MACARIO, La Película

MACARIO es el título de una cinta mexicana, basada en una novela con el mismo nombre. Protagonizada por el primer actor Ignacio López Tarso, la cinta narra la vida de un humilde leñador, que por compadecerse de la muerte, cambia su destino de miseria y hambre, al de un hombre famoso por sanar enfermedades incurables. A continuación, describo a grandes rasgos la película, tratando de abarcar todos los detalles relevantes.

Macario era un hombre muy humilde, dedicado a recolectar leña, su familia se conformaba por su esposa y cinco hijos. Su aspecto era digno de compasión, retrato fiel de los indígenas en la nueva España. Macario subsistía como un verdadero miserable. A lo largo de su vida ninguna otra sensación lo acompaño tan permanente mente como la del hambre, la vida se encargo de manifestar todas sus miserias en el, hambre, pobreza y trabajo incesante eran el pan de cada día. En esta situación se encontraba hasta que tomo una decisión: morir de inanición. Era esa la única manera de largarse de este mundo que ya bastante tristezas le había dado. No iba a comer nada, hasta que el corazón se le parara a falta de energía.

Macario tenía un deseo, comerse un guajolote entero, él solo. Su esposa lo sabía, y cuando estuvo enterada de la decisión de Macario de morirse de hambre, hizo lo que ya había pensado con anterioridad: robo un guajolote y lo cocino. Lo dio a Macario a escondidas de sus hijos, y le pidió que se lo fuera a comer al bosque, donde nadie le pidiera ni un bocado, y donde el remordimiento no lo alcanzara.

Dicho esto, Macario huyo al bosque y se dispuso a comer su guajolote, cuando estuvo a punto de dar el primer bocado, un hombre elegantemente vestido, con espuelas de plata y traje de charro hizo acto de presencia. Se trataba del diablo, que ofrecía a Macario riquezas a cambio de un pedazo del guajolote. Macario se negó rotundamente.

Habiéndose marchado de ese lugar, se dispuso a comer el animal cuando se le apareció Dios nuestro Señor en persona, y le pidió una mínima parte de su alimento. Macario afligido se negó.

La tercer persona en llegar era la muerte. Macario al mirarla se horrorizo, pero su ingenio fue mayor y convido medio guajolote. Al terminar ambos de ingerir sus alimentos, la parca le pregunto el motivo de su invitación a comer, habiendo rechazado antes a Dios y al Diablo.

Macario le dijo con toda franqueza, que si ambos comían la misma cantidad, a él le iba a dar tiempo de comer su pavo antes de morir, lo cual conmovió a la muerte y premio a Macario con un don: de la tierra seca emanó agua, la cual tenía una especial propiedad: podía curar de cualquier enfermedad a todos los enfermos, siempre y cuando, en su lecho de agonía, la muerte se encontrara a los pies del enfermo, ya que si esta estaba en la cabecera, no había nada que hacer.

Con esta buena nueva se fue Macario, que empezó a curar personas cercanas a el y después

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