Estrategia Financiera Para Resurgir Después De La Pandemia

MATERIA: Finanzas.

TEMA: Estrategia Financiera Para Resurgir Después De La Pandemia.

Introducción

 Al finalizar el 2019 las perspectivas económicas a nivel mundial eran prometedoras: Europa alejándose de la recesión y con un Brexit más ordenado tras las elecciones en el Reino Unido; una economía norteamericana en ascenso y en plenas negociaciones con China que vislumbraban un clima más relajado en materia comercial, y mercados emergentes disfrutando de entradas netas de capital luego de meses de cuantiosas salidas. Adicionalmente, el mejor entorno económico global en cuanto empleo, inflación y crecimiento amortiguaba la incertidumbre característica de los mercados financieros y hacia resurgir el apetito de los inversionistas. Pero la realidad fue muy diferente y el virus que comenzó en China en el mes de diciembre del 2019, la COVID-19, se expandió a escala planetaria en el 2020 y generó rápidamente una crisis humanitaria de enormes proporciones con graves secuelas económicas y financieras. La pandemia devino en una debacle de la economía mundial, que ha sido catalogada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) como la peor crisis desde la Gran Depresión de los años treinta del siglo pasado. Las medidas de confinamiento adoptadas por las autoridades nacionales para contener la crisis sanitaria y evitar que colapsaran los sistemas de salud pública, tuvieron un profundo impacto en diversos sectores productivos y de servicios e ineludiblemente acarrearon una recesión económica. Con distintos grados de severidad todas las naciones, desarrolladas y emergentes, sufrieron daños considerables en el ámbito de la economía familiar y empresarial, la macroeconomía, el comercio y las finanzas externas, durante el pasado año. Como en momentos precedentes de crisis, los países desarrollados desplegaron un conjunto de medidas fiscales y monetarias, convencionales y no convencionales, para relajar el clima financiero y reactivar el crédito a la economía. Las mismas, abarcaron desde aumento del gasto público y disminución de impuestos e intereses hasta el incremento de la liquidez MERCADOS FINANCIEROS EN 2020: PANDEMIA, ECONOMÍA Y POLÍTICAS Dra. Mercedes García Revista Cubana de Economía Internacional Abril 2021 Págs. 39-55. mediante compras de diversos activos e inyecciones directas al sistema financiero. Sin embargo, aunque con ellas se logró mitigar el shock provocado por la pandemia fue inevitable que las economías mostraran un notable retroceso en su crecimiento y que los mercados financieros sufrieran intermitentes oleadas de volatilidad e incertidumbre durante el 2020. Precisamente, ofrecer una visión resumida sobre el efecto combinado que tuvieron la pandemia y la aparición de las vacunas, el desempeño económico, las políticas oficiales aplicadas y las elecciones estadounidenses sobre los mercados financieros internacionales durante el pasado año, es el propósito de este artículo. Panorama mundial: Crisis sanitaria y económica La COVID-19 dejó un saldo de aproximadamente 81 millones de personas contagiadas y 1,7 millones de fallecidos en el 2020 y a esa triste realidad se le añaden graves consecuencias para el bienestar económico y social de la población en los países afectados. La pandemia generó un shock económico desde los primeros meses del año que se manifestó en el desplome de la actividad económica en las naciones de mayor trascendencia. En los Estados Unidos (EEUU), epicentro de la enfermedad con más de 20 millones de infectados, se produjo una abrupta paralización de la actividad en sectores claves de la economía nacional como la industria y los servicios, y graves secuelas en el mercado laboral. Aunque en el primer trimestre del año la intensidad del ajuste fue más moderada que en Europa debido al retraso temporal del contagio respecto a ese continente, la caída del Producto Interno Bruto (PIB) fue comparable a las que tuvieron lugar en la última recesión que atravesó el país, y representó la interrupción de la expansión económica más prolongada de la historia económica de los EEUU con 43 trimestres consecutivos de crecimiento Asimismo, Europa la región que después de China experimentó los embates del vi.us y tomó medidas restrictivas a la movilidad y de confinamiento poblacional, registró un descenso del PIB del -3,8% en el primer trimestre del año y a pesar de los intentos desplegados por superar la alerta sanitaria y volver a la normalidad, la situación económica no mejoró y al culminar el semestre la Unión Europea (UE) se enfrentaba a la mayor recesión desde su creación en tiempos de paz. Especialmente afectados estuvieron Francia, Italia y España con caídas de alrededor de un 5%.

Para las economías emergentes, la pandemia derivó en una fuga masiva de capitales sin antecedentes en muchos años un incremento de las primas de riesgo en niveles no vistos desde el 2009 y una fuerte depreciación de sus monedas en contraposición al fortalecimiento del dólar. Adicionalmente, sufrieron pérdidas millonarias de ingresos por exportaciones dado el desplome de los precios de los productos básicos, incluido el petróleo que experimentó una caída libre desde inicios del año. Todo eso en un contexto de elevado endeudamiento y limitada capacidad de respuesta de los gobiernos y los sistemas de salud pública para atender la emergencia sanitaria que, en muchos países, se tradujo en una tragedia humana.

Tras la caída récord en el segundo trimestre y un descenso del 22% como promedio para el primer semestre, la actividad económica logró recuperarse entre julio y septiembre. Fue una recuperación asimétrica, tanto en el plano sectorial como por países; lo primero porque fue más avanzada en el sector manufacturero que en los servicios por ser éste más sensible al temor de contagio y a las restricciones de movilidad social; y geográficamente, porque la intensidad que mostraron las diferentes naciones fue desigual.1 Además, fue efímera porque ya en los últimos meses del año muchas economías perdieron dinamismo por la nueva ola de contagios que azotó al mundo y las consiguientes medidas de confinamiento.2 En los EEUU, el deterioro de la situación sanitaria por una segunda ola de contagios impactó la economía; especialmente en los sectores de uso intensivo de mano de obra y alto componente de interacción social, las peticiones de subsidios por desempleo crecieron significativamente. Y en Europa, el efecto fue más fuerte por el endurecimiento de las medidas de distanciamiento social que provocó serias afectaciones en el sector servicios. Las economías emergentes a pesar de su diversidad también experimentaron como grupo una recuperación económica en el tercer trimestre, volviendo a beneficiarse por ello con entradas netas positivas de capital, pero se vieron nuevamente frenadas por la recaída de la pandemia en los últimos meses del año con la única excepción de China que mantuvo su pujanza económica y el liderazgo en la recuperación de la economía mundial. Las políticas económicas: el muro de contención de la crisis La reacción de las economías desarrolladas frente a la nueva crisis fue reproducir el auxilio que tuvo lugar a raíz de la crisis sub prime en el 2009. Buscando nivelar la economía aplicaron un “cóctel” de políticas monetarias y fiscales que esencialmente consistió en reducción de las tasas de interés, inyección de liquidez y alivio fiscal y que, a diferencia de la anterior crisis, tuvo un radio de acción que transcendió al sector bancario y abarcó áreas más amplias de la economía.3 Las políticas monetarias se caracterizaron por su flexibilidad, tanto en extensión como en cuantía, y las fiscales comprendieron paquetes de estímulos millonarios para la asistencia a sectores más vulnerables a la pandemia.

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