Qué Es La Literatura Basado En Ygdrasil

Dentro de la literatura el lenguaje es un factor primordial, desde su manejo hasta las formas creativas en que se aplica en un texto literario, formulando ideas y frases que se dirigen en una misma dirección, con un objetivo en común que, al igual que el lenguaje, es un elemento fundamental. Este elemento va, en muchos casos, planteado implícitamente y el autor desde ese camuflaje teje una red que va creando una larga hilera de información y pensamientos que los lectores pueden y deben interpretar asociándolo a determinados hitos que sirven como trampolín para comprender qué quiso decir el escritor.

Dicho en otras palabras, el principio básico que utiliza el escritor para escribir su obra es plantearse a sí mismo qué quiere decir y cómo lo quiere decir.

De esta manera se puede considerar irrelevante si el texto es poético, realista, utópico, maravilloso o de ciencia ficción, no importa mucho qué clase de género sea, sino qué importancia tienen las palabras que lo conforman, con qué potencia se expresan las frases que se entrecruzan y la fuerza que toma una vez fundidas las oraciones.

Cogiendo un libro en particular, del escritor Jorge Baradit, podemos internarnos en una trama que revolucionó, claramente, la literatura chilena de ciencia ficción, con personajes que dan mucho de qué hablar y que serían un buen objeto de estudio para analizarlos en profundidad. Sin más, y quitando el hecho de que la historia sería un gran producto para que Hollywood la desarrollara y la explotara en su totalidad, detrás de todo el ciber-chamanismo y el esoterismo queda a relucir una estela bastante llamativa que muestra una sociedad decadente, donde la delgada línea entre la religión (con su moral y su ética) y la tecnología (con robots y aparatos electrónicos avanzados) se ve rota, quebrada en una nueva rama producto de ambas que altera sus funciones volviéndola en una nueva forma de opresión, de la cuál es incluso más difícil escabullirse, quedando vulnerables y desnudos a los altos mandos.

Lo intrigante de toda la trama es el destino, hasta cierto punto, incierto de la protagonista. Ella toma un papel en que se puede superponer a otras entidades que existieron a través de la historia y que, al igual que Mariana, el final que les esperaba no estaba lleno de honores y celebraciones con coronas de laureles ni homenajes póstumos a su muerte. De hecho muchos héroes que se adjudicaron el rol de Mariana (o Mariana el rol de ellos) terminaron en completo anonimato, como parte de un pasado que se mantiene oculto de las personas, bajo muchas llaves de juramentos y secretos susurrados en acuerdos de tratos tácitos en los que no se menciona ninguna clase de indicación de que alguna vez existieron. Y comparando ambas cuestiones es inevitable entrar a una seguidilla de acciones, situaciones y estructuras psicológicas que se van acomodando perfectamente con sus análogas en el mundo real, develando estrategias de guerra, pensamientos diplomáticos y traiciones a sangre fría por la simple ambición de conseguir finalizar su objetivo, sin importar la vida de quién esté en peligro.

La literatura permite una gran gama de posibilidades para manifestar lo que dicho sin caretas ni cubiertas podría costarle la vida a una persona o el rechazo inminente de sociedades o grupos de élite con más peso que muchas civilizaciones unidas. Es una compuerta que ayuda al escritor a liberar ideas, acusaciones, desmembrar injusticias y actos desvergonzados, la literatura es la mejor defensa que un individuo puede tener y además el mejor ataque, es un arma que punza y daña hasta lo más profundo al contrincante, pero a la vez, cabe la posibilidad que perjudique al que comunique el mensaje. La literatura es un arma de doble filo que si no se sabe utilizar con maestría termina por morder la mano del que la alimentó.

La historia de Ygdrasil está llena de metáforas que se tienen que descifrar para comprender la verdadera naturaleza del destino de Mariana. Se tiene que ahondar en cada una de las letras que las conforman, revisar las sílabas a las que pertenecen, las palabras a las que se unen, las oraciones que hacen más soportables las inmensas cantidades de emociones que se desbordan en este texto literario. E Ygdrasil las tiene muy latentes. Todo lo que está ahí escrito tiene un motivo, un objeto de que exista en el mundo, creando nuevos mundos.

El ciber-chamanismo actúa como un espejo reflejándonos hasta qué punto llegaremos, la tecnología cada vez toma más fuerza y entereza, los humanos vamos perdiendo una de nuestras más grandes características, nos estamos transformando en máquinas de carne y hueso que en algún momento ya no sentiremos compasión ni piedad. El respeto por las artes esotéricas están siendo sobreestimadas, pero la pregunta es hasta dónde llegará ese respeto. ¿Nos convertiremos en sórdidos autómatas que no sienten remordimiento al no dejar descansar un alma en pena? ¿Tendremos siquiera una idea del horrible mal que nos hacemos a nosotros mismos dependiendo en tantos sentidos de la tecnología que el mismo humano ha creado y que los poderosos hombres que manipulan el mundo desde las sombras maniobran como a marionetas?

Las respuestas a estas y a muchas otras interrogantes son demasiado nebulosas, pero Jorge Baradit nos da un pequeño indicio de hacia qué camino nos dirigimos a pasos agigantados, no es un final apocalíptico lleno de desgracias o la destrucción del planeta Tierra, aunque está muy cercano y no por eso es menos espantoso.

Entonces, y teniendo en cuenta toda la información entregada en Ygdrasil, es debido aceptar que con el lenguaje se construyen, además de realidades fantasiosas, una especie de guía que nos muestra un trayecto que hay que evitar recorrer, un desenlace catastrófico que ningún ser humano tendría el agrado de vivir y lo dispuestos que estaríamos a cometer ilícitos por salvar nuestras vidas que ya estarían completamente gastadas y podridas, ni aferrados a las esperanzas se mitigarían nuestros suplicios vanos.

Sin embargo, el libro no nos despoja por entero de nuestras creencias, hay un diminuto destello de luz que brilla en el escondite más recóndito de Ygdrasil, muy próximo al destino final de Mariana. Aquel proyecto del Empalme Rodríguez, donde Mariana es la última pieza que encajar, sacrificándola para equilibrar el mundo y volviéndola casi una mártir, porque todo continúa avanzando, nadie sospecha que sus vidas siguen su curso por el sufrimiento de una asesina ni intuyen que algo extraño ocurre en sus cercanías.

Ese minúsculo rayo que ilumina un sendero cubierto de baches que la literatura nos ayuda a ir esquivando a medida que leemos nos hace crecer de cierta forma, nos convierte no sólo en lectores

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