Tema soibre Los utiles de la infancia

LOS ÚTILES DE LA INFANCIA (MICHELET).

Para María Montessori un buen equilibrio motor es la condición de la concentración interior. Todos los muebles son a la medida de los niños, los platos son auténticos platos, los vasos también,  ya que la conquista de la motricidad y la libertad de movimientos merecen el riesgo de que se rompan algunos, caso que en la escuela donde generalmente laboramos no sucede ya que no todas las cosas están hechas a la medida de cada niño, sino que son hechas de manera estándar, como en una de las ocasiones que me ha tocado vivir, la cual fue que en mi salón había bancas binarias y pequeñas y los niños demandaban unas individuales ya que eran niños de sexto y muchos batallaban para sentarse porque no cabían muy bien.

El niño es capaz de dar a su persona los oportunos cuidados. Algunas semanas antes no hubiera sabido cómo hacerlo. Si el niño está cansado, si siente necesidad de desayunar, va a extenderse sobre la colchoneta, es el estadio llamado la cura.

Todo aquí está hecho a la medida del niño. Se mueve libremente en su universo de cosas verdaderas: nada de juguetes, sino esponjas, cubos, escobas, cepillos, vasos, cuchillos, platos. La experiencia demuestra que el niño mientras no ha llegado a hacerse dueño de un movimiento, recomienza incansablemente su aprendizaje.

En lo que respecta a una escuela pública el alumno no es capaz de darse un cuidado ya que el profesor es aquel que pone las pautas tal como las salidas al baño o a tomar agua, también es raro que el alumno se mueva libremente ya que todo se lleva a cabo de forma grupal, es decir que una actividad es para todos y se tiene que hacer de la misma manera, reduciendo así la libertad de exploración de cada niño.

Aunque se quiera dar la libertad de que cada niño elija lo que quiere aprender no se puede llevar acabo ya que el mismo sistema no lo permite, además de que los niños ya vienen automáticamente dependientes del maestro desde el preescolar.

En la escuela Montessori durante jornadas enteras se entrega a la actividad que le atrae: conquista un orden. Pronto el niño o la niña se arriesgará más allá del reducido limite, entonces se le propondrá otras actividades de desarrollo, cosa que no sucede en mi clase ya que tengo que llevar un ritmo y las actividades no siempre son del interés de todos, sin embargo las tienen que hacer, además muchos de los contenidos son más atractivos para unos que para otros o bien hay quienes se les dificultan algunas asignaturas y no por eso se va a destinar todo el tiempo para el entendimiento de la misma, se tiene un tiempo destinado para cada actividad y cada quien aprende según sus posibilidades y como se dice por hay un dicho quien aprendió aprendió y pues se continua con la siguientes actividad porque son muchos los contenidos y poco el tiempo, claro también hay ocasiones en donde podemos apoyar a aquellos más rezagados pero nuestra naturaleza como humanos no nos permite atenderlos del todos bien como lo requieren, en fin es una pincelada que les damos a los alumnos en cuento a conocimientos.  

No hay edades fijas en la escuela montessoriana; cada niño hace su propio progreso, lo contrario a lo que conocemos comúnmente, donde según la edad cada niño corresponde a un grado escolar y es donde podemos ver claros ejemplos de niños de nueve o diez años o más que aún no saben leer bien o aun no dominan las operaciones básicas, pero como ya tienen una edad avanzada tienen que estar en los grados más grandes que son cuarto, quinto y sexto.

Quizá se pudiera aplicar este método en la escuela pero sería muy difícil ya que se ha intentado y la principal dificultad ha sido que cuesta muchísimo trabajo impedir que los maestros intervengan cuando el pequeño queda desconcertado ante el error. Esto quiere decir que caemos en la piedad y comenzamos a ayudarlos y creo todos alguna vez lo hemos hecho al ver que los niños se frustran al no obtener el resultado deseado, o también los ayudamos cuando nos desesperamos al ver que no lo pueden hacer.

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