RESEÑA DEL LIBRO EN LOS JUNGLARES DE LA INDIA

Un primer domingo de diciembre un perro corría por el mercado tirando y desbaratando todo a su paso, hasta mordió a tres esclavos negros y sierva María hija del Márquez de Casalduero que fue a comprar con una sirvienta que había ido por cascabeles para la fiesta de 12 años. En ese mismo día llegaría un cargamento de esclavos que según estaban enfermos por una peste, pero en realidad era un envenenamiento que habían sufrido.

La señora Bernarda Cabrera madre de Sirva María era buena comerciante de los esclavos pero debido a su exceso de tabletas de tabaco y miel fermentada fue descuidando la hacienda y esta se encontraba en malas condiciones. Antes de Bernarda la que cuidaba la casa era la señora Domingo de Adviento quién crio a Sierva María y la que tenía autoridad entre el marqués con esposa pero con su fallecimiento todo cambió especialmente Sierva María que casi siempre andaba con los esclavos.

Para el festejo de su cumpleaños le pintaron la cara, le pusieron collares y le hicieron trenzas en el cabello para cuidarlo, esta era una niña tímida de ojos azules y cabello cobrizo que nunca lo había cortado y parecida a su padre y su forma de ser era casi invisible.

Dos días después del accidente del perro las esclavas le avisaron a Bernarda de la mordida que recibió Sierva María y ella revisó a su hija de la herida pero no hizo nada al respecto y olvido el asunto. El domingo siguiente la sirvienta que iba con la niña vio al mismo perro por el mercado muerto a causa de la rabia y se lo dijo a Bernarda lo cual ella no le dijo eso a su marido ni se preocupó porque la herida ya estaba seca y había cicatrizado rápidamente.

En enero Sagunta una india fue de visita y le dijo al Márquez que ella era la única que poseía las llaves de san Huberto para curar la rabia que había ya que esta peste era muy vista en ese lugar. Como el marqués casi nunca se interesaba por los asuntos de la casa inmediatamente despidió a la mujer y más tarde Bernarda le confirmó lo que había dicho que a su hija la había mordido el perro, entonces él se preocupó, cosa que no hacía. El entendió que se engaña a sí mismo y que amaba a su hija, lo que era al contrario de su madre sabía que no había amor entre ellas y lo sentía justo.

El Marques preocupado por eso asunto visitó al hospital del “Amor de Dios” para observar al enfermo que estaba consumido por la rabia. Al salir del hospital se encontró con el doctor que permanecía con su caballo muerto y lo subió a su carroza dónde lo cuestionó sobre ese tema, lo que él le dijo fue que debían matarlo para evitar el sufrimiento ya que no existía cura y que en algunos casos no podía contraer la rabia aunque fuese mordido. El marqués lo dejo en su casa y al llegar al hacienda le ordenó a Neptuno que recogiera a su caballo del doctor para sepultarlo y le regalara el mejor que tenían ellos en su establo. Bernarda se aplicaba lavativas de consuelo por sus excesos y por el incendio de sus viseras, ya nada quedaba de lo que era de recién casada pero cuando conoció a Judas Iscariote ha quien compró con su peso en oro ya que lo deseaba y le gustaba mucho, lo llenaba de oro. Ella creyó morir cuando se enteró que él se acostaba con toda, lo que ella hizo es conformarse con las sobras. Una tarde Dominga de Adviento los descubrió a Bernarda haciendo el amor con Judas Iscariote pero ella le prohibió decir algo y si el marqués lo sabía se hacía de la vista gorda, por esa razón el marqués decidió tomar las riendas de su casa al regresar del hospital ya que con los vicios de Bernarda y su mal comportamiento los esclavos se infiltraban en la casa y había un total descontrol.

Lo primero que hizo el marqués fue regresarle el dormitorio a Sierva María donde dormía la marquesa ya que Bernarda la había sacado para que fuera a dormir con los esclavos, cuando el llevo en brazos a Sirva Marías a la habitación ella

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