ANALISIS DOING BUSSINES ESPAÑA

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Pese a las incertidumbres políticas y económicas que protagonizan la situación interna y externa, España sigue siendo un país atractivo para hacer negocios. Al menos, tan atractivo como el año pasado.

En su edición de 2020, el Banco Mundial ha vuelto a situar a España en el puesto número 30 del ranking, la misma posición que ocupaba en la lista Doing Business del año pasado. Sin embargo, la calificación del país aumenta 2 décimas, hasta 77,9 puntos, dado que los responsables del estudio de dicho ranking, han detectado mejoras en 3 ámbitos y no han empeorado la nota del país en ninguna de las otras 7 áreas regulatorias que utiliza para elaborar esta lista.

Como podemos apreciar, España ha subido de posición en las categorías de iniciar una mepresa (97), pago de impuestos (35), obtención de electricidad (55), registro de propiedad (59), obtención al crédito (80), cumplimiento de contratos (26), y obtención de permisos de construcción (79). Sin embargom ha registrado descensos en resolución de insolvencias (18) y en protección de inversiones (28). Y ha aumentado su valor en comercio transfronterizo (1).

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España, como comentaba anteriormente, ha bajado varios puestos en categorías como apertura de empresas, acceso a crédito y obtención de electricidad. En relación con ello, en España, se hace cada vez más “difícil” abrir una empresa. Podemos enfocarlo hacia dos vías, una de ellas es que esta bajada es debida a la mejora de la puntuación de otros países, la cual es muy factible. Pero, sin olvidarnos de que a día de hoy, tanto las ayudas como la economía del país no está pasando por su mejor momento.

Por ello, un acceso al crédito bajo, no fomenta al ciudadano a abrir una empresa, ya que, la mayoría de ellas se abren a través del préstamo. Esto puede ser debido a los tipos de interés, cuánto más altos sean, más difícil será acceder al crédito, y con ello a emprender.

En definitiva, Emprender en España es complicado. Sin embargo, la media de días necesarios para poner en marcha una compañía es de 12,5, frente a 9,3 de la OCDE o solo medio día del líder, Nueva Zelanda. El coste es de un 4% del capital. Y los procedimientos administrativos necesarios son 7, frente a 4,9 de media en la OCDE o uno solo que exige Nueva Zelanda.

La obtención de la electricidad, se encuentra en un nivel medio (55), el obtener electricidad de forma mas fácil, ayuda al empresario y a los hogares, a disfrutar de esta materia prima, sin necesidad de aumentar su gasto en ella. Por lo que, los empresarios podrán ser más competitivos en sus precios. Si este valor disminuyese, sería perjudicial para las empresas y negocios, ya que un aumento del precio de la misma, obligaría al empresario a subir los precios de su producto, y será repercutido al consumidor, por lo que consumiría menos que antes.

Ahora bien, podemos sentirnos orgullosos de ser el país que mejor gestiona el comercio transfronterizo, aspecto en el que el Banco Mundial nos da la mejor puntuación. Pero lo peor de todo es que nuestro país no consigue alcanzar un clima empresarial óptimo para las compañías españolas.

Los trámites burocráticos engorrosos, además de representar obstáculos para las empresas individuales o los inversionistas, también limitan la capacidad de la economía para crecer de manera sostenible. La libertad económica para hacer negocios está vinculada con el desarrollo económico y un sector privado pujante, los que, a su vez, apoyan la reducción de la pobreza y la promoción de la prosperidad compartida.

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