BILLIE HOLIDAY

1. BILLIE HOLIDAY

“Sabía que me estaba descolgando de la droga cuando no tenía ganas de ver la televisión.”

Esta es una frase célebre de la famosa cantante de jazz Billie Holiday. Esta frase nos demuestra la gran dependencia de Billie hacia las drogas, prefiriéndolas como toda gran adicta, por encima de muchas cosas.

Era aficionada a las drogas psicoactivas, desde los doce años fumaba marihuana y desde los 25 comenzó el uso abusivo de heroína por medio de intravenosas, esta fue la droga que la destruyo completamente.

Las drogas hicieron parte de su vida desde que era una niña hasta el día de su muerte, ellas la acabaron y destrozaron, pero su terrible adicción solo fue el resultado de la caótica y triste vida que tuvo desde que nació.

Su nombre real era Eleanora Fagan, y como muchos otros artistas no uso un nombre artístico solo por reconocimiento, sino porque no se sentía orgullosa de su identidad y de todas las desgracias por las que había pasado.

Sus padres nunca se casaron. Su madre Sadie tenía 13 años cuando Billie nació y su padre Clarence 15. Él no fue para nada un padre responsable, las abandono cuando Billie era un bebe y rara vez se veían, cuando se encontraban ella le pedía dinero, amenazándolo con contarle a su novia que el tenía una hija.

Su madre siendo tan joven dejaba a Billie al cuidado de parientes de mala reputación.

A la edad de 10 años confeso haber sido violada y entonces fue enviada a una escuela católica. Allí permaneció dos años y después logro escapar con la ayuda de un amigo de la familia.

A la edad de 12 años se mudó a Brooklyn y allí ayudo a su madre con trabajos domésticos y empezó a prostituirse.

Sus éxitos también fueron estropeados por la creciente dependencia a las drogas y el alcohol. Esto afecto su voz y también sus posteriores grabaciones. Su espíritu joven fue reemplazado por un matiz de remordimiento.

A pesar de haber confesado su bisexualidad, se casó con el trompetista Jimmy Monroe, y estando casados ella le fue infiel, por lo cual se divorciaron y ella también termino con su amante.

Finalmente fue arrestada por posesión de narcóticos y permaneció bajo custodia policial hasta su muerte por cirrosis hepática. Murió con solo 70 centavos en el banco y 750 dólares en efectivo.

Billie Holiday a pesar de llevar una vida tan turbulenta y terrible, llena de sufrimiento, relaciones abusivas y sucesos lamentables, hizo historia y se consagro en la música como una de las mejores cantantes de jazz. A pesar de no haber tenido ni una niñez, ni adolescencia, ni una muerte digna, ella fue una mujer fuerte y salió adelante, convirtiéndose en una leyenda.

2. TRUMAN CAPOTE

“Pero cuando la muchedumbre vio a los asesinos con su escolta de patrulleros, guardo silencio, como sorprendidos al descubrir que tenían forma humana.” 

Esta es una cita de famoso libro A sangre fría de Truman Capote, el libro trata acerca del asesinato de una familia en Kansas. El asesinato fue tan brutal que como lo demuestra esta cita, las personas estaban muy conmocionadas y no esperaban que un crimen tan atroz e inhumano fuera cometido por dos personas sino dos monstruos

Esto ocurrió en 1959 la sociedad norteamericana quedo petrificada por un crimen que sugería que cualquiera podía morir asesinado en cualquier momento.

Era la familia de los Clutter compuesta por Herbert, su esposa Bonnie y sus hijos Kenyon y Nancy. Eran religiosos, de buena reputación, vivían de la agricultura en un pequeño poblado, generosos, empáticos, trabajadores, no tenían aparentes enemigos. Iban todos los domingos a la iglesia, eran la familia perfecta, ideal, soñada de ese tiempo.

Los asesinos Dick (Hickock) y Perry (Edward) eran convictos en libertad condicional. Creían que en la casa de los Clutter había una caja fuerte con 10 mil dólares. No la hallaron, pero de todas formas los asesinaron.

Huyeron a México y regresaron a USA, donde fueron a la deriva hasta que los identificaron y arrestaron.

Un antiguo compañero de celda de Hickock, Floyd Wells, había trabajado para el señor Clutter en el pasado y le comentó a su compañero lo rico que era, incluso le aseguró que poseía una caja fuerte en su despacho con el dinero necesario para el mantenimiento diario de la granja, lo cual incitó a Dick a maquinar el delito. Estos datos no sólo resultaron ser falsos, porque no existía dicha caja, sino que además el señor Clutter nunca llevaba mucho dinero encima, ya que siempre se manejaba con cheques; de hecho, la cantidad de dinero robada el día del asesinato ni siquiera llegó a los cincuenta dólares.

Para hallar la documentación necesaria para el libro el autor realizó un exhaustivo trabajo de campo.

Truman Capote estaba en New York cuando leyó la noticia del asesinato en el diario. En ese momento decidió ir a Holcomb para investigar sobre lo ocurrido y ver cómo afectaba esto a la gente del pueblo. Junto a la escritora Harper Lee, autora de Matar un ruiseñor, Capote entrevistó a la policía y a conocidos de los Clutter, incluso antes de que se supiera el nombre de los sospechosos, Dick Hickock y Perry Smith. De ahí salieron miles de páginas de anotaciones que irían creciendo.

Capote tuvo que ganarse la confianza de todos los testigos y habitantes del pueblo de Holcomb. En un principio, tanto por su actitud estrafalaria y extrovertida, como por su pública orientación homosexual, le fue difícil. El tercer día de su llegada al pueblo, Capote quería abandonar, pero Harper Lee le convenció de que continuara. Durante las conversaciones con los habitantes del pueblo, Capote no utilizaba ninguna libreta de notas, ya que decía que así se perdía espontaneidad. Por la noche, Capote y Harper Lee escribían las notas y compartían opiniones. La ayuda de Harper Lee fue tan importante que Capote le dedicó el libro, además de a su pareja.

A partir de 1960, cuando los asesinos fueron detenidos, Capote decidió que quería obtener más información y empezó a hablar con Dick Hickock y Perry Smith. Se rumorea que Capote y Perry Smith establecieron una relación sentimental durante los años que duró la situación. Muchas de las cosas que Capote escribe de las familias de los asesinos son mentira, ya que quería que el lector simpatizara con ellos, pues Capote iba a constituirse en un gran defensor de los asesinos. Truman Capote asistió a muchas sesiones del proceso, sin embargo, para una mayor fidelidad de la novela compró las transcripciones del juicio.

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