Historia de la música I Trabajo Práctico Nº 2

Historia de la música I

Trabajo Práctico Nº 2

Comisión 6

Alumnos: Matías Galarraga; Iván Scarsella

1.

La historiografía tradicional toma como principales conceptos de análisis  al compositor, a la obra y a la partitura.

Compositor: es la persona (siempre masculino, de mediana edad) que se dedica a la escritura de partituras. En la mente del compositor se encuentra la obra musical que deberá manifestar en papel para que pueda ser interpretada. La música del compositor es tan ideal que resulta imposible ejecutarla de la forma correcta.

Obra: es el conjunto de intenciones subjetivas que el compositor manifiesta en la partitura. Para interpretar correctamente una obra musical hay que encontrar la verdadera esencia de la obra, no podría estar cargada de subjetividad agregada por el intérprete.

Partitura: aquí se manifiestan las intenciones del compositor .La partitura sirve como un documento por el cual las distintas músicas permanecían a lo largo del tiempo. Permite el análisis técnico de la obra. El registro de obras en partituras permite adjudicar un estilo que corresponde a un período histórico. El compositor debe anotar aquí todas las indicaciones necesarias para que el intérprete entienda lo que se quiere transmitir exactamente.

La Historia de los Estilos hace referencia al análisis de las obras sin tener en cuenta el contexto social que rodea a los compositores de las obras.

2.

 Existen varios aspectos de la música (o directamente relacionados a ella) que han sido relegados por una visión tradicional de la misma. La historiografía de los estilos se nos ha presentado como objetiva y se refleja de tal modo en el imaginario colectivo, incluso nosotros como estudiantes de la música nos vemos condicionados a pensar la historia musical como un devenir de acontecimientos marcados por grandes hombres, y esto deja por fuera a actores que han permanecidos ocultos. Por un lado las mujeres son un ejemplo claro de esto. En la música los nombres femeninos están ausentes en casi cualquier lista de compositores y esto es trágico dado la cantidad de mentes que pudieron haber contribuido significativamente a la música, y no lo hicieron (o lo hicieron en menor medida que los hombres) por un marcado sexismo. Se les negó visibilidad y oportunidades por no tener acceso al estudio ni a dominios masculinos, y solo algunas pudieron entrar en la Historia dura por tener parentesco con algún compositor conocido (Clara Schumann fue hija de un profesor de música y esposa de Robert Schumann; Fanny Mendelssohn, hermana de Félix Mendelssohn; Marianne Mozart hermana de Wolfgang Amadeus; etc) o bien por pertenecer a la clase alta, con contadas excepciones. Otros actores desplazados son los instrumentistas, caso paradójico dado el carácter netamente performativo de la música. Esto es así principalmente porque la Historia positivista ha enaltecido a la obra a tal punto que es el paradigma de todo ejecutante, el cual debe interpretar de la manera más próxima posible lo que el compositor (siempre por encima) quiso plasmar. El último aspecto es la música popular y folklórica, que otra vez han sido apartadas de una Historia que se basa de: culto, civilizado, compositor, obra, evolucionismo, documentos y tonalidad, entre otros. La cual “no existe” previa a los medios de grabación por ausencia de documentos históricos, tales como las partituras. Estas músicas sin embargo han podido escalar a círculos académicos recientemente, pudiéndose entender de a poco la reciprocidad entre música culta y académica, pero aún continúan los estigmas hacia lo “no culto” en el imaginativo colectivo.

3.

1- La historia tradicional estudia como objeto principal a la política y los hechos que están directamente vinculados con ella; mientras que mantiene al margen el estudio de otras actividades humanas. La Nueva Historia se interesa casi todas las actividades humanas (ciencia, arte…).

2- Tradicionalmente se piensa la historia como una sucesión de acontecimientos. Actualmente se estudia el análisis de las estructuras.

3-  Siempre se ha estudiado las hazañas de ciertos personajes importantes mientras el resto de la sociedad quedaba en segundo plano. En la nueva historia esto empieza a cambiar. Algunos historiadores comienzan a interesarse más por la “historia desde abajo” teniendo en cuenta el factor social y las opiniones de gente común y corriente.

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