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El método de la Economía Política


Enviado por   •  14 de Julio de 2015  •  Tesis  •  3.605 Palabras (15 Páginas)  •  202 Visitas

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El método de la Economía Política 1

K. Marx

Cuando consideramos un país dado desde el punto de vista económico-político

comenzamos por su población, la división de ésta en clases, la ciudad, el campo, el

mar, las diferentes ramas de la producción, la exportación y la importación, la

producción y el consumo anuales, los precios de las mercancías, etcétera.

Parece justo comenzar por lo real y lo concreto, por el supuesto efectivo; así,

por ej., en la economía, por la población en su conjunto. Sin embargo, si se examina

con mayor atención, esto se revela [como] falso. La población es una abstracción si

dejo de lado, p. ej., las clases de que se compone. Estas clases son, a su vez, una

palabra huera si desconozco los elementos sobre los cuales reposan, p. ej., el trabajo

asalariado, el capital, etc. Estos últimos suponen el cambio, la división del trabajo, los

precios, etc. El capital, por ejemplo, no es nada sin trabajo asalariado, sin valor,

dinero, precios, etc. Si comenzara, pues, por la población, tendría una representación

caótica del conjunto y, precisando cada vez más, llegaría analíticamente a conceptos

cada vez más simples. Llegado a este punto, habría que reemprender el viaje de

retorno, hasta dar de nuevo con la población, pero esta vez no tendría una

representación caótica de un conjunto, sino una rica totalidad de múltiples

determinaciones y relaciones. El primer camino es el que siguió históricamente la

economía política naciente. Los economistas del siglo XVII, p. ej., comienzan siempre

por el todo viviente, la población, la nación, el estado, varios estados, etc.; pero

terminan siempre por descubrir, mediante el análisis, un cierto número de relaciones

generales abstractas determinantes, tales como la división del trabajo, el dinero, el

valor, etc. Una vez que esos momentos fueron más o menos fijados y abstraídos,

comenzaron [a surgir] los sistemas económicos que se elevaron desde lo simple –

trabajo, división del trabajo, necesidad, valor de cambio- hasta el estado, el cambio

entre las naciones y el mercado mundial. Esto último es, manifiestamente, el método

científico correcto. Lo concreto es concreto porque es la síntesis de múltiples

determinaciones, por lo tanto, unidad en lo diverso. Aparece en el pensamiento como

proceso de síntesis, como resultado, no como punto de partida, y, en consecuencia, el

punto de partida también de la intuición y de la representación. En el primer camino, la

representación plena es volatilizada en una determinación abstracta; en el segundo,

1

Este texto fue publicado originalmente dentro de los Elementos fundamentales para la crítica

de la Economía Política. Los Grundisse constituyen la primera síntesis de las investigaciones

que Marx iniciara en noviembre de 1850, en Londres, cuando después de la derrota de la

revolución de 1848 se retira de la escena pública para reanudar sus anteriores estudios de

economía.

1las determinaciones abstractas conducen a la reproducción de lo concreto por el

camino del pensamiento. He aquí por qué Hegel cayó en la ilusión de concebir lo real

como resultado del pensamiento que, partiendo de sí mismo, se concentra en sí

mismo, profundiza en sí mismo y se mueve por sí mismo, mientras que el método que

consiste en elevarse de lo abstracto a lo concreto es para el pensamiento sólo la

manera de apropiarse de lo concreto, de reproducirlo como un concreto espiritual.

Pero esto no es de ningún modo el proceso de formación de lo concreto mismo. Por

ejemplo, la categoría económica más simple, como p. ej. el valor de cambio, supone la

población, una población que produce en determinadas condiciones, y también un

cierto tipo de sistema familiar o comunitario o político, etc. Dicho valor no puede existir

jamás de otro modo que bajo la forma de relación unilateral y abstracta de un todo

concreto y viviente ya dado. Como categoría, por el contrario, el valor de cambio

posee una existencia antediluviana. Por lo tanto, a la conciencia, para la cual el

pensamiento conceptivo es el hombre real y, por consiguiente, el mundo pensado es

como tal la única realidad –y la conciencia filosófica está determinada de este modo-,

el movimiento de las categorías se le aparece como el verdadero acto de producción

(el cual, aunque sea molesto reconocerlo, recibe únicamente impulso desde el

exterior) cuyo resultado es el mundo; esto es exacto en la medida en que –pero aquí

tenemos de nuevo una tautología- la totalidad concreta, como totalidad del

pensamiento, como un concreto del pensamiento, es in fact 2 un producto del

pensamiento y de la concepción, pero de ninguna manera es un producto del concepto

que piensa y se engendra a sí mismo, desde fuera

...

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