El análisis de la novela de "La Meta"

¿ES EL DINERO LA VERDADERA META?

RESUMEN

La Meta es una novela de administración escrita por Eliyahu M. Goldratt, un consultor de negocios cuya Teoría de las limitaciones ha servido como modelo para la administración de sistemas y negocios. Fue publicada originalmente en 1984, y desde entonces ha sido revisada y republicada cada 10 años aproximadamente: una vez en 1994 y otra en 2004. Éste libro es usado en cursos universitarios y en el mundo empresarial como caso de estudio en administración de operaciones, con un enfoque hacia la Teoría de las limitaciones, cuellos de botella, y como resolverlos. [1]

Palabras clave- la meta, recursos humanos, empresa

Después de leer los cinco primeros capítulos del libro “La Meta”, es evidente que en muchas ocasiones no basta con el conocimiento adquirido en una cátedra para llevar las riendas de una empresa, pues la vida real pocas veces está plasmada en los libros.

Eliyahu Goldratt quiere introducir al lector, de una forma sencilla en el complejo mundo del funcionamiento de una empresa, lo hace utilizando un lenguaje comprensible gracias a los ejemplos que toma de la cotidianidad que vive un gerente de una planta manufacturera.

Esta obra, está destinada principalmente a los gerentes de empresa, pues son ellos, quienes tienen que planificar el funcionamiento de sus compañías y en ocasiones anticiparse al futuro para sortear imprevistos, "La Meta", es un sumario de recomendaciones que indudablemente consigue hacer reflexionar a quien lo lee, incluso si no se es un avezado ejecutivo, después de todo, quién no ha tenido que tomar decisiones trascendentales en la vida, tanto en lo familiar como en lo laboral, lo importante es procurar escoger la que sea más conveniente, y es allí donde reside el éxito alcanzado por Goldratt, pues ha sabido plasmar cabalmente sus afamadas teorías en una novela de tinte empresarial.

El protagonista es un gerente de planta que se enfrenta al inminente cierre de su fábrica, en su afán de oponerse a tan lúgubre destino, se encamina en la búsqueda de alternativas de solución, y de paso tratar de encontrar cual es el objetivo final al que debe llegar su organización, el autor lo llama la meta, y esta no es otra que ganar dinero a través de las ventas. No es de extrañar que lo primero que se piense ante la pregunta sobre cuál es el fin propio de una empresa, lo común es contestar es que es el lucro, y aunque sin beneficios económicos ninguna organización podría sobrevivir, esta afirmación trae consigo una avalancha de problemas, ya que si las ganancias son el objetivo primario, todo lo que se haga en una organización debe estar supeditado para alcanzar tal propósito, al menos este parece ser el caso del protagonista de esta novela, quien casi que tiene que hipotecar su felicidad para evitar el cierre de la planta que gerenciaba, por lo tanto, este ensayo se dividirá en dos partes, por un lado el dilema resultante de tener que escoger entre el trabajo y la familia y por otro lado si es el dinero lo primordial para una organización.

En estos primeros capítulos se dan ciertos vestigios, de la dualidad de gerenciar una empresa para que funcione de una manera eficiente y al mismo tiempo mantener la armonía familiar, trabajar bajo presión, puede en ciertas circunstancias, llevar a una persona a tener que definir cuáles son sus prioridades, y así mismo, darles la importancia que merecen. De inmediato surge un interrogante ¿se puede ser un ejecutivo exitoso y al mismo tener una vida familiar?, al respecto Germán Cortés educador en salud pública escribe lo siguiente:

El trabajo es una bendición que todos debemos conservar. Para algunas personas el trabajo es lo más importante de su vida. Lo demás es secundario, incluso su propia familia. Pero se equivocan. Los expertos en psicología laboral señalan “que los llamados workaholics (adictos al trabajo) son víctimas de su propia percepción de la realidad, que se retroalimenta a través de su inconsciente adicción al trabajo… Muchos de ellos terminan en una rotura matrimonial o en un infarto”. [2]

Indudablemente, hay casos en los que se puede arruinar una vida por la entrega al trabajo o para este caso el dinero; si bien es cierto, que el trabajo dignifica a la persona y resulta imprescindible para proveerle el bienestar material a la familia, muchas veces se nubla el juicio en pro de conseguir réditos económicos, se puede llegar a renunciar a la misma tranquilidad, lo ideal sin lugar a dudas seria llegar a encontrar un equilibrio entre las actividades laborales y las relaciones familiares, es decir, entregarse a las dos áreas al unísono y no desatender una por la otra, es claro que para que esto llegue a buen puerto, se necesita de disciplina y organización, pero ningún esfuerzo es poco si la recompensa es llegar a obtener una familia feliz y una carrera exitosa. No obstante, en estos tiempos de agitación, lograr este estado de armonía, resulta bastante complejo, pues la manera como ha avanzado el mercado laboral y el tipo de vida que se desprende de este, casi que fuerzan a las personas a estimar más la parte profesional que la familiar; y como resultado de este choque de trenes surge un sinfín de inconvenientes,

Trabajo y familia son dos plataformas de auto realización de la persona de igual importancia. Ambas son importantes y en las dos se debe realizar el ser humano, la persona es feliz cuando realmente encuentra esa armonía entre familia y trabajo.

La familia es el sitio de convivencia de la persona, donde aprende a amar, a vivir los valores; pero también donde se enseña a trabajar bien y se produce el capital humano para la empresa. “No somos nadie sin tener detrás de nosotros una familia, que es el lugar donde nos quieren por lo que somos, como somos, nunca nos quitarán el apoyo por algo que hagamos o dejemos de hacer, es allí donde se aprende a ser una mejor persona para la sociedad”, asegura Diana Velásquez de Restrepo, psicóloga y orientadora familiar. [3]

De otra parte, Eliyahu M. Goldratt, expone en su libro, que la meta de toda organización ahora y en el futuro es la de ganar dinero, es lo más importante, el fin último, cualquier cosa que la aleje de cumplir este fin es improductivo, pero qué tan cierta es esta aseveración, para tratar de dar nuevas luces a este interrogante vale la pena recoger una de las respuestas que Peter Senge, el creador de la Quinta Disciplina y conocido gurú del aprendizaje organizacional, dio en una entrevista

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