Ensayo de la película “el juez”

“− ¿Qué se siente saber que cada persona que representas es culpable? − Bien. La gente inocente no puede pagarme”.

“El juez” es una película norteamericana dirigida por David Dobkin y protagonizada por Robert Downey Jr. (Hank Palmer). El film nos ubica en el drama vivido por un padre y un hijo reencontrados por una inesperada muerte. La tristeza causada por su irreparable pérdida, aunada a los efectos de la quimioterapia, desencadenan un violento accidente en el que el padre es acusado de homicidio en primer grado, sin embargo su hijo, un prestigiado y arrogante abogado, hará lo posible por ayudarlo y es así como ambos se ven envueltos en un complicado caso jurídico donde el hijo es el abogado de un orgulloso padre que prefiere morir en prisión a revelar que sufre de un avanzado caso de cáncer y así manchar su “legado”.

Pero ¿Por qué el señor Joseph Palmer muestra un odio irracional hacia su hijo Hank Palmer? Quizá sea porque ambos tienen un carácter similar y como dice un viejo dicho popular y ley de la física “Polos iguales se repelen” o tal vez y el motivo de tanto rencor se encuentre en un pasado no tan distante, donde en la juventud de Hank y en un acto de rebeldía sufre un accidente automovilístico junto con su hermano mayor Glen Palmer ,quien era un grandioso beisbolista nato, que tras el incidente pierde su oportunidad para poder entrar en las ligas mayores y así por segunda vez el juez ve sus sueños atléticos frustrados, cuyo único recuerdo de lo grandioso que Glen pudo llegar a ser es un montón de viejos trofeos y medallas. Quizá de no ser por ese infortunio vehicular en el que se vieron envueltos los hijos del señor Joseph, el habría aplicado todo el peso de la ley sobre un violento asesino que veinte años más tarde seria atropellado accidentalmente por el señor Joseph Palmer ya que este se sensibilizo al ver la mirada de su hijo en el asesino. El juez debió mantener mano firme y no dejar que antiguos recuerdos de la juventud de su hijo Hank afectaran su decisión y así el violento criminal hubiera ido a prisión por intento de asesinato, y seguramente, ya estando en prisión hubiera matado su ira en lugar de su antigua novia. ¿Y quién sabe? A lo mejor ese joven se hubiera convertido en un ciudadano ejemplar al pasar cuatro años en prisión en lugar de veinte y así la noche en que fue atropellado al venir en estado de ebriedad pudo haberla pasado junto a su familia, y seguramente la historia pudo haber sido totalmente diferente.

En conclusión una moraleja secundaria de esta película es que bajo ninguna circunstancia debemos permitir que nuestro lado humano se sensibilice en el trabajo, y mucho menos en uno tan importante como ser un servidor de la justicia, ya que a largo plazo puede traer consecuencias devastadoras incluso para quien y quienes menos lo esperan.

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