El Liderazgo Que Obtiene Resultados

EL LIDERAZGO QUE OBTIENE RESULTADOS

por Daniel Goleman – HBR, Marzo-Abril 2000, pp. 78-90

El trabajo específico de un líder es obtener resultados. Pero aún con todos los programas de formación de liderazgo y los consejos expertos disponibles en la actualidad, el liderazgo eficaz todavía es algo elusivo para muchas organizaciones y personas. Una de las razones de ello, afirma Daniel Goleman, es que estos expertos ofrecen su asesoría basándose en inferencias, en su experiencia y en sus instintos, pero no en información cuantitativa. Recurriendo a estudios hechos a más de 3.000 ejecutivos, Goleman explora cuáles son los comportamientos de liderazgo específicos que generan resultados positivos. Para ello, describe seis estilos de liderazgo distintos, cada uno de los cuales surge de diferentes componentes de la inteligencia emocional. Cada uno de ellos tiene un impacto distinto en el clima de trabajo de una empresa, una división, un equipo y a su vez, en el desempeño financiero. Estos estilos, ya sea por su nombre o su breve descripción, sonarán conocidos para cualquiera que lidere, es liderado, o hace ambas cosas.

Líderes coercitivos: exigen un cumplimiento inmediato.

Líderes orientativos: movilizan a las personas hacia una visión.

Líderes afiliativos: crean lazos emocionales y armonía.

Líderes democráticos: crean consensos mediante la participación.

Líderes ejemplares: esperan excelencia y autonomía, y los

Líderes formativos: desarrollan a las personas para el futuro.

El estudio indica que los líderes que obtienen los mejores resultados no dependen sólo de un estilo de liderazgo. El doctor David McClelland (ya fallecido), fue un notable psicólogo de la Universidad de Harvard y descubrió que los líderes que tienen fortalezas en una masa crítica de seis o más competencias de inteligencia emocional eran mucho más eficaces que sus pares que carecían de ellas. Los líderes que han logrado dominar cuatro o más estilos –en especial el orientativo, el democrático, el afiliativo y el formativo– tienen el mejor clima y desempeño de negocios.

Goleman detalla las situaciones de negocios en las que cada estilo es el más apropiado, y explica cómo los líderes que carecen de uno o más de estos estilos pueden ampliar su repertorio. El autor sostiene que con la práctica, los líderes pueden cambiar entre los distintos estilos para generar resultados poderosos, convirtiendo de esa forma el arte del liderazgo en una ciencia.

CONCLUSIÓN

Es muy cierto que para ser un líder exitoso tenemos que variar nuestro estilo de liderazgo dependiendo de la situación en la que nos encontremos, y creo yo es la parte más difícil ya que nuestra forma de liderear está muy ligada a nuestra personalidad o carácter y por ejemplo si eres de carácter fuerte, perfeccionista que se hagan las cosas rápido, bien hechas y a la primera te va a costar trabajo ser un líder afiliativo, sin embargo, debemos tener la suficiente inteligencia emocional para sabernos manejar dentro de la compañía y adaptarnos a la situación que se esté viviendo para poder ser un buen líder.

El buen líder siempre va a buscar el beneficio colectivo, no simplemente popularidad, fama o seguidores, estos solitos se forman si se obtienen buenos resultados continuamente. Un líder debe tener principios y valores que deben reflejarse en la conducta personal, en la vida familiar y social. Un verdadero líder desde lo personal da respuestas exitosas a los retos del medio, se esfuerza en ser y en dar más que en tener y acaparar. El líder tiene la visión para anticiparse y poner las bases del desarrollo sostenible del futuro.

Si se promueve el liderazgo habrá nuevos y eficientes líderes, gente emprendedora con principios, que busca la excelencia, que aprende continuamente y trata de responder las necesidades de su país,

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