Toma De Decisiones
stefanylp31 de Enero de 2014
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método científico consiste en la determinación de ciertos hechos o resultados a través de la observación de los fenómenos (no sólo en el sentido de ver detenidamente, sino de registrar sistemáticamente los hechos) y en la verificación con base en la observación continua. Una vez que los hechos se analizan y se clasifican, la ciencia busca relaciones causales para explicarlos. Estas generalizaciones se llaman hipótesis y son explicaciones preliminares con grado de credibilidad científica, que están sujetas a comprobarse mediante la experimentación. El método científico permite a la ciencia organizar sistemáticamente el conocimiento. El administrador debe aprender los principios, los métodos y la teoría de la disciplina administrativa para comprender el funcionamiento de los organismos sociales y, en esta medida, podrá dirigirlos o a las partes de ellos que les sean encomendadas para administrar.
En resumen, el método científico, como herramienta de apoyo desde el punto de vista cuantitativo, es una maravillosa herramienta de análisis para la toma de decisiones en la organización.
• . SIMILITUD #2 En el método científico, al momento de razonar, utiliza fases muy parecidas al de la toma de decisiones, por ejemplo Nos damos cuenta entonces que ambas analizan, evalúan, construyen y controlan durante sus procesos. Método Científico Toma de decisiones Observación Experimento y análisis Construcción de hipótesis Comprobación de estas Definición exacta del problema Análisis exhaustivo del problema Definición de alternativas Selección de la mejor alternativa Evaluación y control de la mejor alternativa
• 4. SIMILITUD #3 Según Ruiz (2007) el curso del conocimiento científico consiste en una sucesión ininterrumpida de problemas que surgen a partir de los resultados obtenidos en las investigaciones anteriores y se resuelven mediante el razonamiento y la experimentación. Partiendo de este razonamiento, se puede observar que, tanto la toma de decisiones, como el método científico, se basan en la investigación de un problema para llegar a una solución.
Análisis del problema
Los problemas forman parte de la vida diaria. Lamentablemente estamos abocados a enfrentar problemas -muchos de ellos inesperados- de forma sistemática, entre otras porque a pesar del avance tecnológico y de los métodos de obtención de información que existen en la actualidad, el nivel de incertidumbre sigue siendo muy elevado. Los cambios constantes en el entorno, debido a la influencia de diversos factores (de índole no solo económica, sino también política, social, institucional, administrativa, etcétera), hacen que surjan problemas a los que las empresas y los empresarios deberán encontrar soluciones que resulten efectivas y eficaces. Como es de suponer no todos los problemas tienen la misma magnitud y envergadura, de ahí que las medidas y acciones para enfrentarlos resulten de diferente nivel de complejidad. Además hay que tener en cuenta que estos no solo provienen del exterior, sino que al interior de la organización se generan también diversos tipos de conflictos que igualmente tienen que ser abordados por la dirección.
El análisis de problemas para la toma de decisión parte de determinadas circunstancias, siendo las más comunes:
1. La desviación con respecto a lo previsto o planificado: como se sabe un buen plan debe estar sustentado en indicadores que sirvan para realizar comprobaciones frecuentes del comportamiento real de las tareas respecto a lo estimado.
2. Desviaciones con respecto al comportamiento pasado: las empresas se supone que mejoren sus resultados de un año a otro, y en el peor de los casos que al menos se mantengan. Cuando las cifras y los datos muestran un retroceso no previsto son indicativos de que existen problemas.
3. Pérdida de clientes: una de las cosas más importantes para una empresa son sus clientes. Si se observa una "fuga o escape" de clientes es porque algo sucede, dentro de la empresa o en el exterior.
4. Observaciones del entorno: llegan en forma de mensajes, unas veces breves y con poca claridad y otras con fuerza, tanto por parte de los proveedores, los clientes, los competidores u otras entidades relacionadas directa o indirectamente con la empresa (por ejemplo, organización de consumidores).
Detectar problemas no siempre es una tarea fácil, entre otras, porque tal como sucede con las enfermedades algunos no se manifiestan abiertamente, sino que lo hacen cuando su efecto es bastante pronunciado. Por otra parte exige un constante proceso de observación, como si se estuviese en una guerra y no se pudiera perder de vista los pasos y movimientos del enemigo, pero esto demanda tiempo y recursos, así que la observación no es permanente y sistemática. La revisión y el análisis también son una buena vía para detectar posibles problemas, pero lamentablemente no siempre se le concede la importancia que merecen. Con una estrecha vinculación con lo anterior está el control, que a pesar de que a esta altura parece algo manido, en ocasiones se sigue realizando de forma extemporánea, amorfa y sin el rigor necesario.
De aquí que en su actividad los jefes están abocados casi constantemente a enfrentar los problemas y asumir decisiones. Forma parte de su día a día. Tal vez prácticamente todo el trabajo que realizan los conduce a la toma de decisiones sobre uno u otro asunto o problema relacionado con la organización. Sin embargo, para tomar decisiones se necesita disponer de información, sobre todo cuando se desea que lo que se decida resulte acertado. En definitivas, el proceso de toma de decisiones se basa en transformar la información -proveniente del entorno o de la misma organización- en acción, de ahí que el paso previo es la evaluación o análisis de la situación. El resultado que ofrece la comparación del comportamiento de la realidad con lo que estaba previsto, determinará la necesidad de adoptar determinadas acciones correctivas o rectificativas, aunque como se ha expuesto antes existen otras condicionantes de actuación. Para eso es que entre otras cosas existen los planes y sobre todo el control, para que pueda verificarse el nivel de cumplimiento y conocer en cada momento no solo si existen desviaciones, sino la causa de las mismas. Cualquier variación, incluso si resultase positiva, debe ser objeto de análisis y valoración por parte de la dirección.
De forma simplificada el proceso de toma de decisiones en base al Plan se puede esquematizar de la siguiente manera:
Por su importancia, complejidad y trascendencia, al proceso de toma de decisiones se le dedica un espacio en los estudios de administración de negocios y de dirección. Su espectro es tan amplio que abarca desde las decisiones más simples (las que se mueven en el ámbito operativo) hasta las más complejas, sobre todo las que están relacionadas con la estrategia. Estas últimas son las que exigen una mayor concentración por parte de los jefes, porque el nivel de incertidumbre y por ende de riesgo, puede resultar elevado. Los errores en éste tipo de decisión suelen costar caro, no solo en lo relativo al prestigio del jefe, sino incluso en el sentido literal de la palabra. Es por eso que una de las características que deben tener los líderes es la capacidad de mando, la capacidad de tomar decisiones ante una determinada coyuntura.
En el proceso de toma de decisiones se deben seguir los siguientes pasos:
1. Definir el problema: para tomar una decisión hay que saber sobré qué hay que decidir, por ejemplo, la reducción del margen de beneficio.
2. Búsqueda de información: se necesitan datos que permitan estudiar, analizar y evaluar la situación.
3. Determinar la causa del problema: para un mismo problema puede haber más de una causa que lo esté generando. En el ejemplo anterior de la reducción del margen de beneficio se puede deber a un aumento del costo de las materias primas, a un aumento del gasto de salarios, al aumento de los costos por fallos (problemas de calidad en la producción), incremento de los gastos de mantenimiento, la reducción de precios por el efecto de la competencia o por otros factores, etcétera.
por otros factores, etcétera.
4. Plantear alternativas de solución: están orientadas a atajar lo que provoca el problema. Sirve para figurar escenarios, además de que de hecho pueden darse diferentes posibilidades para actuar sobre la causa del mismo. Depende de la información disponible y de cuánto se conoce de las variables involucradas. La información puede contribuir a proponer soluciones efectivas o simplemente equivocadas.
Evaluar alternativas: no todas las alternativas se pueden implementar, de ahí que las que se hayan planteado deberán someterse a evaluación.
Toma de decisión: se deberá escoger aquella que resulte la más viable y optima según las condiciones existentes y previstas. Implica optar por una alternativa y dar las orientaciones pertinentes para su implementación en los plazos de tiempo previstos.
Supervisar y controlar la implementación: encontrar solución a un problema es importante, pero tanto o más lo es actuar con rapidez una vez que se ha decidido lo que se debe hacer. La pérdida de tiempo o la mala ejecución contribuirá únicamente a empeorar las cosas.
Lo que queda posteriormente es controlar (se identifica con la retroalimentación que se señala en la figura anterior), es decir, saber en qué medida está resultando efectiva la solución propuesta. Hay que tener en cuenta que no siempre los "tratamientos" resultan ser los más adecuados o que la evolución de la "enfermedad" ha sido más rápida que la efectividad del
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