La Quema de Judas

1.La Quema de Judas:

La tradición de quemar un muñeco de trapos y paja en Semana Santa, es el vehículo motor en el cual Halley Mora basa su novela, ese es el ‘porque’ de titulo.

2.Mario Halley Mora:

Nació el 25 de Septiembre de 1926 en Coronel Oviedo. Periodista, dramaturgo, narrador y poeta; hijo de Miguel Halley y Elisa Mora. Estuvo casado por casi 55 años con su querida esposa y compañera de toda la vida Zuñidla Merlo.

Es protagonista de una variada y fecunda carrera literaria que le ha valido prestigio y honores. Como dramaturgo, contribuyó al teatro paraguayo con piezas que son, algunas, antológicas en el Paraguay. Publico poco más de 50 obras en diversos géneros y escribió trabajos para teatro y novela.

Sus cuentos y micro cuentos – breves, exactos y concisos – tuvieron una gran aceptación en el mercado editorial. Entre ellos se pueden nombrar: “Amor de Invierno” , “Cita en el San Roque” , “Manuscrito Alucinado”, “Los Habitantes del Abismo”, “Ocho mujeres y los demás”, “Yo anduve

por aquí” y “La Quema de Judas”, novela- esta última- que fue saludada por exigentes críticos como una apertura en la narrativa paraguaya.

En 1983 su novela “Los hombres de Celina” lo llevo a figurar entre “Las 12 personalidades del Año” y recibió por ella, el galardón de la mejor obra literaria producida en Paraguay en ese año. 1999, Halley Mora recibió la Condecoración Honor al Merito concedida por el Estado Paraguayo, y en 2001 ganó el Premio Nacional de Literatura. Además de haber merecido el Primer Premio en un concurso realizado a nivel latinoamericano por la Revue Francaise, de Paris, con el relato breve “Perrito”.

Mario Halley Mora; un hombre que vivió una vida plena de satisfacciones, que tuvo la oportunidad justa para demostrar sus cualidades literarias al iniciar su carrera, que amó a su familia y a su patria, falleció con 77 años en Asunción el 28 de enero del 2003.

3. Recursos Literarios:

1. Metáfora: “…Por aquellos ojos brujos yo habría dado mucho más”

2. Comparación: “Corrió, llevándose detrás, como un cometa su cola, un cortejo de divertido griterío infantil que se le pegaba implacablemente a los faldones del saco.

3. Hipérbaton: “Nada sintió, a no ser la oscura sensación de ridículo y abandono”.

4. Hipérbole: “Vuelve a leerlo una y mil veces hasta que te sientas indiferente a la tentación”.

5. Interrogación Retorica: “¿Había hecho mal en cederle el chico a la abuela?”

6. Antítesis: “…echando

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