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Ubicacion Tempoespacial De La Educacion Del Pueblo

ximeisgro17 de Abril de 2015

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Ubicación temporoespacial y conceptual de José Pedro Varela.

Al situarnos en Uruguay en la segunda mitad del siglo XIX, nos encontramos con un país con una población mayormente de inmigrantes, los cuales poseen poco arraigo con estas tierras, con gran densidad poblacional situada en Montevideo. Abocado a la ganadería, principalmente en el negocio de vacunos.

Poco a poco se comienza a introducir la producción ovina, lo que supone una primera gran transformación en el medio rural. Produjo la necesidad de mayor cantidad de peones rurales, asentándose la población en este medio. Con esta nueva producción rural se incrementaron las exportaciones, se introdujeron grandes fábricas de extracto de carne y se comenzó a necesitar el cercamiento de los campos. Esta gran reforma rural se conoció como la “revolución del ovino”.

Montevideo y el medio rural se comenzaron a ver fuertemente influidos por la revolución industrial europea. Como consecuencia vemos una gran transformación social, obligándola a una modernizarse y desprenderse de las tradiciones coloniales. Se fueron abandonando hábitos, formas de pensar y actuar, al igual que instituciones que eran características de la época colonial. Definitivamente nos encontramos en un periodo de descolonización.

La revolución industrial europea repercute en la cultura social uruguaya claramente. Promueve cambios acelerados que favorecen la evolución económica y técnica del país, cambios aceptados socialmente y en contra de las tendencias tradicionalistas. Todo esto ocurre con un poder político poco desarrollado, con insuficiencia demográfica que sufre continuas luchas armadas: la guerra del Paraguay entre 1865 y 1870, la Revolución de las Lanzas en 1870, como modo de ejemplo.

La revolución industrial se apodera de Montevideo, de la agricultura y el transporte, provocando una gran diferenciación social, ahora evidente. Los europeos comienzan a favorecer a la burguesía con la explotación de hombres y capital en nuestras tierras, llegando poco a poco a poder imponer su concepción de disciplina social, la cual creían que era una necesidad. En este aspecto la iglesia católica compartió la necesidad de esta nueva burguesía, tratando de crear a la par una nueva cultura única que coincidiera con el nuevo modelo de producción y con el sector social dominante: la burguesía.

Se trataba de destruir la ocidad y enfatizar la productividad del trabajo como forma de vida. La principal amenaza para la burguesía en su orden social era el “bárbaro” o el gaucho, con su incansable ocio, nómada en las tierras uruguayas, amigo de lo ajeno, con libertad para unirse libremente con una mujer y sin compromiso familiar aparente. Se creía en la necesidad de socializar a esta población con el fin de una correcta convivencia con las nuevas industrias y el auge económico. Por un lado la burguesía lo consideraba parte de ese desorden social, mientras que la iglesia católica lo castigaba con el pecado. La iglesia, la burguesía y ahora el estado comenzaron a enfatizar en asuntos como el ocio, el vago, las fiestas desmedidas, lo malo de la carencia de autoridad y la anarquía.

Mientras tanto el sistema educativo se encontraba estancado en materia de evolución científica y objetivos de acuerdo a las demandas sociales del momento.

Poco a poco se comenzó a sentir la inestabilidad política y social, sumado a los problemas económicos que tenia el país debido al avance desmesurado de la industrialización, lo que llevo a que el Cnel. L. Latorre tomara el poder, mientras que comerciantes, hacendados y estancieros reclamaban medidas para solucionar esta gran crisis económica que los afectaba directamente. El gobierno de Latorre se produjo entre 1876 y 1880, posterior a la publicación de “La Educación del Pueblo”. En su gobierno se produjo el alumbramiento definitivo de los campos,

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