Resumen: Aguacates Juan

Resumen: Aguacates Juan

El título del libro “Aguacates Juan”, puede hacerse pasar por desapercibido por las personas que exigen literatura de un alto contenido léxico, gramatical y artístico. Sin embargo, todo hábil lector curioso y experimentado, tiene la humildad de saber que se pueden encontrar grandes tesoros literarios en libros con títulos tan elementales como este. Con un nombre tan común como “Juan” y usando una de las frutas más deseada por la gastronomía dominicana, el autor toma al lector por sorpresa, dejando ese deseo de querer seguir leyendo capitulo tras capitulo.

“Aguacates Juan”, cuenta la historia de cómo un humilde campesino, con el atrevido y riesgoso sueño de querer lazarse a tomar ese abismal paso, que todo buen dominicano le llamaría “del campo a la ciudad”, para poner un negocio de lo que más le apasiona y todas las contrariedades que se encuentra en el camino. Sería fácil decir: “¿Pero qué tan difícil puede ser poner un negocio?”, sin tener en consideración ni la mas mínima de las dificultades que pueden surgir, tales como: las ñoñerías del cliente, la competencia, la estrategia de ventas, la calidad del producto entre otras, que nuestro personaje principal tuvo que lidiar.

Uno de los hechos más destacado y relevante en esta historia fue cuando Juan, se encontró con el problema de que sus aguacates estaban siendo confundidos con los de otros vendedores. El problema era grande, ya que Juan se destacaba por la calidad y garantía de sus productos, haciendo que sus clientes le fueran fieles. Al confundir, los aguacates con los de la competencia, que eran de menor calidad, los clientes se enojaban y reclamaban el cambio por mejores aguacates.

El problema persistió hasta que la familia decidió identificar los aguacates con una etiqueta, creando “una marca” informal que le serviría a los clientes para saber cuáles eran los aguacates de Juan y no los demás.

Esta decisión pudiera parecer bien simple y hasta intuitiva, pues seria “lo mas lógico” de hacer en esta situación. Pero la realidad es otra. En el sector informal lo que más carece es esa distinción entre los productos. En sentido general el cliente busca lo más barato y los productores se esfuerzan muy poco por ofrecer calidad, ya que la competitividad entre los precios es muy fuerte. Sin embargo, siempre existen esos clientes exigentes que están dispuestos a pagar un chin extra solo con estar más seguro de lo que van a recibir. Esta es una de las tantas decisiones y dilemas que los dueños de negocios tienen que enfrentar.

Pudiéramos decir, que historias de éxitos como en los Estados Unidos: Bill Gates; en México: Carlos Slim; y en Rep. Dom: Pepín Corripio; solo por mencionar algunos, son los ejemplares de facto para motivar a los jóvenes y emprendedores a luchar por sus sueños. Sin embargo, no podemos ignorar

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