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Guia Dinero


Enviado por   •  9 de Agosto de 2014  •  3.284 Palabras (14 Páginas)  •  164 Visitas

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Para empezar… Millones de personas alrededor del mundo viven en situación de pobreza, sufren de hambre, y no tienen acceso a condiciones dignas de salud y educación. Esas precarias condiciones no sólo ponen en tela de juicio la solidaridad humana, sino que son una de las causas fundamentales de la inestabilidad política, la inseguridad y la violencia en el mundo.

La mayor parte de esos problemas se pueden solucionar con dinero; así, si hubiera suficientes recursos se podrían diseñar políticas eficaces para derrotar la pobreza y darle a los más desfavorecidos unas condiciones de vida dignas. De hecho, la mayor parte de esos problemas se concentran en los llamados “países pobres”, mientras que en los “países ricos” la mayor parte de la gente tiene resueltos sus problemas materiales básicos.

Si el dinero es tan importante para alcanzar el bienestar económico de la población, ¿por qué los gobiernos no crean más dinero? Aunque los billetes se hacen con un papel especial, no son tan costosos de producir y podrían solucionar muchos problemas; desde esta perspectiva, se podría argumentar que a un gobierno con buenas intenciones le bastaría con hacer muchísimos billetes y repartirlos periódicamente entre los más necesitados para sacar adelante al país.

Esta idea suena tan razonable que no es sorprendente que a varios gobiernos se les haya ocurrido ponerla en práctica a lo largo de la historia; lo que sí puede resultar sorprendente es que cuando eso ha sucedido los resultados han sido desastrosos. Gracias a esas enseñanzas de la historia hoy en día a muy pocos gobiernos se les ocurre hacer algo parecido.

Pero, si la idea de solucionar los problemas materiales de la gente produciendo más dinero suena razonable, ¿cuál es su falla? Para entenderla es necesario saber cómo funciona el dinero en una economía y cuáles son los dilemas que enfrentan las autoridades económicas a la hora de manejarlo. Esos son los temas centrales que se abordan en esta guía.

El dinero es un objeto respecto del cual hay un acuerdo social para que sea aceptado en el intercambio. Ha transcurrido mucho tiempo desde que el hombre empezó a usar las primeras formas de dinero, hasta la adopción del dinero tal y como lo conocemos hoy, es decir, en la forma de billetes y monedas comúnmente aceptadas por todas las personas para llevar a cabo sus transacciones.

En Colombia, como en la mayoría de países, no siempre existió un único tipo de dinero aceptado por todas las personas. Circunstancias especiales como las guerras llevaban al gobierno de turno a cambiar la moneda que circulaba, en la medida en que la gente perdía confianza en ella por su paulatina pérdida de valor.

Actualmente en Colombia y en casi todos los países del mundo, los gobiernos mantienen la confianza de la gente en el dinero que circula gracias a la gestión que realizan sus bancos centrales, pero este es el resultado de un largo proceso histórico que no estuvo exento de costos económicos. Veamos un breve recuento sobre cómo surgió el dinero y cómo llegó a ser comúnmente aceptado por todas las personas.

En las sociedades tribales el dinero no existía porque la producción y el consumo se daban simultáneamente, por lo que el intercambio no era una actividad habitual. En este tipo de sociedades, las técnicas de producción eran relativamente simples y la propiedad, por lo general, era comunal; así, era fácil para el individuo satisfacer sus necesidades con lo que producía, y cuando se daba el intercambio se hacía para satisfacer las necesidades de la comunidad.

En este tipo de sociedad el trueque le permitía a cada comunidad complementar lo que producía, intercambiando sus excedentes por aquello que le hacía falta; por ejemplo, si una tribu estaba especializada en la caza y cultivaba unos pocos productos, podía cambiar parte de la carne y las pieles que obtenía de la caza por productos agrícolas cultivados por otra tribu dedicada a la práctica agrícola. Sin embargo, hay que aclarar que en esta etapa las sociedades eran prácticamente autosuficientes, es decir, que podían subsistir casi exclusivamente con lo que producían, por tanto, requerían muy poco intercambio.

A medida que las técnicas de producción evolucionaron, las comunidades percibieron que podían producir más si se especializaban en algunas actividades productivas en lugar de tratar de producir todo lo que necesitaban; así, la división del trabajo también se hizo más profunda y las necesidades de estas sociedades tribales se hicieron más complejas, pues de cierta forma dejaron de ser autosuficientes.

Por ejemplo, los individuos que tenían mayores aptitudes para la agricultura se dedicaron a sembrar, mientras que quienes tenían aptitudes para la pesca se especializaron en esta actividad.

La evolución y profundización de la división del trabajo implicó el surgimiento del intercambio individual y la consolidación del concepto de propiedad privada tanto de los bienes de consumo como de los factores de producción; de esta manera la producción se fue aislando cada vez más del consumo, tanto en el tiempo como en el espacio. La finalidad de la producción ya no era sólo la satisfacción de las necesidades del individuo sino el intercambio; proceso que estuvo acompañado de un incremento del comercio, el cual permitía que unos y otros intercambiaran aquello que les sobraba por lo que les hacía falta.

El surgimiento del intercambio como mecanismo para lograr la satisfacción de las necesidades sentó las bases para el uso generalizado del dinero; en efecto, la consolidación del intercambio o el comercio como una actividad más dentro de la organización económica de la sociedad, hizo evidentes las limitaciones del trueque. Cuando el intercambio se basa en el trueque es necesario que coincida el interés

de las dos personas en intercambiar lo que cada uno posee; además, es difícil llevar a cabo el trueque de objetos de distinto valor en la medida en que no siempre los productos que se pretende intercambiar se pueden dividir; de otro lado, no todos los productos son fáciles de transportar o de almacenar, lo cual no permite que cualquier objeto sea adecuado para el trueque.

Como una respuesta a esas limitaciones, empezó a surgir en el comercio el uso de objetos que fueran comúnmente aceptados por todos como un medio de cambio. Entre las primeras formas de dinero que usó el hombre se pueden mencionar las conchas, las cuentas de collares, el té, el tabaco, las pieles y el ganado. Estos productos tenían ciertas características que les permitían ser transportados y almacenados, y a través de ellos se podía expresar el valor de mercancías más grandes o más valiosas; sin embargo, esos objetos, en muchos casos, no tenían suficiente resistencia y durabilidad, lo que condujo a las sociedades

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