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“Ética para Amador” es un libro muy interesante

forlanjhordy_23Ensayo2 de Julio de 2023

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ÉTICA PARA AMADOR

“Ética para Amador” es un libro muy interesante por las premisas éticas que nos presenta como el bien supremo para la coexistencia del hombre con sus semejantes e incluso consigo mismo. por eso en este resumen esclareceremos los distintos dilemas existenciales que acontecen en nuestra vida, a través de la objetividad más que de la subjetividad. Los puntos importantes que se hablarán serán de la conciencia, la libertad, la decepción, la empatía y el buen vivir.

Las ciencias se estudian para poder responder interrogantes múltiples a nuestras vidas. Para lograr tal objetivo se recolecta innumerables cantidades de información que básicamente sean sintetizadas y comprobadas pertinentemente por los capacitados profesionales sujetos a esas disciplinas para que de ese modo sean anunciados al público, de modo que sean datos válidos en la vida de las personas, pero es en aquí donde nace la pregunta, ¿Es necesario que adquiramos todo tipo de conocimientos recopilados hasta hoy? En realidad, no, porque a pesar de no conocer mucho sobre física cuántica como la superposición dimensional o la teoría de cuerdas, es importante saber que estaremos bien si no conocemos la naturaleza de tales datos debido a que no somos “máquinas” y no resulta necesario memorizar los múltiples eventos y leyes que albergan los libros. Reconocemos a este tipo de información como selectiva porque fue investigada y discutida por científicos calificados lo que en perspectiva le da una mayor validez a la investigación haciendo que la misma se inserte naturalmente en el mundo del conocimiento racional, sin embargo, también existe otro tipo de conocimiento igual de importante, el conocimiento empírico, una persona de 10 años sabe que cruzar con el semáforo en rojo es un peligro inminente porque puede ser atropellado, asimismo el mismo individuo sabe que consumir sustancias peligrosas como la lejía o el alcohol etílico puede ocasionarle una muerte lenta y dolorosa, la necesidad básica de evitar riesgos que atenten contra nuestra vida son moralmente “buenos” porque garantizan nuestra seguridad y bienestar, prácticamente buscan nuestra conveniencia, pero también hay cosas malas que al contrario no nos convienen como los mencionados riesgos. Por otro lado, las aplicaciones de los criterios morales en nuestra vida cotidiana pueden llegar a ser algo imprecisos, para demostrar eso usaremos un ejemplo: Cuando una madre interroga a su hijo si cumplió con su deber escolar y este responde afirmativamente sabiendo que no lo hizo, provocará que la madre se sienta más aliviada y con mayor bienestar. Vemos que el niño hizo algo malo para que su mamá se sienta bien, resulta que a veces hacemos el mal para lograr el bien y viceversa evidenciando así que la vida no es tan fácil debido a los dilemas complicados que enfrentamos en nuestro día a día, es en aquí donde nos damos cuenta de que “todos no estamos de acuerdo con todo”, salvo en casos donde se involucren la lógica misma porque todos sabemos que si lanzamos algo innegablemente tendrá que caer en algún momento, eso no tiene lugar a discusión, pero ni eso llega a ser concertante entre las personas, un caso particular es de los terraplanistas quienes creen que el planeta es plano y que las imágenes que se tienen de la forma de nuestro planeta son totalmente falsos, la libertad que tienen estas personas de confabular teorías en torno al contorno de la Tierra resulta curioso para cualquier persona, debido a que le hace preguntarse, ¿Somos libres? ¿Puedo pensar lo que quiera y no temer a posibles consecuencias? En realidad, tener pensamientos abstractos sobre la realidad jamás será considerado como algo negativo, exceptuando cuando aquello incite a las personas a provocar desinformación o posibles enfrentamientos sociales. Reconocemos en este caso como la palabra “libertad” nos brinda el beneficio de la duda, principalmente porque uno es libre de dibujar criaturas irreales todo el día o salir con su mascota al parque esa misma tarde, independientemente a los beneficios que contraigan cada actividad, ese individuo es lo suficientemente capacitado para decidir lo que más le agradé, pero a pesar de eso el mismo sujeto no puede intervenir en el día de su nacimiento, ni cuando obtuvo el síndrome de Down o incluso cuando su padre murió en camino al hospital. En realidad, todo lo que sucede en nuestra vida previo a nuestro uso de conciencia no puede ser alterado, porque no somos seres omnipotentes y lamentablemente no podemos controlar todo, pero si podemos optar por un camino de los tantos que nos puede llegar a ofrecer la vida. Somos seres dotados de un intelecto superior que el de los animales es por aquello que debemos justificar nuestro actuar buscando nuestro bien, si bien es cierto que no podemos predestinar cada suceso que acontezcan en nuestra vida tenemos la libertad de reaccionar a él de buena manera, a aquello se le conoce como el arte de vivir, en el que cada que nos equivocamos podamos redimirnos adecuadamente, buscando en todo momento mejorar y ser mejor que antes, con nuestra persona y con nuestros semejantes, buscando en todo momento establecer un rumbo propio, porque cada persona nace diferente y es aquello lo que nos hace especiales.

Ya hemos mencionado que las tomas de decisiones son esporádicamente autónomas, pero sabemos que nos siempre las situaciones serán fáciles y que además en instancias ameritan respuestas rápidas y certeras, es en aquello que se nos presentan opciones ajenas a lo que realmente pensamos provocando confusión y nerviosismo en nuestro sistema de modo que nos imposibilite esa opción y tengamos miedo de dar una respuesta concreta en el ambiente. Es importante reconocer que en este duelo participan activamente tres agentes muy determinantes al momento de decidir si realizar una determinada acción, entendiendo que estos mismos moldean nuestra conducta, con el objetivo de que nos dirijamos a una dirección u otra; en primer lugar, se encuentra las órdenes, que prácticamente se basan en un estímulo externo de cumplimiento que obligan a una persona a realizar una determinada labor, pueden ser apeladas o impulsadas básicamente por el temor de lo que va a pasar cuando no desempeñamos esa tarea en un determinado tiempo, por ejemplo, cuando un niño se despierta entiende que debe alistarse lo más rápido posible para evitar llegar tarde a su centro de estudio, tal decisión no necesita discutirse dos veces porque entiende que sus padres se molestarán si él no asiste a su escuela, esta orden es justificada porque asegura su bienestar futuro. En segundo plano, las costumbres, que suelen ser en ocasiones órdenes porque se basan en hábitos que se realizan inconscientemente en nuestra vida lo que cuál puede ser por comodidad o por la presión de nuestro entorno, como por ejemplo la moda, que suele imperar por grupos sociales en una determinada época; por otro lado, se encuentran los caprichos que brotan de nuestro interior y en principio son adquiridos al imitar al alguien o por querer contradecir a alguien, como por ejemplo al momento de comer un postre nosotros decidimos darnos ese antojo porque podemos, pero sabemos que podríamos comer una ensalada saludable o algún plato con más nutrientes, pero en ese momento no es nuestra prioridad y queremos darnos el gusto de comer algo dulce.

Vemos de este modo que las órdenes y las costumbres suelen estar dirigidos bajos fuerzas externas porque imponen una reacción en las personas, generalmente obligadas, en el sentido de que al no poder oponernos a ellas las aceptamos naturalmente, es por aquello que los caprichos buscan justificar ese deseo de libertad donde contrariemos todas estas fuerzas y optemos por la opción que más nos apetece, en general el último apele a las decisiones unánimes más que colectivas. Entendemos que estos tres componentes externos determinan arbitrariamente nuestras decisiones, pero no resultan apropiados para todas las situaciones, en principio porque los dos primeros son impuestos por mandatos y no siempre obedecer lo estipulado es lo correcto, tal como un soldado que siempre obedece las órdenes de sus superiores para aniquilar a sus enemigos, así como también la influencia que tiene una moda en los jóvenes, quienes excluyen a todos aquellos que sean ajenos a este estilo de vida. Resulta que en estos casos es que nuestra libertad es comprometida sin mencionar al capricho que resulta obsoleto por su naturaleza subjetiva e individualista. Dejando de lado a estos factores nada progresivos, recordemos a la libertad, este concepto alude a todo lo que podamos hacer ya sea conveniente o no, esta premisa nos esclarece que el único responsable de su actuar es la misma persona, es por eso que la misma debe innovar en su naturaleza y llegar a un punto de equilibrio donde su atención se centre en racionalizar el problema y evitar que los factores externos participen al momento de su decisión.

Es en aquello que se encuentra la moral quien es definida particularmente como el conjunto de costumbres o ideas consideradas como correctas en una persona o en un grupo de individuos, que suele ser más interesante cuando es individualizado a razón de que es más objetivo que cuando es colectivo, pero lo que resulta trivial es lo que se considera bueno, ya que en general este término no indica que alguien sea bueno, a lo que me refiero básicamente a que se usa este término para denotar que alguien tiene destreza para una actividad como por ejemplo Juan es bueno cocinando, pero poco dice sobre la moral de este hombre; lo mismo sucede cuando digo que una persona es buena porque solo una vez me ayudo a sacar mi auto del barranco, es en estos preceptos que entendemos que lo bueno está relacionado prácticamente a la función que cumple algo o alguien de manera satisfactoria y los humanos globalmente sabemos que tenemos todo tipo de objetivos, por eso es que resulta complicado asignarle un camino adepto a su moralidad. Al no poseer un camino certero es que se le presenta al ser humano la política ética del “Haz lo que quieras” donde uno se pregunte personalmente que es lo que debo hacer con mi vida, consultándolo pertinentemente a su libertad misma, porque indirectamente sabemos que estamos sujetos a ser libres y ese es el peor de nuestros males. Se nos invita plácidamente a la responsabilidad de nuestra libertad, es en aquello que entran cuestiones importantes como el largo y corto plazo, en cuanto a las acciones, porque a pesar de estar condenados a ser libres, no implica que no busquemos el buen vivir consignando prioridades y objetivos satisfactorios que justifiquen nuestra buena vida humana. Asimismo, el involucramiento de la sociedad en las personas promueve la humanización de las mismas, entendiendo que el hombre no es hombre si los demás no le ayudan y lo mismo ocurre en nuestro ser a causa de que nuestro valor humano es determinado por nuestra cooperación con nuestros prójimos, en este proceso colaborativo es donde entra el lenguaje, un importante instrumento comunicativo que también le da validez a la formación de una comunidad utópica, porque escuchar a alguien con el debido respeto y con la mirada humanizadora es lo que nos permitirá alcanzar una buena vida. La palabra civilización queda abierta al público, pero el indicio más claro de su inicio es presentado cuando se halló un fémur fracturado que había sanado parcialmente, es en aquí que nos damos cuenta de que una persona apartó su tiempo para que esta otra persona se recuperase, las comunidades nacen para humanizarnos y vincularnos armoniosamente

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