El silencio de los corderos, análisis

Todo inicia con Clarice, una estudiante del FBI quien es llamada por su jefe o algo así, llamado J. Crawford. Mientras lo espera, ella descubre recortes y evidencia en una pizarra sobre el asesino “Búfalo Bill”

Crawford le dice necesita hable con Lecter para que les ayude a desarrollar un perfil de comportamiento psicológico y que, aunque sabe no le dirá nada, espera mínimo un reporte de lo que observará, además le aclara no debe decirle nada de su vida personal a Lecter.

Ella acude al psiquiátrico en donde Chilton (director) le recuerda las reglas (no contarle nada sobre su vida, no darle objetos como plumas, lápices, grapas, etc). Finalmente, ella le pide a Chilton ir sola, por lo cual atraviesa el pasillo lleno de celdas con enfermos, uno de ellos Miggs quien le dice “huele su vagina”. Al llegar a la celda de lecter, éste le interroga y se da cuenta es una simple estudiante, conversan de muchas cosas entre ellas sus dibujos, ya que Lecter le explica los recrea solo basándose en su memoria.

Cuando le dice la tia a Lecter que agradece su buena memoria y que así podría por favor ayudarle a llenar el cuestionario él se burla diciéndole que iba tan bien y ahora lo ha arruinado, ya que con su cuestionamiento rompió la hostilidad y cortesía en el ambiente.

Él le dice que si está investigando a búfalo Bill, y él le cuestiona si sabe el por qué le llaman así, ella dice que comienza todo como una broma de mal gusto en una oficina en Kansas sobre que el asesino le gusta “deshollar” el trasero de sus víctimas, cuando Lecter le pregunta el por qué y que le dé una respuesta que lo haga fascinar ella le dice que porque a la mayoría les gusta obtener un recuerdo de sus víctimas, él le responde de inmediato “yo no” y ella le dice “no, usted se las come” lo que hace Lecter le pida inmediatamente el cuestionario y al comenzar a leerlo le comenta que si cree puede “disicar” con ese instrumento obtuso y cuando ella va a responder le corta diciéndole que es ambiciosa y la ve como una campesina con mal gusto gracias a su bolso caro y zapatos baratos, desesperada por olvidar ese acento del oeste de virginia, si su padre aun saca carbón o huele a lampara, y que rápidamente ella al ser manoseada por chicos en la parte trasero del auto solo pensaba en salir rápidamente de ahí, huir y llegar a la cima… a la cima del FBI.

Ella le dice que espera sea lo suficientemente fuerte para escribir esa percepción de sí mismo, le cuestiona el por qué no se busca a sí mismo y le reta diciéndole “¿tiene miedo de hacerlo?” lo que produce el enojo de Lecter y le regresa por la bandeja el cuestionario, dando un portazo que asusta a la chica, y le dice que una vez “x persona” (no entendí el nombre) trató de interrogarlo y él simplemente le sacó el hígado y lo comió, después le hace una seña como saboreando lo que acaba de decir, se da media vuelta y le corre diciéndole “vuela vuela vuela”.

Ella se va y voltea a ver al compañero que anteriormente le dijo “olía su vagina” el cual dice “quiero morir, quiero morir” y le grita “mira la sangre” al momento que avienta con su mano semen que acaba de sacar al masturbarse, lo que acaba cayendo en la cara de la chica y se comienza a burlar mientras otro de los tios encerrados en ese pasillo le tira bronca por haberle eso a la chica y comienza a gritarle que lo va a matar, se produce todo un lio de ruido y Lecter le grita a clarice que vuelva.

Ella corre y se pega al vidrio para hablar con Lecter, el rápidamente le dice que no creía eso pasara, que lo siente, ella furiosa le pide que entonces le ayude a llenar el maldito cuestionario, a lo que el responde que no pero que la hará feliz dándole la oportunidad de obtener lo que más ama, un ascenso… le dice que escuche y mire profundamente dentro de ella, le dice que vaya a buscar a la señorita Mofet, una antigua paciente suya, después le dice que se vaya ahora ya que a pesar de que el tio que le tiró semen está loco, duda pueda masturbarse tan rápido como para volverlo a hacer, al ver que ella no se mueve, le grita “Lárgate” y ella huye rápidamente.

Clarice recibe una llamada de Crawford (el que la mandó al psiquiátrico) y le dice que miggs (el que le tiró semen) está muerto y le dice escucharon a lecter susurrándole toda la tarde lo que hizo estuviese llorando, lo encontraron en la cama y se había comido su lengua. Clarice le dice a Crawford que aún no tiene pistas de una tal mofet pero que cree las palabras de Lecter eran un juego, por lo cual buscó en Boltimore (de donde él es originario) y encontró un establecimiento “your self storage” traducido nos dice almacena tu mismo, lo cual da con las palabras de lecter “busca en ti misma”.

Al hablar con el encargado le dice que la unidad 31 fue rentada (en 1980) por 10 años y fue pagada por adelantado, y que el contrato está a nombre de la señorita Mofet, ella logra subir la puerta (la cual se atora) con una de las que levantan los coches, y antes de entrar le da al anciano una tarjeta de la jefatura por si algo malo le pasa les avise, después se recuesta por debajo de la puerta, rasgando un poco su pierna, pero logra entrar.

En dicha bodega encuentra muebles y maniquís, pero lo más importante es cuando descubre un auto, logra entrar en el y encuentra un maniquí vestido muy elegante, sin embargo, sigue buscando algo que pueda parecer poco común y da con una mana roja, la cual al remover deja ver un frasco cuyo contenido es la cabeza de una persona.

Inmediatamente va al psiquiátrico en donde se encuentra Lecter y le pregunta si el rentó ese garaje, a lo que la bandeja de la celda se abre, pero ella sigue sin lograr ver a Lecter ya que la celda se encuentra en total oscuridad, toma una toalla de dicha bandeja y le agradece puesto que le sirve para secarse (puesto que llovía y se había mojado) pero lecter le dice “¿ya dejó de sangrar?” y ella iba a cuestionarle el cómo lo supo pero simplemente calla y le agradece.

En seguida le pregunta a quien pertenece la cabeza pero Lecter le pregunta el por qué no lo cuestiona sobre Bill, ella le pregunta si sabe algo y él le dice que trate de conseguirle el expediente de ese hombre ya que le interesa hojearlo; Clarice le pregunta el por qué no hablan de la señorita Mofet si él quería que la encontrara, a lo que responde que su verdadero nombre es Benjamin Raspail, un antiguo paciente que tuvo y cuya atracción romántica se inclinaban a lo exótico, le asegura que él no lo mato y que simplemente lo acomodó casi como lo encontró y dice que fue lo mejor que le pudo haber pasado ya que la terapia no le ayudaba en nada.

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