Tradicional Y Folclorica
e2323u21 de Noviembre de 2014
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Tradicional y Folklórica
Es la típica tradicional folklórica venezolana. La principal expresión y la más extendida es el joropo y sus variaciones (quirpa, pajarillo, tonada) a nivel nacional, pero a nivel regional en la región zuliana se presentan las gaitas, los Polos margariteños, el calipso guayanés (variación venezolana de esta música caribeña) y los valses andinos entre otras manifestaciones musicales regionales. También se cuentan entre los subgéneros tradicionales los aguinaldos navideños, una especie de villancico con instrumentos tradicionales venezolanos
GÉNEROS MUSICALES DEL FOLKLORE VENEZOLANO
Los géneros de nuestra música folklórica se dividen en cuatro grupos según su utilización en la vida cotidiana de quienes la cultivan. Estas categoría son:
•INFANTILES
La música está presente en la vida de los seres humanos desde su nacimiento, cuando los padres cantan para tranquilizar a sus hijos y ayudarlos a dormir.
Durante la infancia los niños utilizan la música para divertirse sólos o en grupo como acompañamiento del juego o como parte indispensable del mismo.
En esta sección, listamos algunas de las expresiones folklóricas venezolanas de diversión que aún se mantienen vivas.
Cantos de arrullo
Estos cantos cumplen la función de tranquilizar al bebé y ayudarlo a conciliar el sueño con melodías serenas.
En nuestro país el repertorio de este tipo de música es abundante y variado.
Señala Ramón y Rivera que una notable particularidad tiene la canción de arrullo y es que su letra está formada en seguidillas, forma estrófica excepcional en nuestro país.
Cantos de ronda:
Este tipo de canciones es entonada por los niños como acompañamiento de sus juegos. Su carácter coral refleja su función de recreación colectiva.
Ramón y Rivera señala que buena parte de las canciones pertenecientes a este género provienen del rico acervo cultural hispano difundido en América, encontrándose canciones parecidas, con pequeñas variaciones en distintas zonas del continente.
Cantos de entretenimiento:
Son cantadas por las madres para entretener y divertir a los niños. Estos cantos son de ritmo vivaz y recurren al uso de figuras onomatopéyicas, a la jerigonza y a la retahíla.
Según el maestro Ramón y Rivera, estos sones comienzan con un recitado libre de contenido infantil, para posteriormente acelerar su ritmo y movimiento
TRABAJO
Los cantos de trabajo están asociados a una labor específica y sirven para aliviar el pesar causado por el esfuerzo o para facilitar una tarea en específico.
Muchos de estos cantos están en peligro de desaparecer debido a la mecanización de muchas de las labores que les dieron origen. En esta sección, listamos algunas de las expresiones de este tipo que aún es posible encontrar.
Cantos de Arreo son aquellos asociados a la labor de conducción del ganado vacuno a través de la sabana para su traslado al sitio de pastoreo o de comercialización.
En Venezuela se conoce con el nombre de cabestrero al peón que se encarga de realizar esta labor, debido al uso de una cuerda que se ata a la cabeza de las reces y que en nuestro país recibe el nombre de cabestro.
Durante el camino los hombres cantan para que el ganado se mantenga tranquilo mientras avanza.
Luis Felipe Ramón y Rivera explica que desde el punto de vista musical, estos cantos se caracterizan por gritos, notas largas que adquieren a veces cierto acento quejumbroso.
Estos son cantos a capella, sin acompañamiento.
Cantos de ordeño Son aquellos asociados al ordeño de vacas con la finalidad de tranquilizar al animal durante la faena.
Es costumbre en Venezuela darle nombre a las vacas desde pequeñas. El ordeñador llama a la vaca por su nombre e improvisa versos de ocho sílabas en los que incluye el nombre del animal.
Estos cantos son de ritmo libre y están regidos por los acentos del texto. Se utilizan en su interpretación gran variedad de melodías. El peón puede entonar coplas nuevas o adaptar otras ya existentes.
Cantos de recolección de café Estos cantos acompañan la faena de recolección de café. Durante la realización de esta tarea, hombres y mujeres cantan en una especie de galante contrapunteo, según relata el profesor Ramón y Rivera.
Cantos de trapiche Son los cantos que acompañan la labor de molienda de caña de azúcar en el trapiche para la producción de panela o papelón.
Estos cantos, característicos de los antiguos trapiches halados por bueyes, tienen en sus versos exclamaciones que animan al animal a continuar la labor.
Cantos de pilado de maíz Son los cantos que acompañan el trabajo de pilar el maíz, ruda tarea fundamentalmente femenina, en la que dos mujeres golpean el grano dentro de un pilón con dos mazas de madera para la fabricación de la masa para la preparación de arepas.
Explica el maestro Ramón y Rivera que el golpear rítmico de la mano es acompañado por un jadeo (oy / ay). La melodía es simple y los temas variados.
Es muy conocido en nuestro país un canto de molienda recopilado por Luis Mariano Rivera en el estado Sucre cuya letra dice: io, io, dale duro a ese pilón...
Cantos de lavanderas Característicos del estado Yaracuy, en las cercanías del río San Javier, acompañan la labor las mujeres que acuden allí a lavar ropa.
El profesor Luis Felipe Ramón y Rivera dice que estos cantos son conocidos popularmente como gritos por su fuerza. Pero a pesar de ello son unas melodías agradables.
Cantos de pregón Estos cantos son utilizados en los centros urbanos por vendedores ambulantes para ofrecer sus productos y servicios de casa en casa. Así, heladeros, zapateros y amoladores de cuchillos, caminan por las calles entonando sus pregones.
CULTO
El culto es una de las fuentes más importantes de nuestro folklore. El pueblo venezolano, mayoritariamente católico, ha integrado bailes, cantos e instrumentos musicales, con los actos que corresponden a la devoción de sus santos.
Desde finales del siglo XX se ha evidenciado una decadencia de la fe cristina y la popularización de otros cultos. Esto ha generado la desaparición de manifestaciones culturales autóctonas asociadas a la religión.
En esta sección, listamos algunas de las expresiones folklóricas de nuestra música que aún mantienen cierta vigencia.
Tonos de velorio Los tonos de velorio son los cantos característicos de la celebración de los Velorios de Cruz durante la festividad de la Cruz de Mayo en los estados Guárico, Apure, Portuguesa, Cojedes, Lara, Yaracuy, Carabobo y parte de Aragua.
Esta fiesta se lleva a cabo el 5 de mayo de cada año, como muestra de devoción a la cruz. Durante este festejo las cruces son adornadas con flores y papeles de colores.
El velorio se comienza desde tempranas de la noche cantando los tonos y rezando el rosario hasta el amanecer.
Los tonos de Velorio son cantos polifónicos, interpretados por tres voces masculinas llamadas adelante, contralto y tenor. Se ejecutan a capella o con acompañamiento de cuatro.
Las voces participantes entran así: Primero la voz llamada adelante, y luego se unen la más aguda (contralto) y la más grave (tenor). Juntos cantan las cadencias que se prolongan con largos ayes.
Durante la celebración se cantas distintos tipos de tonos según los temas de sus letras o versos. Así desde tempranas horas de la noche hasta las doce se cantan tonos de pasión, de ese momento hasta las tres de la mañana se interpretan tonos de María, desde entonces hasta las cinco "tonos de juguete" y de allí hasta el amanecer "tonos de amores".
La Fulía Central La fulía central es el género musical característico de la celebración de los velorios de cruz en el Estado Miranda y en la costa del estado Vargas.
En esta zona del país, los celebrantes del velorio se colocan frente a la Cruz para decir oraciones y rezar o cantar el rosario. Posteriormente se recitan décimas, alternándose con cantos de fulía de contenido religioso o profano.
Las fulías son interpretadas frente al altar de la cruz por solistas que se suceden y reciben respuesta del coro de asistentes. En algunos lugares de la costa central, se acostumbra utilizar una flor o palma como testigo para indicar a lo presentes quien es el solista que cantará al finalizar el coro.
Según Luis Felipe Ramón y Rivera, la alternancia de fulías y décimas procede de la siguiente manera, luego de cantar dos o tres coplas uno de los asistentes grita ¡Hasta ahí! Se detiene la música dos o tres personas recitan una décima cada uno sobre temas distintos, alternándose hasta completar "los cuatro pies de décima". Al concluir lo decimistas alguien grita: ¡Dale al cuatro! o ¡Dijo bien!, como señal para continuar con el canto de fulías
El maestro Ramón y Rivera explica que la fulía mirandina, diferente a la oriental, se caracteriza por ser una melodía irregular en la que un solista interpreta un tema de 8 a 10 compases, al que responde un coro con frases de 5, 6 ó 7 compases.
Los instrumentos acompañantes varían según la zona, los más usuales son: el cuatro; el plato de peltre, tambores de fulía y las palmadas de los asistentes.
La Fulía Oriental es el género musical característico de la celebración de los velorios de cruz en los Estados Anzoátegui, Sucre y Monagas, donde se alterna con el canto de galerones.
Según Ramón y Rivera, esta especie musical proviene
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