RESUMEN TRATADO DE LOS DELITOS Y LAS PENAS CESARE BECCARIA

AIFCF

TRATADO DE LOS DELITOS Y LAS PENAS

Cesare Beccaria - Resumen

MARIA FERNANDA ROSANO SANCHEZ

23/07/2012

El presente documento contiene un breve resumen y opiniones personales sobre la obra de Cesare Beccaria, “El Tratado de los Delitos y las Penas” con fines educativos.

INDICE

INTRODUCCION

DESARROLLO DEL TRATADO

CONCLUSIONES Y OPINION PERSONAL

BIBLIOGRAFIA

INTRODUCCION

Esta obra fue escrita y puesta al público en el año de 1764; en ella se expresa el sufrir y la forma de vida de un pueblo en espera de la justicia y su libertad. Nos enseña variantes y propuestas para que, en algún futuro, se vieran realizadas y que la vida fuese mas prospera. Hoy en día, después de tantos años, aun nos sentimos identificados con lo que expresa esta obra, aun buscamos nuestra libertad y seguimos persiguiendo la justicia. Dando así a entender que la situación, en lo que a derechos humanos y garantías constitucionales se refiere, sigue siendo la misma.

Veremos como el hombre que aun no logra integrarse a una sociedad debe de abandonar ese rol para convertirse en un ciudadano que deberá de regir su comportamiento y forma de vida en base a una ley; que si bien no surgió para castigar, nació para guiar las conductas de los individuos. Así, cada miembro de esta asociación no deberá temer de perder lo suyo.

Hay que destacar varios puntos que Beccaria trata en esta obra; orígenes de la pena, si los castigos que impone son justos, ¿existirá realmente una prevención del delito?, ¿podrá materializarse la idea de la readaptación social?

DESARROLLO DEL TRATADO

CAPITULO I Origen de las Penas

Desde la antigüedad, el hombre primitivo se ha basado en la ley de el mas fuerte para sobrevivir a las diferentes adversidades que se le han presentado durante toda la historia; hacían guerras, batallas, usaban la violencia como ley suprema y así conseguían víveres, un techo donde vivir, etc.

Conforme fue avanzando el tiempo y a la par de su evolución, el hombre se canso de ser violento y creo las leyes; normas que mantenían la armonía social y por ende mejoraban la convivencia, controlaban las conductas de los demás individuos, etc.

Pero para que esto fuese una realidad era necesario que todos obedecieran estas leyes y así se formaría un estado soberano. A los infractores que corrompían la armonía social se les impondría un castigo

CAPITULO II Derecho de Castigar.

La inviolabilidad de la seguridad y la libertad proporcionada a los gobernados es proporcional a que tan justas serán las penas. Pero así como los individuos se reunieron para crear y obedecer las leyes, hubo otros más que también se reunieron para crear guerras contra las mismas.

Esta misma necesidad obligo a los hombres a ceder una parte de su libertad y la suma de estas da origen al Derecho de Castigar (coercitividad) todo lo restante es abuso y no justicia.

Las penas se harán valer solo en casos de absoluta necesidad.

CAPITULO III Consecuencias

1.- El legislador es el único que puede crear las leyes, por ende también impone las penas. Ninguna otra autoridad puede modificarlas a su voluntad, debido a al proceso de creación de leyes que debe respetarse.

2.- Ante la ley todos los individuos son iguales. Tan iguales que podrán establecerse normas generales, y si alguien no las obedece, se deberá acudir ante un magistrado quien impondrá la pena adecuada siempre apegándose a la ley.

3.- El estado prefiere gobernados “felices” a que tuviesen un descontento y así iniciarse las guerras.

CAPITULO IV Interpretación de las Leyes

Se explica que los jueces de lo penal o criminales no pueden interpretar las leyes, debido a que esta función es exclusiva de los legisladores. Beccaria señala que en todo delito debe de hacerse por el juez un silogismo perfecto.

La justicia no es sinónimo de perfección, debido a que los que la interpretan y crean son humanos. Es por eso que si bien el juez no puede interpretar, debe de hacerlo lo mas cercano posible.

CAPITULO V Oscuridad de las Leyes

Si bien es grave que las leyes sean interpretadas por una autoridad la cual no le compete, es aun mas grave que estén escritas en un lenguaje extraño y muy poco común a los gobernados. Esto se ve reflejado a aquel que comete un delito debido a la incomprensión de las leyes.

Entre mas gente entienda el significado de las leyes y sus consecuencias, habrá un menor índice de delitos cometidos. Es por eso que se recomienda que la ley sea enseñada a todo el pueblo.

CAPITULO VI Proporción entre los delitos y las penas

En los capítulos anteriores se expone que la imparcialidad de los jueces debe de ser adecuada debido a que no todos los delitos tienen las mismas consecuencias. Esto se traduce a que en cuanto mayor sea el delito mayor será la sanción correspondiente.

Existe una escala de penas en donde el escalón más pequeño es cuando se daña a un miembro de la sociedad, y el más grande es cuando se daña a la sociedad entera.

Así también debería de existir una escala de penas que serán proporcionales

El pueblo también debe de estar de acuerdo con las penas.

CAPITULO VII Errores en la graduación de las Penas

Beccaria hace énfasis en que el Derecho debe de ser entre los mismos hombres y no tener relación alguna con Dios. Así mismo, algunos opinan que la graduación de los delitos debe de ser relacionada a la gravedad del pecado. Sin embargo esta afirmación resulta ser errónea.

La gravedad del pecado reside en el corazón de quien lo cometió, y el resto no puede medir o cuantificarlo. El único apto para esto seria Dios, y la ley no esta basada en lo que el ser humano siente sino en lo que hace. Más si esto fuese realidad se tendrían que hacer distintos códigos y delitos ya que hay una gran variedad de religiones y creencias.

CAPITULO VIII División de los delitos

Los delitos se miden desacuerdo al daño a la sociedad. En base a esto, se dividen en:

1.- graves: destruyen a la sociedad o quien la representa

2.- personales: se interrumpe la forma de vida de algún miembro (seguridad, bienes, etc.)

3.- Por obligación: aquellos que no acatan lo que sus obligaciones les mandan.

CAPITULO IX Del Honor

En este capitulo se comenta que hay una diferencia entre leyes civiles y morales. Las dos son seguidas por el hombre, pero la última es más enfocada hacia lo subjetivo, creencias, costumbres, etc.

Las leyes civiles son para todos los hombres en general sin excepción; se encuentran en códigos estatales y federales. Y no irrumpen contra alguna religión o costumbre.

CAPITULO X De los Duelos

Los duelos son considerados hoy como disputas o guerrillas que nacieron de la anarquía de las leyes. (No estado, no religión, no nación) la historia tiene bien definidos sus duelos y el porque se luchaba. El hombre primitivo luchaba para conseguir alimento y poder. Los romanos echaban a los gladiadores a la arena para pelear por su libertad, y así entre otros duelos importantes. Hoy en día podemos ver pueblos luchando por esa misma libertad y son aplastados por la autoridad de sus gobernantes. O inclusive vemos países primer mundistas luchar en conjunto o contra ellos, pero estos para conseguir bienes, tierras, riquezas, etc.

CAPITULO XI De la Tranquilidad Pública.

El pueblo manifiesta su descontento atraves de manifestaciones, creación de grupo de protesta, etc. Todo esto para que sus gobernantes las escuchen y promuevan acciones para enmendarlas. Pero estas manifestaciones deberán de ser pacificas, ya que si no volveríamos a los duelos de el capitulo anterior.

Esto es una fiel expresión de las garantías constitucionales establecidas en la Carta Magna. Sin embargo, el hacer valer las mismas no significa alterar o pasar por encima de las garantías de los demás.

CAPITULO XII Fin de las Penas

Las penas son sanciones impuestas por el legislador por haber cometido algún delito. El fin de ellas. Esto nos recuerda a “nullum crime sine pena” No puede haber pena si no se ha cometido un delito.

El fin de las penas es que el sujeto que cometió el hecho ilícito, no vuelva a cometerlo y así también que los ciudadanos no lo hagan.

Estas penas no deberán de ser físicas (maltrato, tortura, mutilación, etc.) podrán privar la libertad en los conocidos centros de reclusión, o inclusive el arresto domiciliario, que se le prohíbe al individuo salir de su domicilio.

Beccaria no buscaba que las penas fuesen justas, sino que se lograra una prevención y readaptación del reo.

CAPITULO XIII De los testigos

Cuando un ciudadano comete un delito, deberá de pasar por un proceso penal, en el cual se llevara acabo un juicio, donde podrá presentar pruebas y testigos en su defensa. Los testigos pueden ser cualquier persona racional y actuar objetivamente. Así mismo es necesario que haya más de 2 testigos.

CAPITULO XIV Indicios y Formas de Juicios.

Beccaria maneja en su discurso que cuando se le acusa a alguien de haber cometido un delito debe de comprobarse. Es aquí donde pueden entrar las pruebas, pero deberán de ser verídicas,

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