Estudio Mercado Sigem 2014 Pastas Dentales

Hábitos de Consumo

El consumo de la pasta dental tiene directa relación con los niveles socioeconómicos y culturales de los consumidores.

Lo normal es que a mayor nivel socioeconómico exista un mayor consumo de pasta dental y viceversa.

En los niveles socioeconómicos medio, medio altos y altos, existe muy arraigado el concepto de higiene y limpieza, al mismo tiempo se le da una gran importancia a la presentación personal, lo cual incluye tanto vestuario, como presentación corporal.

En estos niveles o estratos es común que el individuo efectúe un aseo personal completo una vez al día o máximo una vez cada dos días, en él está incluido el baño de ducha y lavado de los dientes.

Tan arraigado es este hábito en estos estratos, que no es bien considerada aquella persona que muestra no hacer esta limpieza considerada mínima.

Tales hábitos son incorporados en el individuo desde la infancia, con la idea que la limpieza es salud y fortaleza; En ello cooperan tanto la familia como los colegios.

De esta manera, la gran mayoría de las personas que pertenecen a estos estratos, hacen una limpieza de sus dientes a lo menos una vez al día (en las mañanas), El consumo (uso) en otras horas del día es bastante dispar y difícil de determinar.

Un gran sector de estos estratos realiza una limpieza de sus dientes en la noche antes de acostarse, pero hay muchas que dejan de hacerlo, y por último hay personas que realizan limpieza de sus dientes a la hora de almuerzo, pero en una menor proporción y es de muy difícil determinación.

Si se observan los hábitos de consumo por sexo dentro de estos niveles, se concluye que es mayor el consumo en el sexo femenino que en el masculino, la razón se encuentra, en la asociación de limpieza-belleza que en la mujer de estos estratos es muy fuerte y en consecuencia la lleva a utilizar con mayor frecuencia durante el día las pastas dentales.

La mujer, tiene importancia trascendente en el uso de las pastas dentales en el hogar, así como también en el uso de otros implementos de limpieza como: jabón, shampoo, bálsamos, cremas, etc.

Es ella quien fundamentalmente se preocupa de adquirir estos implementos y es ella quien supervisa la limpieza de los hijos.

Existe en la generalidad de los hogares la idea tácita que es la madre quien debe enseñar a los hijos en estas funciones y lo normal es que sea ella quien en una 1° etapa realice estos actos en sus hijos (los bañe, lave, etc) y luego los controle.

En los estratos medios bajos y bajos también existen muy arraigados cierto hábitos de limpieza, pero estos son muy simples.

Para la gran mayoría el aseo mínimo consiste en un lavado del rostro, manos y enjuague de la boca, no necesariamente cepillado de los dientes y usar pasta dental.

No obstante ello un porcentaje considerable dentro de estos estratos consume pasta dental y lava sus dientes en forma más o menos continua.

Dentro del día lo normal es el lavado una vez al día, y no que se haga en otras horas.

Los conceptos de limpieza, higiene, salud y fortaleza no están necesariamente asociados en la mente de las personas que pertenecen a estos estratos.

Las condiciones medioambientales, falto de belleza y armonía unido a la falta de recursos para destinarlos a la presentación personal los hace subvalorar la higiene o limpieza como parte de la belleza.

La salud está más bien asociada con el trabajo corporal, de tal modo, que mientras más rudo sea el trabajo más salud va a poseer, y como complemento a la salud y al trabajo sobrevaloriza cierto tipo de alimentación (legumbres, sopas, etc) pero no la higiene.

Un factor que pesa negativamente en los hábitos de limpieza es la infraestructura hogareña la cual por lo general cuenta sólo de un lavamanos y en general es inadecuada para los requerimientos de la familia.

En los estratos marginales sólo se cuenta con lavatorio portátil sin tener un lugar específico donde realizar los actos de limpieza.

Habitos de compra

Existen diferentes hábitos de compra y consumo de dentrífricos, dependiendo de los niveles socioeconómicos de los consumidores y de las zonas del país donde habitan.

En la zona central del país, se concentran gran parte de la población, por lo cual, sus ciudades poseen en general una población superior a los 150,000 habitantes, lo normal es que sean ciudades extensas, con barrios residenciales alejados del centro urbano.

El ciudadano promedio que vive en estas ciudades, es de tipo más cosmopolita que los del resto del país, posee una cultura media bastante elevada y niveles de educación también bastante elevados.

Estas ciudades se caracterizan por tener comunas con marcadas diferencias socieconómicas entre sí y con marcadas diferencias en su infraestructura urbanística.

Es así como existen comunas cuyo estrato económico fundamentalmente es ABC1, con grandes avenidas y grandes centros comerciales, mientras que en otras comunas residen preferentemente personas de estratos de tipo DE, en grandes poblaciones de contrucción ligera, malos sistemas de comunicación y escasos centros comerciales.

De acuerdo a las características socioecónomicas de las comunas, es como se han distribuido los tipos de sistemas de ventas.

Es así como en comunas típicamente de estratos altos, medios altos, existen gran cantidad de supermercados y farmacias, con una bajísima concentración de almacenes individuales, más bien que almacenes individuales existen grandes centros comerciales en los cuales existe una diversidad de negocios.

Lo opuesto se da en comunas de estratos bajos, donde existe gran cantidad de pequeños almacenes, con una muy escasa diversidad de productos, los supermercados casi no existen y la disperción geográfica de las farmacias dentro de la comuna es alta.

Existen comunas típicas de clase media donde hay un equilibrio entre los tres sistemas, lo normal en estas

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