Resumen crítico de El Hobbit Crítica de El Hobbit de JRR Tolkien

Práctica de Periodismo Cultural

Crítica de El Hobbit de JRR Tolkien

Una aventura mágica

Título original: The Hobbit

Autor: J.R.R. Tolkien

Traducción: Manuel Figueroa

Año de publicación original: 1937

Año de publicación de esta edición: marzo de 2002 (vigésima séptima reimpresión; primera en 1991)

Editorial: Ediciones Minotauro

Número de páginas: 310

Precio: 7,95 euros

Tolkien ha sido desde hace más de cincuenta años uno de los escritores más admirados y con más seguidores. Esto se ha visto acentuado últimamente con la aparición de La trilogía de El señor de los anillos llevada al cine por el director Peter Jackson que ha mostrado parte de las historias de Tolkien al gran público. Sin embargo, además de las aventuras de Frodo y del resto de la Comunidad del anillo, este escritor inglés nacido en Sudáfrica nos ha legado otras obras igualmente valiosas como El Silmarillion o El hobbit que supusieron el inicio de las aventuras en la Tierra Media.

Para los que no lo sepan, El hobbit es un libro escrito unos años antes que El señor de los anillos y en él se narra una aventura anterior a éste: el viaje de un grupo de trece enanos que, acompañados del hobbit Bilbo Bolsón y del mago Gandalf, parten para recuperar un tesoro de sus antepasados que está custodiado por un temible dragón. El argumento del libro es, pues, sencillo y se centra en la temática más tratada por Tolkien, es decir, la lucha entre el bien y el mal. A esta sencillez argumental se une un tono narrativo que toma el cariz de una narración infantil lo que provoca que la lectura del libro sea fácilmente entendible por todo tipo de lectores.

A priori se puede considerar El hobbit como una lectura o cuento infantil por ese tono del que hace gala, especialmente debido a la multitud de explicaciones realizadas mediante la apelación al lector. No obstante, el libro, al igual que los otros ya citados de Tolkien, tiene otras virtudes que lo hacen una lectura muy interesante para el público adulto. La principal de ellas es sin duda la de poder disfrutar de ese fantástico y fascinante mundo que describe el escritor, cuyo mayor mérito es el de haber podido crear una auténtica mitología.

Así, se dice que Tolkien, licenciado en Lengua y Literatura Inglesa y profesor de la Universidad de Oxford, no podía soportar que su país, Inglaterra, no contara con una tradición mitológica tan importante como la escandinava o la griega y que por ello decidió aglutinar en sus escritos la tradición medieval de hadas, magos, duendes, trolls o enanos de la cultura sajona. Y al parecer todo esto surgió de una frase que pasó por su cabeza: en un agujero en el suelo, vivía un hobbit, a partir de la cual empezaría sus relatos y que es precisamente la manera en que empieza este libro. No sabemos qué hay de verdad en esta leyenda alrededor del escritor, pero lo que sí es cierto es que Tolkien logró crear un universo mitológico muy coherente y complejo: con los distintos pueblos, lenguas, criaturas y parajes. Todo este mundo imaginario cuenta además con su propia Biblia, que es El Silmarillion, para muchos la obra cumbre de Tolkien que fue elaborada a partir de escritos y notas suyos por Christopher Tolkien, hijo de éste  y que publicó después de la muerte de su padre.

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