Resumen De Mexico Barbaro

CAPITULO I: LOS ESCLAVOS DE YUCATÀN

El verdadero México es un país con una Constitución y leyes escritas tan justas en general y democráticas como las de Estados Unidos; pero donde ni la Constitución ni las leyes se cumplen.

Fue un país sin libertad política, sin libertad de palabra, sin prensa libre, sin elecciones libres, sin sistema judicial, sin partidos políticos, sin alguna garantía individual y sin libertad para conseguir la felicidad; algo muy similar a la actualidad política en el país

México fue una tierra donde la gente era pobre porque no tenia derechos, donde el peonaje era común para las grandes masas y donde existía la esclavitud

Los amos se dedicaban a comprar o engañar a los visitantes, se les conducía por una ruta preparada para que no conocieran la verdad y vieran que los esclavos no eran tales. Los hacendados no llaman esclavos a sus trabajadores, se refieren a ellos como “obreros”, especialmente cuando hablan con forasteros.

Los hacendados yucatecos de ese tiempo consideraban que era dueños absolutos del cuerpo de un hombre y que este podría ser trasferido a otro, también pensaban que eran poseedores del derecho a aprovechar lo que quisieran de ellos, matarlos de hambre castigarlos asesinarlos etc. No llamaban esclavitud a su sistema, lo llamaron servicio forzoso por deudas.

Se aprovechan de todos a los que pueden engañar para convertirlos en esclavos por diversas formas. Entre los esclavos de Yucatán hay 10 mayas por cada yaqui, los primeros mueren en su tierra, pero los yaquis son desterrados y separados de toda su familia.

CAPITULO II: EL EXTREMINIO DE LOS YAQUIS

Los yaquis de Sonora, eran deportados por orden del presidente Porfirio Díaz a Yucatán.

Los yaquis eran personas sumamente trabajadoras y pacíficas; formaban parte de la nación mexicana hasta que fueron incitados por el gobierno, al querer quitarles sus tierras, a tomar las armas.

Esta guerra fue larga y terrible, muriendo en ella miles de personas; a su término los yaquis que se habían rendido recibieron territorios en el norte de la República, resultando ser una zona desierta y uno de los lugares más deshabitados de América.

CAPITULO III: EN LA RUTA DEL EXILIO

Los yaquis deportados a Yucatán, abordadan un barco de guerra del Gobierno hasta el puerto de San Blas. Después de cuatro o cinco días desembarcan y eran conducidos a pie desde San Blas a Tepic y desde Tepic a San Marcos, de quince a veinte días de viaje.

Durante el camino se desintegraban las familias, a las mujeres se les quitan a sus maridos y a sus hijos y se les dan hijos de extraños y cuando ya los empiezan a querer también se los llevan. Muchos de los yaquis capturados morían en el camino y por lo menos dos tercios de los que sobreviven mueren en los primeros doce meses de trabajo, en las fincas henequeneras como esclavos.

A los hombres se les encerraba durante toda la noche y a las mujeres se les obligaba a casarse con chinos o con mayas

CAPITULO IV: LOS ESCLAVOS CONTRATADOS DE VALLE NACIONAL

En Valle Nacional todos los esclavos, con excepción de muy pocos, rinden tributo a la tierra en un lapso de un mes a un año, aunque la mayor mortalidad ocurre entre el sexto y el octavo mes, esto como consecuencia de la forma en que los hacen trabajar, el modo de azotarlos y de matarlos de hambre

Los esclavos no son llamados así por los hacendados, son llamados trabajadores contratados; desde el momento en que entran a Valle Nacional se convierten en propiedad privada del hacendado y no existe ley ni gobierno que los proteja.

Hay dos formas de llevar al trabajador a Valle Nacional: por conducto de un jefe político, o bien, a través de un “agente de empleos”.

Valle Nacional era conocido como el peor centro de esclavitud en todo México y probablemente el peor del mundo.

CAPITULO V: EN EL VALLE DE LA MUERTE

A Valle Nacional también se le conoció como el Valle de la Muerte, todos los individuos a quienes arrestaban iban a Valle Nacional... todos, menos los ricos.

Inicialmente debido a su gran belleza los españoles lo conocían como Valle Real, pero después de la independencia de México, el nombre fue cambiado por el de Valle Nacional.

Son los españoles quienes golpeaban a la gente hasta hacerlos morir, todas las haciendas tabaqueras pertenecían a españoles, menos una o dos.

CAPITULO VI: LOS PEONES DEL CAMPO Y LOS POBRES DE LA CIUDAD

Por lo menos en 10 de los 32 estados y territorios de México la mayoría de los trabajadores eran esclavos, aproximadamente el 80%, mientras que el 20% restante estaba integrado por trabajadores libres, quienes Vivian una existencia precaria en su esfuerzo por esquivar la red de los enganchadores y cuya vida era sumamente difícil y casi igual a la de un esclavo.

La deuda real o imaginaria, es el nexo que ataba al peón con su amo. Las deudas fueron transmitidas de padres a hijos a través de generaciones. Por lo regular, no recibieron un solo centavo en efectivo, sino en vales de crédito

CAPITULO VII: EL SISTEMA DE DÌAZ

La esclavitud y el peonaje en México, la pobreza, la ignorancia y la postración general del pueblo se deben a la organización financiera y política que rigió en México; el “sistema” del Gral. Porfirio Díaz.

Mientras éste prometía respetar las instituciones progresistas que Juárez y Lerdo habían establecido, instituyó un sistema propio, en el que su propia persona era la figura central y dominante.

Porfirio Díaz era el Estado.

Bajo su gobierno, la esclavitud y el peonaje se restablecieron sobre bases más inmisericordes que las que existieron en los tiempos de los españoles. Este fue el sostén principal de la esclavitud, aunque existían otros más infiltrados sin los cuales el sistema no hubiese funcionado

Los intereses de los norteamericanos constituyeron la fuerza determinante para la esclavitud en México

Díaz permaneció en el poder durante más de 34 años; mediante la fuerza militar y la policía controló las elecciones, la prensa y la libertad de palabra e hizo del gobierno popular una farsa. Díaz con la finalidad de obtener apoyo para su Gobierno se dedicó a repartir los puestos públicos, los contratos y los privilegios especiales de diversa índole

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