Resumen México bárbaro
sebastiandaniel11 de Junio de 2012
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INTRODUCCIÓN
Es la época de Porfirio Díaz; un momento en que la historia del pueblo mexicano llegó a una esquina del tiempo, y se empezó a cuestionar un sistema de gobierno que mantuvo a todo un pueblo sometido a una dictadura de 30 años.
Este resumen se hace dos profecías:
"México está a punto de iniciar una revolución a favor de la democracia" y
"los Estados Unidos intervendrán con fuerzas armadas, si es necesario, para sostener a Díaz o a un sucesor dispuesto a continuar su asociación especial con el capital norteamericano".
Ambas profecías se cumplieron. Es un amplio reportaje sobre la situación política y social de México durante el ocaso de la larga dictadura de Porfirio Díaz. A través de sus viajes por la República Mexicana, sus entrevistas, sus investigaciones, y haciéndose pasar de incógnito por un empresario norteamericano y millonario, John Kenneth Turner expone el estado esclavista que sometió a la mayoría de la población indígena y mestiza del país en pleno siglo XX: los “trabajadores-esclavos” debían someterse a los maltratos físicos, las largas jornadas de trabajo sin descanso, a condiciones de vivienda y alimentación precaria que generalmente los conducían a la muerte a corto plazo, a los engaños para ser “contratados-secuestrados” y a los abusos de poder por parte del mismo gobierno para robarles sus tierras de tradición milenaria.
CAPITULO I: Los Esclavos de Yucatan
Narra las primeras experiencias que tuvo en México, específicamente en la península de Yucatán. Llegó ahí pretendiendo ser un inversionista adinerado para adentrarse en negocio henequenero, tras oír estos increíbles rumores de que aun existía esclavitud en América.
La manera en que los "magnates del henequén", (planta cultivada durante siglos en la región), hacían trabajar en las grandes haciendas a indios mayas y yaquis mandados desde el norte del país por el mismo el gobierno, desterrándolos y arrebatándolos de sus familias. Eran forzados a trabajar jornadas excesivas e inclusive podían ser comprados y vendidos. Era el trabajo de estos esclavos los que hacían de Merida, Yucatán una de las ciudades más bellas y ricas del país, pero a un costo inhumano.
Los norteamericanos llaman a México “nuestra república hermana”, república muy parecida a ellos o eso es lo que creen, pero el verdadero México es un país con una Constitución y leyes escritas tan justas en general y democráticas como las de Estados Unidos; pero donde ni la Constitución ni las leyes se cumplen. Es un país sin libertad política, sin libertad de palabra, sin prensa libre, sin elecciones libres, sin sistema judicial, sin partidos políticos, sin alguna garantía individual y sin libertad para conseguir la felicidad. Durante más de una generación no ha habido lucha electoral para ocupar la Presidencia, el Poder Ejecutivo lo gobierna todo por medio de un ejército permanente. Es una tierra donde la gente es pobre porque no tiene derechos, donde el peonaje es común para las grandes masas y donde existe esclavitud, no adora a su Presidente.
Los esclavistas se dedicaban a comprar o engañar a los visitantes, así se les llenaba la cabeza de falsedades y se les conducía por una ruta preparada para que no conocieran la verdad y vieran que los esclavos no eran tales.
Existen 50 reyes del henequén que viven en ricos palacios en Mérida y muchos de ellos tienen casas en el extranjero. Viajan mucho, hablan varios idiomas y con sus familias constituyen una clase social muy cultivada. Todo Yucatán depende de estos reyes del henequén, pues dominan la política del Estado y poseen miles de esclavos: 8 mil indios yaquis, importados de Sonora, 3 mil chinos (coreanos) y entre 100 a 125 mil indígenas mayas, que antes poseían las tierras que ahora dominan los amos. El precio corriente de cada hombre era de $400, aunque los hacendados pagan solamente $65. Don Enrique Cámara Zavala, presidente de la Cámara Agrícola de Yucatán, explicó que a su sistema no lo llaman esclavitud, lo llama servicio forzoso por deudas; todo lo que se necesita es lograr que algún obrero libre se endeude a través de prestamistas o negreros y con el pretexto del pago de deudas, el obrero es esclavizado de por vida, al igual que su familia. La esclavitud es el peonaje llevado a su último extremo a pesar de que la Constitución se opone a ello.
Capítulo II. El exterminio de los yaquis.
Los yaquis eran "indios" mandados del norte, conocidos por ser los más fuertes, resistentes y confiables. A los norteamericanos del norte, dueños de los ferrocarriles, les molestaba que fueran exiliados para llevárselos a trabajar a Yucatán, pues los consideraban excelentes trabajadores. Ellos no los llamaban indios en el concepto norteamericano, pues éstos no son empleados.
El exterminio de los yaquis empezó con la guerra y el fin de ellos se está cumpliendo con la deportación y la esclavitud. El pueblo yaqui no han sido nunca salvajes, siempre fueron un pueblo agrícola; descubrieron y explotaron minas; construyeron sistemas de regadío; edificaron ciudades de adobe; sostenían escuelas públicas, un gobierno organizado y una fábrica de moneda. Son los mejores trabajadores de Sonora, honesto, trabajador y pacífico; un trabajador yaqui vale por dos norteamericanos y tres mexicanos, pues el yaqui tiene un admirable desarrollo físico, con hombros anchos, pecho hondo, piernas nervudas y cara curtida. El yaqui típico es casi un gigante y su raza es de atletas. Los españoles no pudieron subyugarlos completamente y después de 250 años de conflicto, llegaron a concertar la paz y les cedieron una parte del territorio con títulos de propiedad, los cuales fueron respetados por 150 años por los gobernantes y jefes de México hasta llegar Díaz.
Capítulo III: El Exterminio de los Yaquis
El exterminio de los yaquis empezó con la guerra y el fin de ellos se está cumpliendo con la deportación y la esclavitud. El pueblo yaqui no han sido nunca salvajes, siempre fueron un pueblo agrícola; descubrieron y explotaron minas; construyeron sistemas de regadío; edificaron ciudades de adobe; sostenían escuelas públicas, un gobierno organizado y una fábrica de moneda. Son los mejores trabajadores de Sonora, honesto, trabajador y pacífico; un trabajador yaqui vale por dos norteamericanos y tres mexicanos, pues el yaqui tiene un admirable desarrollo físico, con hombros anchos, pecho hondo, piernas nervudas y cara curtida. El yaqui típico es casi un gigante y su raza es de atletas. Los españoles no pudieron subyugarlos completamente y después de 250 años de conflicto, llegaron a concertar la paz y les cedieron una parte del territorio con títulos de propiedad, los cuales fueron respetados por 150 años por los gobernantes y jefes de México hasta llegar Díaz.
Esta guerra fue larga y terrible, muriendo en ella miles de personas; a su término los yaquis que se habían rendido recibieron territorios en el norte de la República, resultando ser una zona desierta y uno de los lugares más inhóspitos de América, por lo que se vieron obligados a mezclarse con pueblos cercanos perdiendo así parte de la tribu yaqui su identidad. Son estos yaquis pacíficos a los que se aprehende y se deporta a Yucatán, siendo vendidos en ese lugar y apropiàndose las autoridades del gobierno del estado de Sonora todos sus bienes, resultando estos yaquis una gran inversión.
CAPITULO IV: Los esclavos contratados de Valle Nacional.
Las causas de las extremosas condiciones de Valle Nacional es geográfica: es una honda cañada de tres a diez kilómetros de anchura, enclavada entre montañas casi inaccesibles, en el más extremo rincón al noroeste de Oaxaca. El Hule es la estación ferroviaria más próxima y no hay ninguna otra ruta para entrar ni para salir, pues las montañas tropicales que lo rodean están cubiertas por una impenetrable flora y fauna salvaje. El río Papaloapan se encuentra cerca, pero se necesita ser un gran nadador para cruzarlo. En la entrada al valle hay cuatro pueblos: Tuxtepec, Chiltepec, Jacatepec y Valle Nacional, todos situados a orillas del río y todos ellos provistos de policías para cazar a los esclavos, quienes reciben a cambio un premio de diez pesos si los devuelven a sus amos.
Capítulo V: En el Valle de la Muerte
Debido a su gran belleza, Valle Nacional fue llamado Valle Real por los primeros españoles; pero después de la independencia, el nombre fue cambiado por el de Valle Nacional. Treinta y cinco años antes esas tierras pertenecían a los indios chinantecos, tribu pacífica, entre quienes las dividió el Presidente Juárez. Cuando Díaz subió al poder olvidó dictar medidas para proteger a los nativos contra algunos hábiles españoles que azotan a sus esclavos, de modo que en pocos años los indios se habían quedado sin sus tierras.
Antonio Pla, probablemente el monstruo humano principal del Valle es el gerente general de Balsa Hermanos y por tanto vigila el movimiento de 12 grandes haciendas. El movimiento anual de esclavos era de 15 mil y Pla aseguraba que aunque mataran a los trabajadores, las autoridades no intervendrían.
Féliz Díaz, pariente del presidente Díaz y enganchador por excelencia, es el claro ejemplo de que las autoridades están profundamente involucradas en el manejo y venta de esclavos, la explotación y asesinato de una gran mayoría de la población mexicana.
Logró observar la vida de los esclavos en las haciendas tabacaleras, y confirmó los rumores de algo que al principio no hubiera podido creer. Valle Nacional era mucho peor que Yucatán. Llevar a alguien a la cárcel era la vía más fácil de hacer que terminaran trabajando en el
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