LAS SEMILLAS PROHIBIDAS EN COLOMBIA - RESOLUCIÓN 970

ENSAYO

LAS SEMILLAS PROHIBIDAS EN COLOMBIA - RESOLUCIÓN 970

DANIEL MAURICIO ROSERO GRIJALBA

ESCUELA NACIONAL DEL DEPORTE

FACULTAD DE SALUD Y REHABILITACIÓN

NUTRICIÓN Y DIÉTTICA

CALI VALLE DEL CAUCA

2015

ENSAYO

LAS SEMILLAS PROHIBIDAS EN COLOMBIA - RESOLUCIÓN 970

DANIEL MAURICIO ROSERO GRIJALBA

Docente

ESCUELA NACIONAL DEL DEPORTE

FACULTAD DE SALUD Y REHABILITACIÓN

NUTRICIÓN Y DIÉTTICA

CALI VALLE DEL CAUCA

2015

Las semillas prohibidas en Colombia - Resolución 970

“Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos.”  THOMAS CARLYLE

Desde e Marzo de 2010, en Colombia está prohibido utilizar la mejor parte de la cosecha para ser reutilizada como semilla. Lo que han hecho campesinos ancestralmente quedó prohibido por la resolución 970 de 2010 que ordena que nadie, ni empresas ni personas naturales pueden utilizar semillas que no sean certificadas, es decir que no sean producidas por alguna empresa autorizada para tal fin, y el  que no cumpla con esta resolución será judicializado y deberá pagar enormes multas.

Pero no hay que negar que Estados Unidos el país más grande del mundo, el mayor productor de alimentos y semillas quiso  algunas garantías extras con la firma del TLC , entonces Colombia adquirió el compromiso de acoger un convenio que prohíbe usar las semillas nativas y obliga a los agricultores a sembrar solo las certificadas.

Hoy Colombia es un paraíso para cualquier empresa extrajera ya que hay que saber que esta resolución quiere responder a unos estándares internacionales, a lo cual nos quieren someter las grandes empresas de semillas. Esto nos hace reflexionar sobre lo que está sucediendo con el tema de la panela, la leche y la carne de pollo, productos que quieren regular con la excusa de garantizar la calidad desconociendo una realidad nacional que llevaría a la quiebra a miles de pequeños productores. Estas transnacionales semilleras no solo venden semillas, también producen todos aquellos productos que requieren las semillas para dar fruto en el tiempo y la forma adecuada,  es preocupante ver como se está eliminando la capacidad de los agricultores de mantener las semillas que ellos usaban para producir sus alimentos y se ven condenados a utilizar semillas genéticamente modificadas que vienen con paquetes de pesticidas o abonos específicos, en realidad la diferencia entres estas semillas  es el precio y que por el hecho de ser certificados tiene un precio más alto en el mercado.

El problema radica en generalizar esta resolución hacia todas las semillas que se comercializan, incluyendo las de los agricultores. Una pregunta puede ser cómo hacer para diferenciar semillas de agricultores y las semillas certificadas  al momento de hacer un control, en muchos casos los agricultores manejan semillas que no tienen mucha diferencia con las mejoradas y son mejores ya que se adaptan mejor al ambiente  y a las condiciones geográficas del las hectáreas del agricultor.

Es necesario y conveniente pensar en aumentar la productividad y los rendimientos de la agricultura, en eso no hay discusión. Pero el problema es cómo se propone hacerlo. En esto son muy sencillas  las políticas de desarrollo agropecuario. Lo quieren hacer a punta de normas que favorecen a las grandes empresas  que  pretenden  incluir la tecnología. De esta manera se desconoce todo el daño que  hace este modelo a la biodiversidad y la soberanía alimentaria del país, en el cual solo se quieren implementar monocultivos en grandes extensiones, con el uso de agroquímicos y maquinaria que excluyen a grandes sectores de los productores expropiándoles  sus tierras y llevándolos a la miseria de las grandes ciudades.

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