Recensión del libro “Sobre la muerte y los moribundos”

TANATOLOGÍA

Tarea 9

Recensión del libro “Sobre la muerte y los moribundos” [pic 1]

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Recensión del libro “Sobre la muerte  y los moribundos”

1. Presentación del contenido general por capítulos:

El libro de Elizabeth Kubler Ross,  nos habla sobre los aspectos emotivos que sufre el ser humano cuando se enfrente con la muerte. Elizabeth nos brinda una propuesta de una serie de fases por la que pasa el proceso del duelo, haciendo hincapié no solo a la persona que se va de esta vida, si no de las que quedan llorando, mediante los doce capítulos nos propone una serie de alternativas que pueden ser utilizadas para quien ha pasado por una enfermedad terminal o por quien ha tenido que vivirla.

En el primer capítulo explica claramente sobre el miedo al que se enfrenta una persona enferma antes de morir, y nos da un panorama general sobre las culturas que hace tiempo y aun en la actualidad miran a la muerte como algo “malo” o simplemente como un tabú. Nos sugiere también que sepamos y divulguemos a todas las personas que antes de morir arreglemos nuestros asuntos pendiente, para no dejarles problemas a los deudos, así el enfermo descansará y los familiares y personas cercanas quedaran tranquilos y sin preocupaciones.

El capítulo dos habla sobre la actitud hacia la muerte y los moribundos, de cómo las religiones se han encargado de divulgar que el sufrimiento en la tierra es necesario para ganar un lugar en el cielo, cosa que para muchos podría ser cierto pero para otros tantos no.

Del capítulo tres al capítulo siete nos desglosa las etapas del proceso de duelo, la primera fase del proceso de duelo viene marcado como Negación y soledad. Aquí nos muestra a grandes rasgos el trayecto del enfermo y la familia ante la enfermedad o alguna situación cercana a la muerte. Aquí comienza el viacrucis, la incertidumbre y el miedo se apodera de la persona enferma. La segunda fase es Ira, describe la reacción de enojo, molestia, irritación, según Elizabeth en esta fase el enfermo se muestra agresivo y generalmente lo hace con sus queridos, con el personal de salud. La tercera fase es el Pacto o Negación esta fase implica el acercamiento a la aceptación de la muerte, se caracteriza principalmente por que el enfermo a menudo pide en sus oraciones que dios lo mantenga con vida hasta que cumpla “lo prometido” o bien para el enfermo hacer algo por su comunidad para quedarse tranquilo. La cuarta fase es la Depresión en esta fase el enfermo pierde el interés por el mundo que lo rodea, le molesta la vitalidad que muestra lo que se mueven a su al rededor esta postrado y no tiene ganas ni de hablar. De luchar o de vivir. Y por último tenemos la quinta fase que es la Aceptación, esta es la última etapa del proceso, el enfermo al fin acepta y asume en paz su situación.

Estas etapas del proceso de duelo según la autora no llevan un orden, aunque este debería ser el curso ideal en el paciente en fase terminal, en el cual la actitud que asuma la gente que lo rodea puede ser de gran ayuda para de esta forma proporcionarle un ambiente cálido, afectuoso para llevarlo a un estado de ánimo que le produzca paz y tranquilidad.

La esperanza es un tema que se aborda en el capítulo ocho donde asumir el proceso de la muerte como cualquier otra etapa de la vida no cuesta trabajo, nos mostramos incrédulos y esperamos que nunca nos pase. El enfermo terminal en ocasiones se somete a nuevos tratamiento con la esperanza de tener el milagro de sanar, para salvar su vida, esta esperanza no acaba hasta pocas horas de morir. Los familiares o las personas que rodean al enfermo deben de ayudarlo a partir y despedirse de el en el momento que la esperanza por parte de familiares y del enfermo termina.

La familia del paciente es el capítulo nueve aquí muestra la importancia que tiene la familia en el manejo del enfermo terminal, todos los integrantes de la familia deben tomar un papel en el que su objetivo sea sobre llevar el proceso mas no tener lastima o sentimientos de culpa sobre el familiar enfermo. Es recomendable que los familiares más cercanos estén siempre dispuestos para el enfermo, pero por obvias razones ellos son lo que deberán de contar con mejor salud, la responsabilidad casi siempre recae en la esposa, y los hijos mayores.

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