EL PENSAMIENTO SISTÉMICO, DISCIPLINA.
MeslichaDocumentos de Investigación6 de Noviembre de 2016
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EL PENSAMIENTO SISTÉMICO, DISCIPLINA
DE LAS ORGANIZACIONES INTELIGENTES
Autor: Ing. David S. Peralta Monge, Consultor en Gestión Empresarial.
La planeación, formulación y ejecución de la estrategia exige de los líderes-gerentes, de los equipos de trabajo y de todos los colaboradores pensar en forma sistémica, reflexiva y creativa.
El pensamiento sistémico es la disciplina para ver totalidades en vez de partes. La disciplina que visualiza y analiza el conjunto de los sistemas, estructuras, procesos, actividades, relaciones y recursos interdependientes que integran la organización e interactúan con los sistemas, organizaciones y personas externas necesarias para conseguir su propósito y realizar su misión.
Pensar sistémicamente es identificar y tener en cuenta esta interdependencia o interacción y sus consecuencias cada vez que se analiza una idea, se toma una decisión, se concibe una estrategia o se lleva a cabo un plan, un proyecto o una actividad.
El pensamiento sistémico es un marco para ver el todo en lugar de las partes, para ver interrelaciones en vez de cosas aisladas, para ver patrones de cambio y modelos dinámicos en vez de instantáneas. Es, asimismo, sensibilidad hacia las interconexiones sutiles que confieren a los sistemas vivientes su carácter singular y la percepción de cómo algo puede llegar a influir o a alterar el todo.
El pensamiento sistémico es una disciplina para ver las estructuras y las causas que subyacen a las situaciones complejas, así como para discernir qué cambios son de alto o bajo apalancamiento. Al ver la totalidad aprendemos a identificar, apoyar y estimular lo que verdaderamente da salud y sostenibilidad a la organización.
Para hallar un punto de apalancamiento en la mayoría de las situaciones que afectan a una organización hay que comprender su complejidad dinámica, no la complejidad de los detalles. Para comprender las causas profundas de los problemas y sus posibles soluciones es preciso ver las interrelaciones de los sistemas y de los procesos y no cada actividad en particular; los patrones de acción y los modelos de cambio y no las “instantáneas”.
El pensamiento sistémico ofrece un lenguaje que comienza por la reestructuración de nuestro pensamiento; por el uso profuso del hemisferio derecho de nuestro cerebro que se caracteriza por su capacidad de integración y síntesis, de imaginación y creatividad, de intuición y arte.
En las organizaciones inteligentes convergen cinco disciplinas. Cada una es indispensable para el desarrollo de las demás y brinda una dimensión vital para el éxito en la construcción de organizaciones con auténtica capacidad de aprendizaje.
Estas disciplinas son:
- el pensamiento sistémico,
- el dominio personal,
- los modelos mentales,
- la visión compartida,
- el aprendizaje en equipo.
Es vital que las cinco disciplinas se desarrollen como un conjunto.
El pensamiento sistémico es la quinta disciplina, la piedra angular conceptual de las cinco disciplinas del aprendizaje y del modo en que una organización inteligente piensa acerca del mundo. Sin pensamiento sistémico es imposible conseguir autodominio personal, el manejo adecuado de los modelos mentales, la visión de futuro compartida y el aprendizaje continuo individual y colectivo; las cinco disciplinas que integran y dan forma a la organización inteligente.
“El pensamiento sistémico nos da los incentivos y los medios para integrar las disciplinas del aprendizaje en las organizaciones inteligentes”
Peter M. Senge en “La Quinta Disciplina”
El pensamiento sistémico es la disciplina que integra a las demás disciplinas de las organizaciones inteligentes, fusionándolas en un cuerpo coherente de teoría y práctica. También es la integración de todos los sistemas y procesos en lo que podríamos llamar el sistema organizacional, que interactúa y es interdependiente con todos los sistemas del entorno que, de una manera u otra, influyen y son influidos por él.
Sin una orientación sistémica no hay posibilidades de examinar cómo interactúan y se relacionan entre sí todas las disciplinas, actividades, procesos y sistemas y aún las mismas personas. Tanto las personas como las organizaciones, la sociedad y el universo entero constituyen un todo indivisible y totalmente interdependiente aunque cada quien posee características que les son propias y únicas.
Practicar una disciplina dentro de una organización inteligente es integrarla al todo mediante el pensamiento sistémico; no es simplemente emular un modelo, es encontrar una práctica acorde con nuestra realidad personal y colectiva que forma parte de diversos sistemas; una realidad que será siempre sistémica, holística, original y diferente en su esencia, de cualquiera otra.
La naturaleza, los seres humanos y sus organizaciones no están constituidos por partes dentro de sistemas; están constituidos por sistemas dentro de sistemas.
Cada uno de nosotros es un sistema, una totalidad indivisible e interdependiente en su realidad fisiológica, intelectual, emocional y espiritual; en su talento, energía y sentimientos; en sus pensamientos, palabras y acciones; en sus capacidades y habilidades de cualquier índole y en todas las relaciones con el mundo que nos rodea. Además, cada uno de nosotros forma parte de sistemas naturales, biológicos, familiares, educativos, organizacionales, sociales, comunales, ecológicos, políticos, legales, económicos, religiosos, y muchos más. Lo mismo sucede con nuestras organizaciones.
Las empresas, las instituciones de servicio y, en general, todas las organizaciones humanas son sistemas totales e indivisibles de gran complejidad y ligados por tramas invisibles de pensamientos, sentimientos, procesos, decisiones y actos interrelacionados que, además, podrían tardar largo tiempo en exhibir sus efectos mutuos.
El pensamiento sistémico es un marco conceptual, un cuerpo de conocimientos y herramientas que se ha desarrollado para dar claridad y comprensión al todo; una disciplina que nos permite ver con mayor claridad totalidades, sistemas, interrelaciones, complejidades y patrones de cambio interdependientes que afectan al mundo en que vivimos y a las organizaciones en donde trabajamos.
El pensamiento sistémico es una disciplina que ayuda a aprender acerca de nuestras estructuras y dimensiones humanas, modelos mentales, patrones de conducta, sistemas en que convivimos, así como a establecer los procesos más eficaces para apoyar y lograr transformaciones e integrar actividades, funciones, talentos, capacidades, habilidades, conceptos e ideas en una totalidad eficaz, eficiente, productiva e innovadora.
- La organización: un sistema social complejo
“Un sistema social es un todo con un propósito definible que forma parte de otros sistemas más complejos y está compuesto por muchas personas, procesos, recursos y partes interdependientes que contribuyen a ese propósito”
Cada persona, proceso, actividad, recurso y parte contribuye de una manera particular y bien definida al propósito del sistema y depende de las otras personas, procesos, actividades, recursos y partes para hacer efectivo su aporte; por esto se dice que las personas, los procesos, los recursos y las partes que forman un sistema social son interdependientes e interactúan entre sí.
A la vez, cada sistema puede integrar otros sistemas más complejos y ser interdependiente con otros sistemas, sociales o no, con el fin de lograr un propósito más general.
Entendemos a las personas, los procesos, las actividades, los recursos y las partes al ver cómo encajan y realizan su aporte al sistema. Es esencial entender el todo y no sólo cada persona, proceso, actividad, recurso o parte aislada. Tenemos que cerciorarnos de que el todo funciona correctamente -con calidad, eficacia y eficiencia- dentro de un claro sentido de propósito, misión, identidad, dirección y destino que unifica a las personas, los procesos, las actividades, los recursos y las partes dentro del sistema y hace posible –por medio del pensamiento reflexivo y creativo- que éste mejore constantemente o sea renovado, si esto último fuera necesario.
Cuando entendemos el propósito y las interdependencias y observamos cómo funcionan y se interrelacionan las personas, los procesos, los recursos y las partes, empezamos a comprender el sistema; mas, su comprensión total se da cuando miramos su propósito y misión dentro del entorno, y aprendemos como las dimensiones humana, social, ecológica, legal, económica y tecnológica de este último interactúan con el sistema que estamos tratando de entender.
La organización es entonces un sistema social y técnico muy complejo con propósitos, valores, intereses, necesidades y partes interdependientes que interactúan entre sí y con el entorno, y forman un conjunto, una totalidad, una verdadera red de personas, sistemas, procesos, recursos, actividades y relaciones que se identifican y unifican alrededor de un propósito estratégico bien definido y tienen perfectamente claro su destino, valores y responsabilidades como grupo y como parte que son de sistemas sociales, políticos, legales, económicos, comunales, tecnológicos y ambientales más complejos aún.
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