Despertando A La Vida

Despertando a la vida – Waking Life

En este ensayo hablaremos sobre esta filmación que está representada por un niño el cual es el comienzo de una nueva generación que conformara el nuevo grupo social; El protagonista es un muchacho atribulado que, tras ser atropellado por un automóvil, sale en busca de respuestas existenciales. El niño al ver el cometa entra en un sueño profundo que simboliza el puente del consiente al inconsciente. Se dice que todos los sueños son reales mientras duren para nuestra mente porque no encontramos una diferencia entre soñar una percepción a vivir una acción. El sueño es la perspectiva consiente, es el mundo objetivo de llegar a conocer más de nosotros mismos.

Comenzaremos con una pequeña sinopsis de la película: Despertando a la vida trata sobre un joven en un permanente estado de sueño lúcido. El film sigue al protagonista mientras inicialmente observa y luego participa en discusiones filosóficas que entrelazan temas como realidad y apariencia. Durante su curso, el film toca otros temas, que incluyen: existencialismo, situaciones políticas, etc. dados los temas y el contenido, Despertando a la vida está mucho más enfocada en el diálogo que en la acción de la trama.

La película comienza con una frase que pensamos es el gran disparador en torno del cual girará todo nuestro análisis: “Los sueños son tu destino”. Las conversaciones que mantienen los diversos roles secundarios con el joven protagonista se contraponen unas a otras. No todos pueden estar en lo cierto, pero lo que los une es el placer con el que intentan convencer al protagonista. El protagonista pasa gran parte del film como un espectador más, pasivo ante el relato de cada especialista. El protagonista, que no tiene ni nombre ni paradero específico podría ser cualquiera de nosotros. Cuando el protagonista se eleva, o no puede ver la hora en el reloj, queda plasmada la idea de la imposibilidad de anclarse en el tiempo y en el espacio.

Dos de las escenas más interesantes es en la que una especie de taxi-barco ofrece llevarlo hacia “algún lugar”. En ese momento, es el otro pasajero que viajaba con él, quien decide su destino. El sentido de su vida está dado y ordenado con anterioridad. En una de las escenas finales, cuando el protagonista se encuentra con una mujer en una estación y mira retrospectivamente su vida, se reconoce como un ser pasivo “dejando que la información le llegue”

Una de las pláticas más interesantes de la film es cuando el joven habla con su profesor que este le dice que “El existencialismo no es una moda francesa más o una curiosidad histórica, tiene algo que ofrecernos en este nuevo siglo. Estamos perdiendo la virtud de vivir la vida apasionadamente, el sentido de responsabilidad, la habilidad de hacer algo con nuestra vida y de amar la vida”. El profesor continúa hablando con el protagonista y le explica que aunque hay más de 6 mil millones de personas en el mundo, lo que cada uno hace, marca la diferencia, no debemos dejarnos llevar y vernos como víctimas de varias fuerzas.

En otro pasaje, una muchacha se topa con el protagonista y en la conversación que comparten, reflexionan acerca del hecho de que ya casi nadie sueña. Los soñadores han desaparecido. No porque no existan, sino porque se les ha olvidado. Surge entre ambos la idea de “dejar de ser hormigas”, de intentar cambiar eso, soñando todos los días, soñando con nuestras manos y nuestras mentes, ya que este es el mejor momento para estar vivos. El protagonista se sincera con la mujer con quien charla en la estación al reconocer que hay momentos en los que su estado mental normal perdió fuerza durante su “viaje”. Ahora en cambio, se siente conectado, comprometido con el proceso activo que se está llevando a cabo.

El hecho de que nosotros pensemos

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