ESTRATEGIA Y SOCIEDAD

ESTRATEGIA Y SOCIEDAD

En el artículo de Porter & Kramer (2006) llamado estrategia y sociedad hablan de un tema interesante que relaciono con las clases de enfoques modernos de administración ya que es un tema que está tomando relevancia desde hace unas décadas y que con la globalización donde la competencia es a nivel mundial y con la importancia que toma la sustentabilidad, las empresas tienen que practicar lo que se llama Responsabilidad Social Corporativa (RSC).

La RSC implica la planeación y administración estratégica, la ética y responsabilidad corporativa que son temas que estamos viendo en la segunda unidad de la materia. Con lo cual se ve el alcance que puede a llegar a tener los cambios que han surgido en la administración donde los líderes de negocios ya no solo se enfocan al cumplimiento de las metas económicas de las empresas sino que tienen que tomar decisiones corporativas enfocadas a la ética y a la RSC.

El tema surge a partir en que los grupos activistas, el gobierno y la sociedad presionan a las grandes empresas para poder llamar la atención sobre algún problema, el RSC ha creado grandes debates debido a su práctica ya que crea grandes confusiones porque hasta cierto punto se ha “practicado”, pero no enfocada hacia lo que realmente es, solo se lleva a cabo como una acción “cosmética” que busca únicamente mejorar la imagen de la empresa ante la sociedad sin que se midan verdaderamente el impacto que se ha tenido en la sociedad.

Se me hace interesante el tema debido a que la RSC se está exigiendo a las empresas sin que consideren que la RSC no se coordina con los objetivos de las empresas por lo cual se tiene que fusionar con las estrategias corporativas para que los empresarios no solo vean los planes de la responsabilidad social corporativa como un costo o acto de beneficencia que los limita en sus operaciones sino que se den cuenta y busquen la forma en la cual se pueden obtener oportunidades como lo es la ventaja competitiva y ver en la RSC una fuente de innovación.

Se hace mención a cuatro argumentos preponderantes para la RSC, justificando su existencia. La obligación moral, sustentabilidad, licencia para operar y reputación. Y si bien se entiende perfectamente estas justificaciones, éstas no dan cursos de acción para los administradores sobre qué decisiones tomar para poder llegar a un equilibrio entre las estrategias corporativas y la sociedad, considerando los valores, intereses y costos en cuestión.

Puedo notar que en la práctica de la RSC falta una planeación operativa, táctica y estratégica para que se lleven a cabo iniciativas coordinas con una meta fija y alcanzable que beneficie a la corporación y a la sociedad. Porque muchas veces se confunde lo que se quiere alcanzar con la RSC que es un excelente resultado con la sociedad y la empresa, ya que se basan más en las relaciones sociales, donde solo tratan de enaltecer el nombre y no fijan todo a alcanzar principalmente los objetivos corporativos sin dañar a la sociedad, los cuales actúan como un complemento, ya que como bien lo menciona el autor, para que la empresa alcance sus metas y se desarrolle en el mercado necesita de una sociedad sana.

Lo anterior lleva a un término que se llama “valor compartido”, donde las estrategias que implementen las empresas deben beneficiar a ambos lados. Se debe tener mucha visión al momento de realizar la planeación corporativa debido a que la cadena de valor se presenta en todo momento, es decir, una empresa a través de sus operaciones provoca impactos en la sociedad, pero también se observa que los factores externos afectan a las corporaciones.

Se menciona en el artículo que hay aspectos del contexto que pueden ser oportunidades para grandes iniciativas que impulse la RSC, las cuales deben tener esencialmente el valor compartido. En estos aspectos se consideran la calidad y cantidad de los insumos

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