ENSAYO SOBRE LA CREACIÓN DE VALOR COMPARTIDO

ENSAYO 1: LA CREACION DE VALOR COMPARTIDO

Existen cambios constantes en la sociedad, ideas nuevas y diferentes que surgen de cada sector empresarial, nuevos enfoques de gestión que conllevan a innovar en todo momento, las apariciones de múltiples necesidades en el entorno de todos, esto nos lleva a tomar como propio el principio de inclusión de los sectores y la necesidad de generación de valor.

En los últimos años se ha puesto de moda, gracias a la presión ejercida de los clientes, el seguimiento de las actividades empresariales y el apoyo hacia los negocios socialmente responsables. Es así como inicialmente surge la RSE, la cual, dicho sea de paso, actualmente compite con un concepto que ha ido ganando espacio dentro de la cultura empresarial denominado Creación de Valor Compartido (CVC).

El concepto de valor compartido puede ser definido como las políticas y las prácticas operacionales que mejoran la competitividad de una empresa a la vez que ayudan a mejorar las condiciones económicas y sociales en las comunidades donde opera. La idea central es señalar que el poder de la colaboración y la innovación, impulsan el mejoramiento sostenible en el mundo. Por lo tanto, actualmente son muchas empresas que se han sumado a este novedoso concepto.

El valor compartido pretende incorporar en las dinámicas del capitalismo los valores comunitarios, ambientales y éticos que pueden contribuir al mejoramiento de la sociedad. Esta idea persigue aprovechar las necesidades sociales para crear progreso colectivo y también ganancias para los accionistas de las empresas locales y multinacionales.

La creación del valor compartido es una excelente propuesta del Dr. Michael Porter, profesor de la Universidad de Harvard, y Mark R. Kramer. La propuesta abre brecha a nuevos modelos con respecto a perspectivas novedosas para las empresas, tomando en cuenta el mundo social en el que se desempeñan.

Esta corriente tiene como finalidad asegurar el éxito de las industrias a largo plazo, buscando como finalidad, el beneficio tanto para la empresa como para la comunidad y los accionistas.

Al hablar de valor compartido inevitablemente tenemos que pensar en un círculo de acción que pueda incluir los sectores económicos, los diferentes estratos sociales de la localidad y que deberá estar incluyendo su entorno, agregando entidades cada vez más de manera incesante y generar un proceso dinámico todo el tiempo logrando concebir una inercia de desarrollo global.

Hasta hace alguno tiempo, la responsabilidad corporativa era vista como un costo para las empresas. Pero las compañías se están dando cuenta de que, mediante la creación de valor compartido, pueden de forma simultánea potenciar su competitividad y beneficiar a la comunidad.

El identificar las necesidades del medio social se puede catalogar como un punto básico para la persecución de nuevas ideas para desarrollar las diferentes áreas que podrá crear un efecto cascada que logre llevar beneficios a todos los sectores, de manera directa e indirecta y provocar un impacto que sirva como empuje para asumir responsabilidad e interés propio en avanzar o sostener una mejora continua en cada individuo del entorno.

A diferencia de la RSE en la cual las empresas únicamente buscan generar una imagen positiva de la empresa frente a la sociedad a través de pequeñas ayudas y labores sociales la creación de valor compartido pretende generar mucho más que eso al contribuir no solo a la sociedad mediante acciones directas sino que también pretende ayudar tanto a sus empleados mediante una capacitación más eficiente, mejores retribuciones y que estos se vuelvan más productivos y al final esta mayor producción se traduzca en mayores beneficios para la empresa y estos para el gobierno lo que terminaría con mayor inversión en el área social.

El entendimiento del contexto en el cual actuamos como entidades económicas es fundamental para la generación de valor compartido, entender el porqué de las situaciones negativas tanto como de las positivas debe ayudarnos a concebir nuevas estrategias para alcanzar el bien común. Tomando como base lo anterior es inevitable pensar en que es necesario ayudar al desarrollo de las personas involucradas en las actividades económicas de las empresas, sus familias y su base económica.

Actualmente existe un ideal de los empresarios sobre la necesidad de conseguir los mejores niveles de utilidades en sus organizaciones, y es que es más que entendible que la presión del medio en que vivimos, nuestra cultura y costumbres contemplan el éxito de una entidad  basado en las utilidades obtenidas como lo más importante, dejando de lado el desarrollo de su entorno social y dejando de lado la necesidad de erradicar elementos tan palpables como pueden ser los altos índices de desempleo, la falta de educación, capacitación y especialización de los habitantes de las comunidades, etc.

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