Tensión entre la realidad y la ilusión en cuentos basados en el tiempo cíclico de Jorge Luis Borges

Tensión entre la realidad y la ilusión en cuentos basados en el tiempo cíclico de Jorge Luis Borges.

Profesor: Antonio Ostornol

Alumno: Pedro Lettich

16/11/2020

   La verdad es que Jorge Luis Borges es un autor del cual cada cuento, por más corto que sea, tiene un nivel de detalle, mística, simbolismo impresionante, y por tanto, se le podrían dedicar fácilmente más de cinco planas al análisis de cada cuento de este autor. Nada sobra en sus cuentos, todo está minuciosamente planeado por Borges y cada palabra tiene un significado mucho más profundo del que se cree, por tanto, esta es una de las razones del porqué es tan complicada su lectura. Pero lo que concierne a este ensayo es analizar la tensión entre la realidad y la ilusión, las distintas dimensiones que se crean a partir de esto y como se ven reflejadas en los cuentos “Las ruinas circulares” “La muerte y la brújula” “El sur” y “El fin”. Antes del análisis integro de cada uno de estos cuentos se debe saber que Borges es un autor el cual cree en que el tiempo transcurre de forma cíclica, no lineal.

      Dejando atrás la complicidad del autor (ya que si se habla entendiendo a Borges, no habría tensión puesto que todo lo que ocurre en el cuento sería la realidad), se puede decir que en el cuento “Las ruinas circulares” hay una constante tensión entre la realidad y los sueños del Mago, debido a que éste anhela la creación de la vida mediante sus sueños “El propósito que lo guiaba no era imposible, pero sí sobrenatural. Quería soñar a un hombre: quería soñar con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad.” (pág. 58) el hecho de que Borges haya puesto la palabra “imponer” no es mera casualidad, se entiende por tanto, que el autor está al tanto que crear vida mediante un sueño es algo insólito y desacostumbrado, pero juega con el hecho de que el mundo de los sueños es algo tan inexplorado por el humano que tampoco resulta raro al leerlo (¿Quién no ha soñado con tener algún objeto y luego buscarlo al día siguiente?). Esta misión, es algo extremadamente fuera de toda realidad conocida por el humano, ¿Cómo es posible que se cree vida mediante los sueños? Es increíble como el autor logra cautivar de forma tan mística al lector, debido a que el mundo de los sueños es un mundo metafísico y difícil de entender, pero que todos lo han experimentado. Cada noche cuando vamos a dormir y soñamos, ¿Estamos soñando algo coherente o incoherente? ¿Los acontecimientos que soñamos suceden realmente? ¿Serán realidades alternativas u otra dimensión únicamente explorable mediante los sueños? ¿Por qué el tiempo cuando estamos durmiendo pasa más rápido? Por tanto, se entiende que la tensión entre la tensión existente es entre la realidad y los sueños, estos últimos representan una dimensión distinta, dónde el hombre crea su propia realidad y dónde todo es posible. Es así dónde estas dos dimensiones se juntan para formar parte de lo el Mago conoce como realidad.

   En oposición a lo que Jorge Luis Borges nos entrega anteriormente, dónde logra cautivar al lector con el hecho de que existan realidades paralelas o dimensiones distintas pero conectadas, esta ocasión no es así. El cuento “La muerte y la brújula” es de carácter policial, dónde solo existe una realidad. A pesar de esto, existe una tensión implícita con la realidad, ya que este cuente reprensenta el tiempo circular o cíclico en el que cree Borges, así como el protagonista busca pistas para conocer al asesino, el autor le deja pequeñas (pero evidentes) pistas de su pensamiento sobre la forma en la que transcurre el tiempo, así dando a entender mediante simbolismo como esto afecta a la realidad. Existe una creencia popularmente conocida como el karma, que consiste básicamente en que uno recibe lo que entrega, si yo hago algo malo a otra persona tarde o temprano recibiré un mal, y esto es justamente lo que ocurre en la trama. Las constantes referencias a laberintos, el hecho de que Lönrot haya encarcelado a el hermano de Scharlach y la posterior muerte de Lönrot simbolizan el tiempo circular. “De noche, mi delirio se alimentaba de esa metáfora: yo sentía que el mundo es un laberinto, del cual era imposible huir, pues todos los caminos, aunque fingieran ir al norte o al sur, iban realmente a Roma […]”  (pág. 169). En mi opinión, Borges hace un guiño al lector sobre que el dicho popular “Todos los caminos llevan a Roma” viéndolo desde el punto de vista de un creyente del tiempo cíclico se refiere a que: Hagas lo que hagas, siempre llegarás al mismo punto, todo se devuelve a su punto de origen.

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