Reporte de Lectura “Liderazgo” de Juan Mateo y Jorge Valdano

Universidad del Valle de México

Hugo Alberto Quiroz Martínez Escobar                                     No. de Cta.- 03243219

Reporte de Lectura

“Liderazgo” de Juan Mateo y Jorge Valdano

Introducción

Influir en las voluntades, los intereses y los deseos de un grupo de personas dentro de un mundo en permanente transformación es un arte sutil.

La distancia que separa al triunfo del fracaso es insignificante. He aquí donde entra el líder; el cual a través de sus experiencias, métodos y herramientas, le facilitan el trabajo de seducir a los demás.

El líder es un hombre que vive bajo vigilancia, que está sólo ante el peligro, y que no se le admite el desánimo. Estas no son problemáticas, sino condiciones indispensables que sirven para que surja el verdadero liderazgo.

Visión

Nadie triunfa sin sentir la pasión de crear futuro y, en esa pasión es donde encontramos nuestros más anhelados deseos y la fuerza necesaria para conseguirlos.

Una visión define y concreta nuestras metas; permitiéndonos visualizar anticipadamente la imagen exacta de nuestro éxito. Se trata, por lo tanto, de un viaje de la imaginación al mundo de los deseos, con el fin de movilizar los sentimientos en busca de una imagen de la que seremos protagonistas en un plazo determinado.

Como se lidera sobre realidades y no sobre ideales; conviene tener una visión total, una visión de 360° de lo que planeamos y de lo que existe y como se puede y va transformando.

La visión es, entonces, la definición de nuestro futuro construida sobre nuestros deseos más elevados. Llegar a esta definición es básico, pues no olvidemos que es “en el futuro donde vamos a pasar el resto de nuestros días”. El sueño es un detector de oportunidades, preparado para cazar cualquier posibilidad que entre en la órbita de las aspiraciones.

Cuando la gente no puede inventarse o reinventarse a sí misma tiene que limitarse a actitudes prestadas, ideas de segunda mano, adaptarse en lugar de destacar.

Es por eso que ser autentico es literalmente ser su propio autor, descubrir las propias energías y deseos innatos para poder traducirlos en una manera actuar alineada con ellos.

Los sueños se agotan y necesitan ser renovados; es por eso que viene la frase: “convertir cada paso en una meta y cada meta en un paso”. Siempre hay algo que alcanzar, algo que superar, algo que cambiar, algo que innovar o algo que inventar; y sólo visionándolo primeramente es como se trabaja para conseguirlo.

Comprender las preguntas ¿por qué y para qué? Sirve para encontrar un nuevo sentido a los actos. Ver el final del camino y saber hacia dónde se va; y no llevarse por los acontecimientos a donde ellos quieren llevarlo.

Podemos hacer una promesa y mantenerla; o establecer una meta y trabajar para alcanzarla. Al comprometernos y mantener nuestros compromisos empezamos a establecer una integridad que nos proporciona la conciencia de autocontrol, el coraje y la fuerza de aceptar más responsabilidades.

La visión proporciona un sistema para tomar decisiones. Conociendo la meta u objetivo, las decisiones son más sencillas; todas van encaminadas a conseguir o alcanzar la meta común.

Hacer partícipe al grupo de una visión significa compartir la responsabilidad; hacerlos sentir el orgullo de pertenecía y brindarles una cierta autonomía que le dé un nuevo impulso al proyecto. En el fondo, las decisiones son las sucursales que a corto plazo tiene la visión.

La visión es, entonces, una casa sin ladrillos; visualizar el fin incluso antes de poner los medios. Un ser humano, o un equipo, necesita dar sentido a lo que hace; tener claro el “porqué” y el “para qué” de los actos que componen su actitud cotidiana.

Definir claramente hacia donde nos dirigimos no evita los tropiezos y las inevitables caídas; pero aporta fuerzas para levantarse y seguir. El sueño no es un lugar para quedarse, sino un motor que nos pone en marcha.

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La receta para la visión perfecta consta de:

• No se ponga límites.
• Determinar los valores.
• Nunca expresar la visión en cifras.
• Definir la visión por el líder solamente.
• La visión debe ser compartida y aceptada.
• La visión debe ser amplia y detallada.
• La visión debe ser positiva y alentadora.

El líder es un ser humano autentico, que se conoce a sí mismo, se acepta a sí mismo, y hasta se admira a sí mismo. Es un seductor que practica el arte de convencer. Su primera materia prima es la CAPACIDAD DE SOÑAR ya que el que sueña se seduce a sí mismo.

El Liderazgo

Un líder es, ante todo, un seductor. Alguien que consigue persuadirnos conjugando capacidades y voluntades en busca de un fin que nos proporcione sentido y satisfacción.  Consigue equilibrio haciendo de la diversidad de talentos algo complementarios y útil.

Seducir es convencer y, para eso, además de la fascinación, se necesita ser creíble.

• La credibilidad no se regala si no se impone (manifiesta) a través del conocimiento su transmisión.
• La credibilidad se usa para mantener el proyecto siempre en permanente estado de alerta; es decir, estar vivo.

El liderazgo es el arte de combinar seducción y organización, es decir, gestionar voluntades y desestabilizar la rutina.

El líder debe de liberar a sus seguidores del aburrimiento y, en consecuencia, de la desmotivación que genera la falta de retos y entusiasmo en su quehacer diario.

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