LAS INSTITUCIONES, LA ORGANIZACIÓN Y LA EMPRESA

LAS INSTITUCIONES, LA ORGANIZACIÓN Y LA EMPRESA

(*)Por: Víctor Echevarria Alvarado

En las líneas que siguen, voy a intentar poner de manifiesto una relación que para algunos podría ser evidente, pero que, sin embargo, parece no haberse tomado en cuenta cuando se experimentan los resultados después de haber tomado decisiones o haber emprendido alguna empresa.

Muchas veces nos preguntamos por que no se obtienen los resultados o no se logran los objetivos que planeamos, pese a que a partir de nuestro punto de vista, nos hemos dedicado a organizarlo todo, hemos reparado en los detalles, se ha previsto contingentes, existen recursos, etc.

Como es de esperar, se pueden ensayar diversas respuestas.  Por ejemplo, los recursos no llegaron a tiempo, las decisiones no fueron oportunas, se desconocía alguna información  vital, no se contaba con la confianza y cumplimiento de las personas, etc.  Sin embargo, no es frecuente tener una respuesta relacionada con el tema de las instituciones, algunas veces se encuentran respuestas relacionadas con las fallas de la organización, pero no contienen relación explícita con el concepto de la institución.

El tema sobre las instituciones resulta particularmente interesante, cuando nos trasladamos mas allá de tener una concepción básica. Cotidianamente se relaciona el concepto de institución con las organizaciones, con las entidades del estado, con entidades privadas, etc. No se deja de tener razón en este sentido, sin embargo, por lo que se ha avanzado en este tema, el concepto de institución va más allá de las evidencias de caracterización física.

Los enfoques institucionales dirigidos a tratar de explicar los problemas de Desarrollo Económico, que van desde el enfoque de Veblen del institucionalismo primigenio, hasta las propuestas rescatadas de Coase por Alchian, Williamson, D. North 1, coinciden en definir a las instituciones como una acción colectiva que controla las acciones individuales. Esto enmarca una amplia gama de tipos institucionales, como corresponde,  a las costumbres, las familias, la corporación, el sindicato, el estado, el mercado, etc. Constituyen un sistema de incentivos y costos (Coase), fijan condiciones del éxito para el logro de los objetivos de los agentes económicos y delimitan el marco de sus actividades.

En un sentido más amplio, las instituciones son un conjunto de reglas que articulan y organizan las interacciones económicas, sociales y políticas entre las personas así como de los grupos sociales. Por lo tanto las instituciones presentan características particulares de acuerdo a los rasgos predominantes de una determinada economía o situación social. Un conjunto particular de reglas se transforma en institución cuando su conocimiento es compartido así como su cumplimiento es aceptado voluntariamente por cada uno de los miembros que la conforman2.

Frecuentemente se presenta una relación casi natural entre las instituciones con las organizaciones públicas y privadas que administran y aplican políticas y programas de acuerdo a reglas. Aquí es necesario subrayar que las primeras son en un sentido general un conjunto de normas y reglas y, las últimas son las instancias en las cuales las personas se relacionan y organizan en grupos para poder emprender actividades en conjunto, de acuerdo a las reglas establecidas. Cuando las organizaciones están regidas por instituciones, que las organizaciones se encargan de diseñar, aplicar y vigilar, puede decirse que las organizaciones son instituciones, sin embargo, éstas no necesariamente implican formas organizacionales.

Como se desprende desde esta perspectiva, toda acción que pueda realizar el ser humano, deberá tener muy en cuenta la relación institucional para poder tener viabilidad. Tener en cuenta que no sólo existen reglas formales institucionalizadas o no, si no que también existen reglas implícitas generadas por las costumbres, las rutinas, las creencias, las manías, los temores, las expectativas, etc.

En este sentido cuando nos referimos a las actividades de una empresa, la viabilidad de los proyectos que ésta pueda emprender, no puede dejarse de tener en cuenta los elementos institucionales, estos habrán de determinar el éxito de los objetivos que  pueda establecerse en los planes estratégicos y operativos. Pues  la organización empresarial, si se considera como lo hace Coase, como una forma de ahorrar costos de transacción, la institución dentro de la empresa como organización, tiene la virtud de ser el elemento motor que permite lograr sus objetivos en la forma más competitiva posible. Es decir, cuando sus integrantes, personas,  trabajadores, empleados, dueños, proveedores, clientes, etc. circunscriben su institucionalidad particular, a la institucionalidad de la empresa, entonces la viabilidad de los objetivos será mas probable, en este caso los integrantes seguramente no solo conocen las reglas que la empresa habrá de tener como organización, si no que también estas reglas son aceptadas en su totalidad, independientemente de los controles que podrían existir. Como consecuencia de esto, la empresa aprovechará un importante ahorro de costos de transacción en el logro de sus objetivos, gozará de una organización competitiva y sobre todo podrá tener una importante capacidad de crecimiento en el tiempo.

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