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COLOMBIA Y JAPON, VERDADES CULTURALES DEL EXITO

Andres Guillermo Riaño Bohada

“Yo admiro al hombre que puede sonreír ante los problemas, que puede sacar fuerza de la desgracia, y que en la reflexión crece en valentía. Es característico de las mentes pequeñas encogerse, pero aquél que es firme en su corazón, y cuya conciencia aprueba su conducta, persevera en sus principios hasta la muerte” Thomas Paine

En tan acertada frase a mi parecer, es que puedo empezar este escrito, como lo expreso este intelectual británico; sonreír aun cuando existen problemas es que las personas podemos crecer como tales, esta frase me hace comprender las palabras de Yokoi Kenji Díaz en su conferencia de los mitos y leyendas sobre Colombia y Japón, este joven Colombo japonés expone de manera coloquial pero muy puntual la forma errada de como percibimos la cultura japonesa y como nos perciben ellos a nosotros.

Para explicar estas percepciones y las diferencias culturales hace referencia a tres mitos, El primero llamado: “los japoneses son inteligentes”; el segundo, “los japoneses son karatekas”; y el tercero, “los japoneses son ricos”. Pues bien, estos mitos son fruto del desconocimiento de estas dos culturas, la una de la otra, para nosotros como colombianos es muy fácil hacernos una idea sobre la cultura nipona, digo fácil porque gracias a los medios de comunicación, la industria cinematográfica y la abundante publicidad percibimos erradamente lo que en realidad es esta cultura. Son estos mismos factores lo que hacen que alrededor del mundo se tenga una imagen inequívoca de nuestra cultura Colombiana.

El primer mito al que hace referencia Kenji Diaz es que todos los japoneses son inteligentes, elevándolos a un grado de superdotados, explicando y dejando ver que en verdad son más disciplinados que inteligentes. La cultura japonesa a lo largo de su gran historia y tiempo, siempre ha tenido un factor social muy importante, más que un factor un valor muy arraigado; el de la disciplina, y es que, es esta la que le ha permitido a Japón posicionarse y mantenerse como una de las grandes potencias en el pasar de los años, ha sido de tanta importancia para esta cultura que los ciudadanos trabajan en conjunto y con gran empeño para alcanzar las metas fijadas, para sobreponerse de una guerra devastadora y de varios desastres naturales.

Los colombianos somos personas innovadoras, carismáticas, trabajadoras y verracas, lo que nos hace personas inteligentes, capaces de crear productos y servicios de alta calidad, pero lo que nos diferencia de los japoneses es la falta de disciplina, si nos tomarnos más enserio nuestras responsabilidades y compromisos por pequeños que sean, podríamos obtener mejores resultados, optimizando la productividad de nuestras vidas, de las empresas y de la sociedad, pues como lo expresa Kenji “La Disciplina tarde o temprano vencerá a la inteligencia” y esta es la fórmula de éxito.

El segundo mito que presenta es; “los japoneses son karatekas”, en el entendido que gracias a la industria cinematográfica es que se ha creado este mito. Los japoneses en su mayoría si aprenden karate, más que por gusto; por costumbre, pues es una tradición ancestral que el mismo gobierno se encarga de fomentar, esta práctica no se realiza con el fin de enseñar defensa personal ni para atacar a los demás, es más bien para aprender hacer disciplinados

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