El Gabinete del Dr. Caligari

El gabinete del Doctor Caligari marcó un antes y un después en el expresionismo alemán. A partir de ella, el patrón se continuó, modificando aspectos, pero teniendo a este filme como la gran referencia de este movimiento.

El expresionismo alemán buscaba acentuar o deformar la realidad como una manera de representación. El contexto no cuenta con un patrón establecido, ya que estaba influenciado por las pinturas expresionistas de artistas como Munch, Nolde y Kircher. En la actuación, los gestos se teatralizaban, con la intensión de exagerar las interpretaciones.

En la película se trata de reflejar los estados de animo de los personajes recurriendo la simbología de las formas, que visiblemente estas distorsionadas, además de que con los decorados integran la luz con los decorados irreales, dándole sensación que es una pintura en movimiento.  Huyen en todo momento de la curva, mostrando una clara preferencia por la línea recta, los ángulos puntiagudos, en con una arquitectura por completo asimétrica, como se refleja en edificios, puertas, ventanas, chimeneas, etc. El uso de telas como escenarios propicia además la pérdida de profundidad de campo, dando una mayor sensación de estrechamiento y de irrealidad. Así se consigue crear un ambiente amenazador, extraño, opresivo, oscuro, tenebroso, donde los personajes se convierten en víctimas de sus propias circunstancias y de todo lo que les rodea. Además, cabe añadir el vestuario y maquillaje de los actores, que ayuda a que todos los elementos concuerden en su perfección y la música que junto con las luces y sombras ayuda aumentar el tenebrismo. El film guardaba una estrecha vinculación con el mundo del teatro, utilizando perspectivas, puntos de vista, planos y encuadres heredados directamente de la escena dramática. Abunda el plano general, recurriendo a primeros planos cuando se quiere resaltar la expresión de algún personaje, sobre todo para conseguir un mayor grado de dramatismo o crear un ambiente más siniestro. Estos primeros planos se consiguen con fundidos a negro de todo lo que rodea el punto sobre el que se quiere llamar la atención, rechazando así la técnica de cerrar el encuadre, se consigue crear una atmósfera opresiva y cerrada. Por último, habría que mencionar el juego temporal que se lleva a cabo, no sólo por la utilización del flashback, sino por la inclusión de tramas paralelas, que no reducen el interés en la acción principal.

El gabinete del doctor Caligari es por tanto, una parte fundamental del movimiento expresionista, una película imprescindible, no sólo por condensar las características técnicas y estéticas de su género y por ser uno de los filmes más representativos de su época, sino por la genialidad de sus planteamientos, por la delicada línea que traza entre la locura y la cordura y a comprender el mundo en el que vivimos, que al fin y al cabo no puede verse más que a través de la mirada personal de cada uno.

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