“VIDAL CASTAÑEDA Y NAJERA” NATURALEZA HUMANA Y FORMAS DE SER ANTE UNA CEGUERA

ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA NO. 4

“VIDAL CASTAÑEDA Y NAJERA”

NATURALEZA HUMANA Y FORMAS DE SER ANTE UNA CEGUERA

Bernal Vega Alonso Ivaan

Literatura Universal

Profesora Ruth Roquet Villaveitia

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La crítica hacia la sociedad contenida en el libro ensayo sobre la ceguera abarca varias de las características  humanas de hoy en día, y posiblemente las de todo el tiempo, como lo son el egoísmo, la indiferencia, el odio, rencor; pero no todas son negativas, José Saramago expone de igual manera a un ser humano indefenso, donde el amor, el  cariño y la compresión son  sentimientos que lo ayudan a mantenerse luchando.

En este trabajo hablare sobre las etapas y cambios en la mentalidad que sufrieron las personas que estuvieron internadas. También de la semejanza a la vida animal que llevaron y la forma de convivir.

Cuando los primeros ciegos entraron, no pensaban mucho en relacionarse con las demás presentes, ni siquiera se interesaban por los nombres de sus compañeros, no parecía algo necesario, pues llegarían más personas que no reconocerían más que por su voz. Por eso en el libro nunca se menciona un nombre, solo se identifican con calificativos o profesiones como “el medico” o “la chica de las gafas oscuras”. Aquí inconsciente o conscientemente se empieza a quitar una cualidad que nos humaniza, darnos un nombre nos hace no ser un objeto más, tenemos una identidad y personalidad, que sin importad que sea buena o malo, nos hace únicos. Considero esta acción algo que quito un grado de persona a los internados.

El miedo y la preocupación no dejaban ningún momento los pensamientos de los ciegos, están solos, arrojados a un lugar desconocido y aislados de la civilización, dejados por su cuenta y aparte ciegos. Solo algunos se reconfortan al tener a alguien a lado como el médico y su esposa, o la relación que surgido entre el niño estrabico y la chica de las gafas oscuras, ya sea por el sentido de maternidad de la chica o por compasión hacia la criatura. Tenemos la necesidad de no estar solos, somos seres sociables por naturaleza, aunque se quiera evitar conocer a los demás por miedo principalmente, en una situación como esta en la que todos están a su suerte, se necesita apoyo y consuelo mutuo.

Los primeros días quisieron mantener ordenada su vida, ir a defecar a los baños, ser limpios,  había vergüenza con cosas como el  no bañarse o tirarse flatulencias, pero poco a poco cuando los ciegos se acostumbraron a estar sin ver, les dejo de importar defecar en los pasillos o tener relaciones sexuales en estos. El que creamos que nadie nos ve nos hace actuar como en realidad somos, esta metáfora de la ceguera blanca es que todos somos personas indiferentes a las consecuencias que tengan nuestros actos, podemos ser sumamente desagradables al no ser rechazados o vistos de mala manera, que estas cosas generalmente nos detienen a actuar mal moralmente; a veces funcionan más que nuestro propio sentido de lo bueno o lo malo.

Una frase que me pareció muy importante  fue cuando la mujer del médico dijo que si no podían seguir viviendo como humanos, que hicieran lo posible por no vivir como animales; no hay que entregarnos a actuar por automatismo, ya que tenemos la gran diferencia de que razonamos. Aunque a fin de cuentas eso somos, y no podemos ignorar los instintos supervivencia y necesidades. La mujer fue la voz de la razón, había renunciado a la idea de prevalecer en una vida digna, pero no del todo, no quería ser pisoteada más, tenía que haber algo que pudiera hacer para no bajar a un nivel de vida más subhumano que el que ya estaban experimentado. Por esa creo ella es la única que no estaba ciega, veía las cosas desde otra perspectiva, alejándose de caer en la desesperanza.

Pero nadie la apoyo mucho, pues no sentían más vergüenza, nadie los podría criticar; como paso con el médico, que en el baño después de defecar, se do cuenta que no llevaba papel, e intento caminar para conseguir un poco, pero tropezó y quedo sobre el sucio suelo de los inodoros, mugriento el también, y se puso a llorar. Se dio cuenta que alguien paso muy cerca de él y no noto su presencia, así que solo subió sus pantalones y siguió su camino. Una imagen que da lástima, pero que si observamos todo su alrededor, como la falta de comida e incomunicación con el exterior, el sentir pena por uno mismo queda en un plano muy retirado.

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