles pero eficaces. Este tipo de globalización puso a los países en vías de desarrollo en un estado de desventaja y nos ha dejado en situación peor que la que tendrían en el caso de que estuviera en un régimen de verdadero comercio libre y justo.

Aun cuando los acuerdos comerciales hubiesen sido libres y justos, no todos los países se hubieran podido beneficiar y no toda la población, incluso los países favorecidos por ellos, porque tendrían que haber compartido estas ventajas. La liberalización comercial, cuando se hace de manera justa y va unida a la medidas y políticas adecuadas, contribuye al desarrollo. A cuestiones, si los beneficios que otorga la globalización son sostenibles y pueden hacerse extensivos a toda la población mundial. Esto es probable siempre y cuando la liberalización comercial se gestiona de manera diferente como se ha venido haciendo.

En la práctica el AFTA o acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos significa que cuando Estados Unidos le fuera mal también le iría mal a México.

Aunque el acuerdo eliminará los aranceles, seguia permitiendo que se mantuviera una serie de barreras no arancelarias.

La zona situada justo al sur de la frontera con Estados Unidos fue la parte de la economía mexicana que tuvo más éxito en los años inmediatamente anteriores a la firma del AFTA. Surgieron las denominadas fábricas maquiladoras, que suministraban componentes a bajo costo a empresas industriales como la General Motor y la General Electric. Efectivamente hubo un crecimiento económico y posteriormente este crecimiento se estancó. No es fácil responder a esta especie de estancamiento pero existen estudios rigurosos que dan una explicación: la caída espectacular de los salarios reales en México en comparación con los Estados Unidos y con los países asiáticos no era de esperarse.

Los países que suscriben acuerdos comerciales esperan que haya una mayor inversión extranjera y creación de empleos pero cuando las compañías extranjeras deciden invertir, toman en cuenta entre otros factores la calidad de la fuerza de trabajo, de infraestructura, la localización y la estabilidad política y social.

Teoría y práctica de la liberalización comercial.

El economista ADAN SMITH sostiene que el libre mercado permite a los países que saquen provecho de sus ventajas comparativas de modo que las naciones se beneficiarán puesto que cada una se especializará en aquellas áreas en las que destaque. Los mercados de mayor tamaño impulsan la eficacia de cada productor y la posibilidad de elección de los consumidores.

En un país sin capital, sin maquinaria y sin tecnología, el trabajo va a ser menos productivo y los salarios más bajos. Si el trabajo se traslada de un país donde la productividad y los salarios son bajos a uno donde son elevados, el aumento de la producción puede ser enorme y crecerá la economía mundial. El libre comercio permite que la gente no tenga que trasladarse. Podemos estar tranquilamente en nuestro país , y comprar productos chinos baratos. A la inversa los chinos pueden quedarse en China y adquirir productos de tecnología de punta de Estados Unidos. En teoría, esto significará que a medida que aumente la demanda de productos chinos también aumentará la demanda de mano de obra no calificada y en último término, los salarios de mano de obra no calificada en China crecerán.

Sin embargo existe un gran miedo y temor a la pérdida de los puestos de trabajo.

En muchos países la tasa de desempleo es elevada y quienes pierden sus puestos de trabajo no pasan a ocupar otro alternativo con mayor salario, sino que pasan a engrosar la lista de los desocupados.

Las personas que pierden su trabajo no adquieren automáticamente otro y los trabajadores de baja calificación sufren de manera especial esta limitación. Por esta razón la población de los países desarrollados está preocupada de perder puestos de trabajo en la industria a favor de cualquier país que resulte beneficiado, porque cuando los trabajadores pasan de puestos de trabajo de baja productividad pero protegidos por el seguro de desempleo, es probable que aumente la pobreza, mas no el crecimiento económico.

Mienten los políticos y economistas que prometen que la liberalización comercial hará que todos mejoren su situación económica.

Los países en vías de desarrollo requieren competir con compañías extranjeras pero carecen en el interior de sus países de políticas que protejan a las industrias y a las economías emergentes. Por ejemplo, aunque los agricultores Coreanos se convirtiesen en los productores más eficaces de arróz en el mundo, sus ingresos seguirían siendo muy limitados, siendo ésta la causa por la que el gobierno Coreano se propuso pasar de una economía agrícola a una economía industrial.

Los críticos aseguran frecuentemente que las empresas que empiezan a ser protegidas nunca crecen y demandan que se les mantenga de manera permanente aisladas de la competencia. Sin embargo la respuesta a esta crítica es el argumento de que la industria emergente debe ser protegida para que tenga posibilidades de crecimiento.

La liberalización comercial afecta a la eficiencia y al crecimiento, sin embargo para las mayorías consideran que la liberalización afecta primordialmente a la justicia porque genera un comercio injusto. No se ha definido qué debe entenderse por comercio justo.

HISTORIA DE LOS ACUERDOS COMERCIALES.

Después de la Segunda Guerra Mundial los líderes mundiales se propusieron crear un nuevo orden económico internacional más próspero, no sólo para aumentar la estabilidad financiera sino para establecer a través del Fondo Monetario Internacional una organización internacional de comercio. Estados Unidos rechazó la propuesta de la organización internacional de comercio, ya que consideró que conllevaría una violación a la soberanía nacional y una regulación

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