Marging Call

MARGIN CALL

“Margin Call” es un término financiero que significa cerrar todas las posiciones para reducir la posibilidad de que una cuenta entre en un saldo negativo.

Margin Call es una película que más allá de explicar profundamente las causas de la crisis financiera e hipotecaria en los estados Unidos, cuenta sobre la cadena de decisiones que se ven obligados a tomar los directivos de un banco cuando se dan cuenta que han cometido un error de cálculo que pone en riesgo el futuro financiero del banco de inversión.

La película comienza cuando, en una situación de crisis económica, un banco de inversión afronta una reducción de plantilla y debe comunicar a los empleados que han sido despedidos. Uno de ellos es el jefe de control de riesgos de la entidad.

Una vez que es informado de la noticia, la cual viene acompañada, prácticamente de inmediato, por la cancelación de su cuenta de correo electrónico y de su línea de teléfono celular; su principal preocupación es entregar una memoria USB, con un archivo sobre el que estaba trabajando -relativo a datos de las operaciones del banco - a alguien que pueda interpretar la información y seguir con el trabajo pendiente. El elegido fue un analista de breve trayectoria en la empresa, pero con estudios de ingeniería, y con conocimientos matemáticos suficientes para comprender el archivo que ha recibido. Después de un día de trabajo, el analista se dedica a revisar el USB que recibió y encuentra información que afectaría la volatilidad de los activos hipotecarios.

Lo que este analista descubre, a través de un sistema analítico, es que la volatilidad en el mercado de activos hipotecarios se ha disparado con carácter sistemático, por encima de lo que el área de riesgos del banco considera como máximo valor posible, por encima del nivel máximo histórico, con carácter permanente y no meramente coyuntural. Por ello, el riesgo que existe en las operaciones que, de forma provisional, están en el balance de la entidad, es que las pérdidas potenciales están muy por encima de las inicialmente calculadas. Están tan por encima, que acabarían con todo el capital social del banco, lo cual lo llevaría, inevitablemente a la insolvencia y a la bancarrota.

El riesgo que corre el banco de inversión que va constituyendo los sucesivos fondos es que los mismos no puedan ser vendidos a inversores externos y, en consecuencia, las hipotecas adquiridas permanezcan con carácter indefinido en su balance. Por ello, en previsión de que suceda tal eventualidad, el banco estima las pérdidas máximas que puede sufrir con la posesión sin límite de tiempo de dichos activos hipotecarios. Y para calcular ese volumen máximo de pérdidas, se basa en la volatilidad máxima del valor de los citados activos en los mercados.

A partir del momento el analista

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