Auditoria operacional por Enrique Quintana Romero

Auditoria operacional por Enrique Quintana Romero.

En relación con una de las definiciones citadas por Enrique Quintana Romero, expuesta por Roy Lindberg y Theodore Colin en 1972, cabe destacar que su idea principal sobre la auditoria operacional es muy bien expresada ya que propone lo siguiente: “La auditoría operacional es una técnica para evaluar, regular y sistematizar la efectividad de una unidad o función en relación con parámetros de la empresa y de la industria en general, utilizando personal que no son especialistas en el área sometida a estudio, con el objetivo de asegurar a la dirección que las metas fijadas están siendo alcanzadas y/o de identificar condiciones o situaciones susceptibles de ser mejoradas”. Como se logra observar, tiene diversidad de aspectos que son propicios a la definición correcta sobre la auditoría operacional, debido a que se enfocó en recoger en su totalidad características de forma implícita, como el objetivo, el referente consensuado y el criterio versus conformidad que debe tener toda auditoría.

Respecto al objetivo,  el autor expone que es la predicción sobre la efectividad operacional de una unidad o función en relación con parámetros de la empresa y de la industria en general, y por lo tanto, el referente consensuado se basa es en la “efectividad”. Por otro lado, se encuentra el criterio versus conformidad, en donde su criterio son la dirección de las metas fijadas de operación, en donde se estén realmente alcanzando y que de cierta forma puedan ser mejoradas para beneficio de la organización.

Pero uno de las características principales para completar el esquema de auditoria operacional y que no se encuentra dentro de esta definición es el objeto de trabajo, puesto que en ella no se expone que el insumo más relevante que necesita la auditoría operacional como objeto de trabajo son los procesos, por lo tanto no está expresada en su totalidad en dicha definición.

Siguiendo la misma definición expuesta por estos dos autores —Roy Lindberg y Theodore Colin—, en donde establecen que la auditoría puede llevarse a cabo y ser realizada por personal que no son especialistas en el área sometida a estudio; y consecuentemente, lo expuesto por  Enrique Romero, en donde establece que el conocimiento requerido es mínimo en el área auditada —principalmente en recopilación, análisis e interpretación de información—, muestra que estas afirmaciones, no son del todo verídicas ni acertadas, puesto que, aunque la auditoría operacional implica requerir de profesionales de diferentes disciplinas, no significa que cualquier personal que aunque esté dentro de la planta o del mismo departamento pueda realizar dicha auditoría, por el contrario, es importante que sea conducida y direccionada por especialistas en auditorías o como normalmente se desarrollan en las organizaciones; por contadores públicos, con el propósito de que se presentan los resultados deseados, teniendo en cuenta los debidos procedimientos.

La auditoría operacional herramienta fundamental para una gestión institucional eficiente y eficaz por Lucio Acosta.

En relación con la premisa acerca del objetivo de la auditoría operacional, el autor realiza la siguiente comparación: “Mientras que el objetivo del examen de estados financieros consiste en darles confiabilidad mediante la emisión de una opinión de los mismos, el objetivo de la auditoría operacional es ayudar a la empresa a aumentar su eficiencia mediante la presentación de recomendaciones tendentes a ese fin”. Podemos decir que, desde el punto de comparación sobre la auditoría y la auditoria operacional, este argumento es relevante, puesto que, en este caso no se cumple con la premisa establecida de que el objetivo de la auditoría operativa es la efectividad operacional, pero aun así, se acerca exponiendo que es aumentar la eficiencia de la organización.

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