I. La obra de Freud y sus límites
casieTesis4 de Septiembre de 2014
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Psicoanálisis, formación de la personalidad y educación
Freud y Lacan
Pierre Fougeyrollas
Exposición realizada en los cursos de formación de
la "Alliance des jeunes pour le Socialisme" (AJS),
en las Pascuas de 1976.
I. La obra de Freud y sus límites
La obra de Freud es una obra con diversos componentes. En ella se oponen tendencias materialistas, científicas y tendencias idealistas, ideológicas. Es necesario saber que Freud comenzó su carrera intelectual por la química. Después, por razones de éxito social, dificultades por las que atravesó en la Viena de fin del siglo XIX, se orientó hacia la patología, particularmente la patología de enfermedades mentales. En una carta a su amigo Fliess, posterior al descubrimiento del psicoanálisis, Freud dice que está convencido de que en el futuro las perturbaciones de la sexualidad podrán ser curadas por medios bioquímicos, pero que como por el momento no se dispone de estos medios hay que hacer algo. De esta manera, el psicoanálisis sería, en el espíritu de Freud, una solución de espera ante la falta de medios bioquímicos, que algún día, podrían prevalecer. Estamos aquí ante un materialismo médico. No estamos ante un materialismo dialéctico. La sociedad no entra en juego. Es un materialismo de médico de fin de siglo XIX. Pero este materialismo de fin de siglo XIX, entre los médicos de esta época, aparece como infinitamente ilustrado si se lo compara a ciertas producciones y sub-producciones ideológicas actuales, de las que tendremos oportunidad de hablar. Por lo tanto, el psicoanálisis es el desvío al que hubo que recurrir en ausencia de medios bioquímicos destinados a curar las perturbaciones psicosexuales. Para tratar de evaluar la importancia de las tendencias materialistas y de las tendencias idealistas en la obra de Freud, les propongo considerar, en ella, tres períodos.
Los tres períodos de la obra de Freud
1) Un período que va de 1895 a 1914; 1895 a 1900: descubrimiento del psicoanálisis; 1900 a 1914: afirmación del psicoanálisis y construcción también de una sociedad de psicoanalistas; por fin, conquista de un público en Austria, en Alemania y, enseguida, en dirección a los EE. UU.
2) Un período que va de 1914 a 1934: período en el cual el psicoanálisis ya ha triunfado en un cierto número de sectores y donde Freud va a desarrollar su teoría de la estructura de la personalidad.
3) Un último período que va de 1934 a 1939. Es un período trágico: Freud es atacado por un cáncer en la mandíbula del cual morirá; y hay un cáncer de carácter histórico que desborda a la persona de Freud, es el hitlerismo que va a enviar sus tropas a Viena. Freud y sus amigos deberán pagar un rescate muy elevado a los nazis para que pudiera abandonar el país y fuera a morir a Londres.
Si retomamos rápidamente estos períodos: en el primer período, Freud descubre la realidad del siquismo inconsciente, pero la descubre no a través de la especulación, no a través de un desarrollo metafísico. Freud llega a la hipótesis del inconsciente en su experiencia como terapeuta, en su experiencia de médico que trata de curar ciertas enfermedades mentales. Es a partir de los síntomas neuróticos, de los sueños y de los actos fallidos, que Freud se libra a la hipótesis de la existencia de un psiquismo inconsciente, más importante que el psiquismo conciente y que le sirve en realidad de infraestructura.
Y al mismo tiempo, en relación estrecha con su terapéutica, Freud es llevado a descubrir que el contenido de este psiquismo inconsciente es sexual, es decir que está ligado a los estados de una vida sexual que comienza en el nacimiento y no en la pubertad, en tanto que proceso en el cual el individuo se construye como personalidad singular en relación con una cierta búsqueda del placer. Los grandes descubrimientos de Freud aparecen ya en "La interpretación de los sueños", en 1900. Los grandes descubrimientos de Freud son los descubrimientos de este período: es la fundación del psicoanálisis, que representa un avance hacia una asimilación científica de los procesos psíquicos.
La represión, el inconsciente y la sociedad
Es interesante evocar en relación con este primer período, el concepto de represión, porque este concepto va a jugar un rol a través de las distintas etapas de la carrera intelectual de Freud. Cuando Freud encuentra la presencia del inconsciente en el tratamiento de sus enfermos, especialmente en los grandes neuróticos, él se plantea el problema de la génesis de este inconsciente. ¿De dónde viene? Freud, en un cierto número de textos, en la"La interpretación de los sueños", en la "Introducción al psicoanálisis" y en "Los tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad", responde que el individuo, desde su nacimiento, está dotado de un conjunto de pulsiones, es decir, de un equipamiento animal. La sociedad en la que ocurre, en la que estamos insertos; esta sociedad, a través de la organización familiar, ejerce sobre nosotros un cierto número de presiones. Se nos va a forzar en el ejercicio de nuestros instintos alimentarios, excréticos, sexuales, y estas presiones de la sociedad, ejercidas por la madre y por el padre, van a ser interiorizadas; Freud dice, incluso, introyectadas por la personalidad en formación, de tal manera que ya no vamos a necesitar más del gendarme parental, que nos transformaremos en nuestros propios gendarmes. En esta interacción de la sociedad con sus presiones y de la naturaleza con sus pulsiones, Freud hace dialéctica sin saberlo, como todos aquellos que se han dedicado a una práctica científica verdadera. Y esta dialéctica hace que Freud supere el nivel del materialismo puramente médico, porque hace intervenir la relación sociedad-naturaleza. Entonces, el inconsciente es, en el fondo, el producto de la represión, es decir, el efecto de este proceso a través del cual la sociedad obstaculiza, por ejemplo, nuestras pulsiones incestuosas, homosexuales e incluso heterosexuales, pero de una manera tal que no tenemos conciencia. El rechazo es, él mismo, un proceso inconsciente, generador del inconsciente. Por lo tanto, el inconsciente no es enigmático para Freud, no es misterioso. Se podría decir que hay inconsciente porque hay sociedad. La base real del inconsciente es la explotación del hombre por el hombre y la represión de las fuerzas vitales que resulta de esta explotación, aunque Freud no hubiera ido hasta ahí.
La libido y sus dos manifestaciones
Segunda etapa: 1914-1934. Se admite que hay un giro en 1914 en la obra de Freud con el artículo: "Introducción al narcisismo". He aquí rápidamente de qué se trata. En el primer período (1895-1900), Freud dice: hay instinto sexual (libido) y también un instinto del yo, del interés, un instinto de conservación. Bien entendido, todas las obras de este período muestran que la potencia de la libido le gana de lejos a la potencia de este instinto de conservación, de este interés. Pero Freud piensa que existe, yuxtapuesto en el inconsciente a la libido. En 1914, Freud constata que, en efecto, la libido puede manifestarse, y se manifiesta, de dos maneras.
La libido objetal: el sujeto embiste sobre un objeto; aquella en la cual la libido actúa como un boomerang sobre el sujeto. Uno se ama, y Freud constata que la libido del niño es una libido fundamentalmente narcisista.
El amor que el bebé, el muchacho tiene por su madre, es de hecho el amor que tiene por sí mismo a través de la madre. La fase de la pubertad no ha sido atravesada. No hay una verdadera capacidad de inversión objetal; es, de hecho, una sexualidad autoerótica la que está en curso. Entonces, el descubrimiento del narcisismo es una cosa muy importante, porque elimina la hipótesis bastante débil del segundo instinto, la hipótesis del instinto del yo. En realidad, en el inconsciente todo es libidinal. En 1914, Freud ha llegado hasta el final de la explicación por medio de la sexualidad. Pero la libido, si es que tengo derecho a hablar en lugar de Freud, funciona dialécticamente. Comporta una contradicción interna entre su aspecto objetal y su aspecto narcisista. También, a partir del descubrimiento del narcisismo, Freud puede dar una explicación global de la neurosis, cualquiera sea el síndrome neurótico que tenga que enfrentar. Freud puede decir que la neurosis resulta una insuficiencia de la superación del narcisismo infantil. La neurosis es un reflujo hacia el narcisismo infantil, hacia el autoerotismo que se traduce por una incapacidad de inversión objetal. Y es a partir de este descubrimiento que Freud va a llegar a su "segundo tópico", es decir hacia su concepción de la estructura de la personalidad, con las tres instancias que se conocen: el ello, el yo y el súper-yo.
El "ello", el "yo" y el "súper-yo" y la dialéctica naturaleza-sociedad
En realidad, no hay tal cosa como primer tópico y un segundo tópico. En realidad, hay una tentativa de caracterización del psiquismo, que hace intervenir al inconsciente, al preconciente y a la conciencia. Después, hay una tentativa de definición de la personalidad. Entonces, esta tentativa se realiza según las tres instancias del ello, el yo y el súper-yo. Y encontramos en la formación del yo y del súper-yo, la dialéctica naturaleza-sociedad de la cual ya he hablado. Freud dice "arribamos a la vida con un ello". El ello es nuestro equipamiento pulsional, el que no difiere de un
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